Reportajes 2013 III
BEL PINTOS

“Siempre fui muy tímido, pero en el escenario me siento seguro”

 
Desde muy chico forjó su sueño de ser cantante. Primero en actos escolares, y luego en peñas folklóricas, donde vendió más de seis mil casetes con sus temas. De la mano de León Gieco y Raúl Lavié grabó su primer disco en 1998, y no paró más. El miércoles 21 se llevó el Gardel de Oro. Se hizo justicia.
 







Cuando tenía ocho años, luego de la cena en familia, Abel se reunió con sus padres en el comedor de su casa de Cutral Có, Neuquén, y les dijo: “Quiero ser cantante. De eso voy a vivir”. Susana, su madre, una rubia algo petisa y de mirada profunda, lagrimeó y sin decir palabra lo abrazó muy fuerte. Raúl, su padre, que paraba la olla como comerciante nómade, oficio que obligó a los Pintos a una vida algo aventurera, le contestó: “Si querés ganarte la vida como cantante, vas a tener que estudiar. Acá no hay muchos lugares. Pero si es tu sueño, que nada te lo impida”.

 

Y así Abel, nacido el 11 de mayo de 1984 en Ingeniero White, a 10 kilómetros de Bahía Blanca, empezó sus pininos en la casa de una vecina, maestra de música, que tenía una especie de guardería musical. Abel Federico (29) es el menor de tres hermanos: Ariel (40), el mayor, que toca en la banda, y Andrés (37, dueño de una peluquería canina en Bahía), también socios en el camino emprendido por el benjamín de la familia. Un clan de clase media tirando a baja, pero muy unido. “Nunca nos faltó un plato de comida, pero no nos sobraba nada”, recuerda Abel, que pasó gran parte de su infancia a salto de mata, viviendo en Chubut, Río Negro y Neuquén. Gente trashumante si las hubo...

Un año después volvieron a mudarse a Bahía Blanca y lo anotaron en el coro de la ciudad. Pasó el tiempo, y apenas a sus once años, Abel ya era una sensación. Cantaba en todos los actos de la escuela 58 Día del Camino, Ingeniero White, y si bien al principio tuvo que soportar las burlas de sus compañeros, la fuerza que desplegaba en el escenario le hizo ganar respeto, admiración y cariño.

Comenzó a ir a las peñas, a los doce, grabó su primer casette... ¡y vendió más de seis mil copias en las mesas peñeras! Sus shows de los viernes, sábados y domingos convocaban cada vez más público. Grabó un nuevo demo, Raúl Lavié fue a tocar al teatro donde los padres de Abel atendían el buffet, y esa tarde Abel se animó a darle el demo al Negro. Le gustó tanto, que al día siguiente volvió a Buenos Aires y se lo hizo escuchar a Pity Iñurrigarro, en ese momento productor de León Gieco. Una semana después, Abel firmó un contrato con la empresa Abraxas, para grabar un disco bajo el sello de Sony Music: ¡nada menos! Apadrinado por León, que lo adoptó como su pollo, en el ’98 apareció Para cantar he nacido. Un año más tarde editó Todos los días un poco, y en el 2001, en medio de una de las crisis más duras del país, Cosas del corazón. Siguieron Sentidos (2004), Reflejo real (2005), La llave (2007), Revolución (2010) y Sencillos (2010). Hasta entonces, toda su obra. Pero el año pasado recopiló sus quince años en Sueño dorado, récord de ventas y primer gran premio: Doble Disco de Platino por 120 mil copias, muy pronto agotadas.

Y gracias a ese título, el miércoles 21 de agosto se consagró en los Carlos Gardel. Primero ganó el premio a la Mejor Canción del Año por Sueño dorado, votada por la gente vía SMS; luego, otro como Mejor Artista Masculino Pop, y al final... ¡el Gardel de Oro como Mejor Album del Año! El viernes, Abel actuó en Villa Constitución, Santa Fe, y allí recibió a GENTE entre mate y mate.

–En la entrega de los Gardel contaste que Sueño dorado fue una de las primeras canciones que compusiste. ¿Cómo es esa historia?
–Nació en el 2002, ¡y fue mi primera canción! Es muy fuerte... Siempre fui un chico muy tímido. El escenario es el lugar donde más seguro me siento. Buscando mi destino, empecé a componer. Algo muy difícil, porque sonreír para la gente es fácil, pero mirarse por dentro y sacar a relucir todo lo que sentís, no es para cualquiera. La compuse, pero no me animé a editarla.

–¿Qué pasó después?
–Hace un tiempo se la mostré a Hugo Casas, el productor del último disco, y le dije: “Escuchá este tema. Quiero que esté en el disco, aunque sea al final”. A los cinco minutos no dudó: “¡Es el tema más importante del disco!”, me dijo. Se grabó, y así fue.

–Me llamó la atención la parte en que decís: “Sublime forma de darle vida a mis años”. Tenías 17 cuando la escribiste, pero parece una frase de alguien que pasó el medio siglo.
–Alguna vez me dijeron que tengo alma de viejo, y creo que es un poco así. Nunca fui a un boliche, no trasnocho, los sábados a las doce estoy metido en la cama leyendo un libro y tomando un té.

–¿Cuál es tu meta inmediata?
–Seguir con la música y terminar la escuela secundaria. Dejé en quinto año. Pero en dos meses me reúno con unos profesores que me prepararon un plan de estudios para que terminara y consiguiera el título.

–Un buen mensaje para tantos que, pudiendo estudiar, se niegan o abandonan.
–Y no paro ahí. Quiero estudiar Letras en la universidad. Las cosas que conseguí en mi carrera son fruto de mi trabajo, y para hacerlo mejor necesito más herramientas. Aprender Letras me va a servir para expresar mucho mejor todo lo que quiero decir en mis canciones. También tengo tres borradores de libros que me gustaría editar.

–¿Estás en pareja? Hace poco se te vinculó con la actriz María Carámbula.
–No, no estoy en pareja. Esos fueron sólo rumores.

–Qué paradoja: el hombre que le canta al amor no lo encuentra... ¿El éxito es una forma de la soledad?
–No, para nada. Vivo mis experiencias y tengo mis historias. Pero siempre cuidé mucho mi intimidad. Tengo una edad en la que elijo vivir todas las historias que se me presenten, pero contarlas le quita valor a la intimidad. El día en que viva una verdadera historia de amor, no la voy a confesar a los cuatro vientos. Pero si me preguntás, te contesto. Prometido.

Fuente: Revista Gente

El sueño de la canción propia

Espectáculos

Con su último CD, grabado en los Valles Calchaquíes, ?se disparó el fenómeno del cantante, que ofrecerá cinco shows en el Luna Park

Por Gabriel Plaza  | LA NACION

 

"Un cactus suaviza mis yemas con su piel, tienen cien años solo florece una vez... en tu nombre. En tu nombre (...) Cuando te busco no hay sitio en donde no estés y los medános seran témpanos, en el vértigo de la eternidad, y los pájaros serán árboles, en lo idéntico de la soledad... en tu nombre, en tu nombre", canta Abel Pintos con los ojos cerrados como si estuviera transportándose nuevamente a la ciudad sagrada de los quilmes, allí donde grabó su último álbum y DVD documental Sueño dorado (2012). Ese disco que vendió cerca de cien mil copias y la versión de "Cactus" de Gustavo Cerati, que ahora vuelve a sonar en el ensayo antes de la serie de shows en Luna Park, lo está llevando muy lejos.

"Siento que con este disco toda mi música terminó de tomar cuerpo, que me definió como artista. Yo vengo haciendo una búsqueda ecléctica que con este disco terminó de cerrarse conceptualmente. Sueño dorado redondeó perfectamente ese balance por mi recorrido en la canción popular; y «Cactus» identificó todo lo que nos sucedía musical y emocionalmente en ese lugar místico, rodeados de cardones en las ruinas de Quilmes", cuenta Abel Pintos y parece que regresara a todo lo que se produjo en esa intensa jornada en los Valles Calchaquíes.

La intensidad emocional del registro en vivo, las nuevas versiones de sus temas con programaciones electrónicas y sonido electroacústico, la energía ancestral de las ruinas y ese sol apareciendo en el tema leitmotiv del álbum crearon algo distinto en la historia de Abel Pintos. Entonces, el fenómeno del cantante se disparó en las radios, en la televisión, en los rankings -fue el disco nacional más vendido de 2012-, en una serie de cinco teatros Ópera agotados el año pasado, y terminó por explotar en la temporada veraniega de los festivales folklóricos, donde se posicionó como uno de los artistas de mayor convocatoria, lugar que en otros momentos habían ocupado Soledad, Los Nocheros o El Chaqueño Palavecino.

"El crecimiento de la convocatoria es notable y eso yo lo viví en cada festival -confirma el músico, que ya tiene localidades agotadas para las primeras cuatro funciones en el Luna Park-. Considero que cuando pasan estas cosas en la música popular es porque aparece una propuesta nueva o algo distinto. Cuando apareció Soledad era novedad, lo mismo pasó con Los Nocheros y lo mismo con El Chaqueño Palavecino, que si bien es un músico tradicionalista hacía muchos años que no se veía algo de ese estilo. Pero en mi caso sinceramente lo que más feliz me puso fue llegar a los festivales y ver que las noches en las que yo tocaba la grilla artística era bastante conceptual también, y daba espacio o lugar a propuestas o bandas nuevas, artistas de folklore que hacían cosas con la electrónica o sonaban más pop, o me ponían con artistas que admiro y van por un camino diferente, como Jorge Fandermole, y eso me parece genial", cuenta con tono sereno y una sonrisa de plenitud a lo Buda.

-¿Disfrutás este fenómeno o te da cierto vértigo?

-Lo vivo muy tranquilo, lo festejo y me hace muy bien. No le veo sentido a sentirme presionado por algo que busqué tanto tiempo en la vida [risas]. Pienso que cada momento es el efecto de algo que hiciste antes. La verdad que también todo el crecimiento de mi popularidad fue paulatino. No es un crecimiento eufórico. Son quince años en una búsqueda que con este disco se terminó de concretar.

Es cierto, su crecimiento no es repentino. Con ocho discos sobre sus hombros, el camino de Abel Pintos es largo, desde que apareció como un cantante precoz que le voló la cabeza a León Gieco y le hizo grabar su primer disco, Para cantar yo he nacido, a los 13 años. Ahora, a punto de cumplir 29, este artista emergente del folklore, bendecido por Mercedes Sosa, creó su propio universo de canciones, como "La llave", "Quién pudiera, "El beso", "Hasta aquí" o "No me olvides", que se transformaron en hits cantados en los festivales por el público de su generación, o por el mismo Adrián Suar, que lo invitó a participar de la novela Solamente vos . "Escribo cuando las cosas que me pasan emocionalmente me piden pista para salir. Y eso sucede simplemente, sin importar el contexto, en los viajes, en mi casa o en donde esté en ese momento", dice el joven bahiense.

El oficio de cantar lo aprendió sobre los escenarios, pero muchas de las cosas que aplicó conceptualmente a su visión artística vienen de discos clave de Mercedes Sosa, Rubén Blades ( Tiempos ), León Gieco ( Mensajes del alma ) y Nirvana ( Unplugged ). "Son discos que me marcaron en mi sonido. Quizá para mí el disco más importante de mi vida sea Mercedes Sosa en vivo en Argentina, el que hizo cuando regresó del exilio. De chico me gustó mucho y fue el primer cassette que tuve de ella. Me acuerdo de que un día le pregunté a mi papá qué era lo que hacía Mercedes y él me contesto: «Folklore». Entonces para mí todo el paquete de canciones que venían dentro de ese disco -Silvio Rodríguez, Charly García y Ariel Ramírez- era folklore. Ese disco fue muy revelador, porque con el paso del tiempo fui aprendiendo de géneros, fui descubriendo artistas, y sobre todo descubrí la importancia de la canción con ese disco. Eso terminó haciendo un trabajo en mí con el tiempo. Siento que conceptualmente hago canciones por ese disco de la Negra".

Es cerca del mediodía y los músicos van llegando a la sala de ensayo, ubicada en un edificio de la zona de Congreso que parece un antiguo petit hotel. El clima es relajado. Abel se pasea tranquilo con su bolsa de yerba mate orgánica y el fenómeno creciente no parece afectar su vida. Antes de despedirse, dice: "Yo hago lo que me gusta todos los días, todo el día: compongo música, leo, escribo canciones y canto. Disfruto de hacer lo que hago. Ésta es mi dinámica de vida, no es mi trabajo".

La explosión del fenómeno pop

Los viajes se volvieron su forma de vida. Entre enero y marzo ofreció sesenta y cinco conciertos presentando el disco Sueño dorado. Apenas se tomó una pausa de ocho días de vacaciones en el Sur y Abel Pintos volvió para ensayar el espectáculo que ofrecerá esta noche en el Luna Park. Serán cinco conciertos. Hoy, mañana, pasado mañana, el sábado 18 y el domingo 19 de mayo, y lo verán alrededor de 30.000 personas. Es el efecto que provocó Sueño dorado, el más vendido de 2012, según Capif.

Abel Pintos: “Soy Folclorista y lo voy a ser toda mi vida”

  

Por Eugenia Gentile

egentile@legioneste.com

 

El talentoso Abel Pintos brilló en una nueva edición de Rivadavia Canta al País 2014.
Minutos antes de subir al imponente escenario del Festival, el cantautor argentino Abel Pintos brindó la prometida Conferencia de Prensa a los medios de comunicación presentes. 
Con el mate en la mano, Abel llegó a la carpa de prensa con una sonrisa, el carisma y la espiritualidad que lo caracterizan. Está claro que la fama no se le subió a la cabeza.
Mirá la Entrevista. 
¿Existe un cambio de estilo en tu nuevo disco “Abel”?
- El nuevo disco es el desarrollo de algo que vengo creando como sello propio, desde muchos discos atrás, encontrando una forma más certera de comunicar lo que quiero.
Es una circunstancia musical. Uno tiene un concepto determinado en las letras, en el mensaje que quiere dar. A veces hay subdivisiones musicales más tradicionalistas y a veces son estéticas menos tradicionalistas. Pero yo soy folclorista y lo voy a ser toda mi vida. Me gusta jugar con todos los géneros de la música que me divierten y me dan espacio para la creatividad.
Sueño Dorado fue un verdadero éxito, ¿Qué expectativas tenés con el nuevo trabajo discográfico?
- Frente al disco, las expectativas comerciales son muy grandes porque “Sueño Dorado” había sido hasta el momento el disco más vendido de mi carrera. Vendimos 120.000 en un año y medio. A diferencia de Revolución que vendió la mitad.
Las expectativas con Abel fueron superadas de inmediato, porque se editó y a los dos meses ya habíamos vendido 130.000 discos. Por eso tenemos el cuádruple disco de platino.
Hoy estoy en una gira donde recién estoy presentando algunas canciones, pero oficialmente comenzamos la gira en mayo y es el primer trabajo que me va a llevar a otros países.

 

El Debut como Productor
- Fue todo un desafío porque es una línea muy delgada la de la auto producción; de repente uno tiene  muchas posibilidades de perder la objetividad, pero fue por eso que en la coproducción conté con mi hermano Ariel Pintos y Marcelo Predacino, quienes están de gira conmigo y además son grandes productores que ya me acompañaron en otros discos.
Yo tuve con ellos, la certeza y la tranquilidad de que si en un punto podía perder la objetividad ellos iban a saber darme otro punto de vista. Fue muy cómodo trabajar de esa manera y me permitió tener una excelente experiencia como productor por primera vez. 
Sobre  el contexto Socio-económico que atraviesa el País
- Todos sufrimos la suba de precios, la inestabilidad que provocan estas situaciones. Nos gusta estar seguros de las cosas que suceden y frente a cambios económicos tan bruscos la seguridad se va perdiendo porque muchas veces no entendemos bien que está pasando.
Confió en que, quienes ocupan cargos políticos, hagan las cosas lo mejor posible. Me parece que hay que dar tiempo respecto a las medidas que se toman como en cualquier gobierno existente.
Metas personales Pendientes
- Este año tengo pensado terminar el secundario. Es mi proyecto, veremos si los tiempos me lo permiten y cuando finalice esa etapa me gustaría estudia Letras en la Universidad. Ojalá pueda lograrlo porque me va a dar herramientas para componer y porque sería un cable a tierra.

 

El Mar
- Es una de las canciones más especiales del nuevo disco. Además de darme la oportunidad de poder escribir al motivo real, también me di el gusto de escribir una canción, utilizando como protagonista uno de los elementos naturales que más me emocionan y tienen que ver conmigo.
2014
- Seguimos con esta gira que se llama Revolución Sueño Dorado hasta abril.
El 10 y 11 de mayo voy a presentar oficialmente “Abel” en el Luna Park. Todo el mes de mayo tocaremos en Capital Federal. Junio y julio vamos a descansar y a partir de agosto presentaremos en gira por todo el país el mismo concierto del estadio Luna Park y los primeros viajes promocionales y conciertos en otros países.
Finalizando la entrevista, Abel agradeció al público de Rivadavia por elegirlo nuevamente y afirmó,”Trabajo por mis deseos y sueños. Nunca supe qué iba a suceder. Y me siento muy feliz de vivir todo esto que me está ocurriendo. La clave es disfrutar. Después de todo, no nos llevamos nada de esta vida.

 “Ahora un estadio es posible”

10 MAY 2013 | 11:09 Abel Pintos, que inicia una serie de cinco presentaciones en el Luna Park (“inicialmente pensaba hacer uno solo”), ya se plantea un nuevo objetivo. “Paso muy seguido por algunas canchas de fútbol y las miro y ahora no las veo tan lejanas”, reconoce. 

Por DARIO DOALLO 

¿Desde el arranque la idea era hacer cinco shows en el Luna Park? 
_Pensamos en hacer uno, sabiendo que era probable hacer otro más. El año pasado habíamos tocado siete veces en el Opera, que es mucha cantidad de gente, son casi 15 mil personas. Sabíamos que estábamos cómodos para hacer algún Luna más. Pero por decisión propia dijimos ‘hagamos uno, hagamos un gran festejo de estas dos giras, de “Reevolución” y de “Sueño Dorado” (sus últimos dos álbumes), y luego metámonos a grabar el disco nuevo. En un día se vendió la primer función, entonces agregamos una más y también se vendió en un día. Entonces dijimos de completar el fin de semana. Como también se vendió, ahí tuvimos que sentarnos a pensar qué hacer. Finalmente decidimos agregar uno más y tener un quinto por las dudas. La verdad que el cuarto también se vendió enseguida y ahí lanzamos el quinto, pero sabiendo que ya no podíamos sumar más.

¿Sacaste la cuenta de cuenta gente te va a ver durante los shows? 
_Llevamos vendidos más de 25 mil entradas. Es un número impresionante. Estamos muy sorprendidos y muy felices. Superamos ampliamente nuestras expectativas.

¿Qué te genera esa cifra? 
_Mirá, yo paso muy seguido por algunas canchas de fútbol y las miro y ahora no las veo tan lejanas. Es posible (risas). Es un paso más, la gente que trabaja conmigo es muy partidaria del paso a paso, como dice Mostaza Merlo, tenemos proyectos que queremos concretar de a poco. Por el momento no lo vemos tan lejano. Nosotros elegimos los lugares donde vamos a hacer conciertos de una forma conceptual con el espectáculo. Por eso si el disco que viene conceptualmente encajara en un estadio, bueno, sabemos que el margen de público hoy es propicio. Contar con esa posibilidad es una ilusión.

¿Luego de una gira por todo el país, tocar en Buenos Aires es especial? 
_Después de tantos viajes durante el verano, entre enero y marzo hicimos 50 conciertos, o sea, no estuvimos nunca en Buenos Aires, entonces hacer un concierto acá, fuera de toda la emoción mitológica que significa el Luna Park, es como tocar en casa. Eso genera una sensación distinta. Además, acá te vienen a ver muchos porteños pero también, como en toda ciudad cosmopolita, mucha gente del interior. Muchos que viven acá y que cuando yo estoy en su provincia natal no puede estar ahí. Eso está bueno. Por otro lado, Buenos Aires tiene la carga positiva y emotiva de ser el gran núcleo cultural del país. Por acá pasan todas las bandas, todos los espectáculos, todas las obras de teatro, eso lo transforma en una plataforma cultura muy importante, es una vidriera, todo el mundo se entera de lo que vos hacés en Buenos Aires.

Mucho tiempo antes de llegar al Luna Park, a donde anticipó que habrá “varios invitados sorpresa de diferentes géneros”, el niño Abel Pintos comenzó a soñar con un futuro dentro de la música. Aunque primero debió escaparle al mandato de su ciudad natal, Bahia Blanca, conocida como “la capital de básquet argentino”. “Llegué a entrenar en un club, el Bahiense del Norte, que luego se hizo mundialmente famoso por ser el club de origen de Manu (Ginóbili). Aunque nunca llegué a jugar un partido oficial. Igual, me gusta el básquet y a veces me cuelgo mirando un partido”, comenta Abel (28) en una distendida charla con La Razón en un bar de Palermo, que él eligió por su tranquilidad. Luego de su frustrado paso por el deporte, que confiesa que le gusta y que es necesario para su carrera salir a correr y estar entrenado, llegó el turno de hablar de lo que más le gusta. “Empecé a cantar a los 9 años en un coro y a los once me largué como solista”.

¿Nunca te saturaste? 
_Saturación no, lo que sí me sucedió ni bien arranqué es que yo era muy chico y al año de empezar a cantar en peñas había grabado un casete y habíamos vendido 4 mil copias en una ciudad de 300 mil habitantes. En un momento me vi tocando todos los fin de semana y me asusté un poquito. Dije ‘voy a parar un poco, porque antes de que crezca la cosa quiero saber si es realmente a lo que me quiero dedicar’. Y paré seis meses y en ese tiempo me di cuenta que extrañaba horrores el escenario y todo lo que significaba. Así que ahí empecé de nuevo, a los doce, y nunca paré hasta el día de hoy.

¿Y cuándo te diste cuenta que ibas a vivir de esto? 
_Se dio naturalmente. Nunca me lo propuse. Yo empecé esto con la misma inocencia que un niño dice ‘yo quiero ser bombero’, sin saber que un bombero es voluntario.

¿Cuándo fue el quiebre? 
_Creo que a los 13. Antes de grabar mi primer disco de la mano de León Gieco, en el ‘98, ya estábamos ganando unos pesos que servían para pagarle a los músicos, que era gente con familia, y para los gastos del traslado. Yo empecé a ganar plata en mi primera gira nacional, cuando estuve en manos de un productor de Buenos Aires, que era el productor de León. Ahí empecé a tener mis primeros contratos y a ganar dinero. Entonces pasé a vivir de la música naturalmente.

Por último, ¿te quedan sueños por cumplir? 
_Tengo muchos sueños e ilusiones. Cuando me paro de frente a una nueva etapa, ahí es cuando pienso qué cosas quisiera vivir en esa etapa. Sé que a lo largo de mi vida tengo muchas cosas por cumplir y no me parece que haya que cumplirlas de manera desordenada. Me gusta fijarme qué aprendí hasta ahora y después pensar que me falta aprender o que me gustaría vivir en esta etapa. Te podría nombrar cientos de cosas, me gustaría tocar en Vélez, me gustaría tocar en River, en la 9 de Julio, me gustaría poder tener mi propio estudio de grabación, me gustaría tener mi propia escuela de música, escribir y editar libros, me gustaría hacer giras por el mundo. Miles de cosas te puedo nombrar. Pero la verdad es que trato de ir ordenando para poder focalizar e ir “a por eso”.

 "SIEMPRE SOÑE CON SER UN CANTANTE POPULAR"

El sueño dorado de Abel Pintos: se llevó el Gardel de Oro


23 AGO 2013 El cantautor bahiense recibió el mayor reconocimiento de la industria discográfica. IKV, el otro gran ganador. 

Abel Pintos fue el gran ganador en la noche de la industria discográfica argentina al conseguir el miércoles por la noche tres Premios Carlos Gardel, incluido el de Oro, en la ceremonia que se realizó en el Teatro Opera.

El músico bahiense primero subió al escenario para recibir el galardón a mejor Album Artista Masculino Pop por “Sueño Dorado” y, muy contento, afirmó: “Hace unos años gané como artista de folklore, después como folklore alternativo y ahora artista pop. Algo que es una alegría porque siempre soñé con ser un cantante popular. Brindo por una música sin géneros”. Luego, Abel se adjudicó el premio a Canción del Año, también por “Sueño Dorado”, después brilló con una serena versión de ese clásico que es “La llave”. Pasada la medianoche, Pintos subió por última vez al escenario para recibir el premio Gardel de Oro, que agradeció con mucha emoción.

Organizada por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas, los Carlos Gardel también tuvo como otro gran ganador a Illya Kuryaki and The Valderramas, el dúo de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur, que consiguió cinco estatuillas por su disco “Chances”: mejor Videoclip, Album de grupo de rock, Producción del año, Diseño de portada e Ingeniería de grabación. Además, los IKV ofrecieron una de las actuaciones de la fiesta al subir al escenario a tocar “Aguila Amarilla”, durante la cual se exhibieron imágenes del fallecido Luis Alberto Spinetta, a quien está dedicada la canción.

Por su parte, la cantante y actriz Susana Rinaldi recibió el Gardel a la trayectoria y lo dedicó a los hombres de la cultura y a todos los músicos

Viernes 23 de agosto de 2013 

Abel Pintos: “Cantar en mi cumpleaños es un lujo y el mejor regalo”

El bahiense festeja hoy sus 30 años y los celebra con el sexto recital ante un estadio colmado. La seguidilla termina el martes, con el séptimo y último. Un fenómeno de popularidad.

Por Magdalena Tagtachian

Canta parado sobre una silla, o paseando sus piernas larguísimas y flacas por el escenario, o acurrucado cerca del piso. Poco queda hoy del nene que a los seis años empezó en el coro de su ciudad, Bahía Blanca. Apenas terminado su cuarto recital en el Luna Park (de los siete que completará presentando su último disco: ABEL), el músico anticipa lo que viene: “Cantar en el Luna el día de mi cumpleaños es el mejor regalo. Siempre me gustó programar conciertos en esta fecha. Es el modo de festejar que más disfruto, y hacerlo en el Luna Park es un lujo”. 

Sobre el escenario, Abel Pintos interpretó las canciones de su noveno disco, y confirmó su notable fidelidad con el público, pero también su crecimiento como artista pop y de baladas. “Me reconozco como un músico folclórico y popular. El folclore es el saber del pueblo, no un hombre vestido de gaucho al lado de una guitarra para tocar una chacarera. Busco ser un músico popular como fueron Los Chalchaleros, y hoy son el Chaqueño Palavecino y la Mona Jiménez”.

Hincha de Racing e interactivo, Pintos supera el medio millón de seguidores en Twitter (@abelpintos), y él mismo maneja Facebook (Abel Pintos-Oficial) pero también otras redes sociales como Instagram (@fotosdemusicayvida) y Keek (con videos que él graba). Así su gente no sólo se entera de novedades sobre las giras y los shows (hizo más de 115 en los últimos ocho meses), sino también cuando organiza un concurso literario, sube fotos de amaneceres y hasta cuando cocina una paella o sale a correr ocho kilómetros.

“Me gusta compartir cosas cotidianas. Además, las redes son una excelente herramienta para difundir. Me adapté a medida que entendí sus dinámicas, pude marcar mis tiempos y, sobre todo, me divertía”.

Su ida y vuelta con la gente es natural. Hace un rato, en el estadio casi en penumbras y con el rugido del mar como fondo, Abel caminó hacia un costado del escenario y se acomodó en una silla. La euforia femenina se detuvo por unos minutos para escuchar su confesión: “A veces, en los conciertos llegan momentos difíciles. Porque, más allá de que uno hace lo que ama y vuela en cada canción, interpretar este tema me resulta complicado por todo lo que significa y genera para mi. Les agradezco la confianza y que me escuchen”.  Entonces sonó “El Mar”, con orquesta en vivo, y Abel desarmó su corazón: “Mirar el mar ya no sirve, no me da la calma, vivo del último beso que guardo en el alma...”.

En sus delgadísimos 74 kilos repartidos en 1,86 metro, quedaron expuestas sus emociones. Aplauso cerrado. Antes y después, el público acompañó a la perfección y de memoria las letras más nuevas de su último disco: “Cuantas veces”, “Aquí te espero” y “Tanto Amor” (el video lo protagonizan los bailarines Hernán Piquín y Cecilia Figaredo) y siguió al ritmo de sus hits: “La llave”, “No me olvides”, “Todo está en vos” y “Aventura”. Para cerrar con Reevolución , con la que Abel invitó al escenario a Santiago Aysine, líder de la banda Salta la Banca. El estadio se vino abajo.

La fiesta promete repetirse esta noche, con la celebración por su cumple y cerrará el martes 13, con el séptimo Luna, todo vendido. Abel, el chico que fue bautizado así porque cuando nació su tía leía la Biblia (“estaban entre Caín y Abel, por suerte eligieron el hermano bueno”, ríe él), se despide con un hasta luego. En agosto sale de gira por el interior y el 8 de noviembre se verá con otro desafío: cantar en el estadio Unico de La Plata, ante 55 mil personas.

Abel Pintos: «Lo que necesitamos en el mundo es la objetividad»

AGENCIAS el 18/10/2013 

El cantautor Abel Pintos aseguró que "lo que necesitamos en el mundo es objetividad", después del lanzamiento de su nuevo disco, Abel, donde sus canciones van hacia un pop más melódico y romántico.

Télam - "El hecho de que el CD lleve sencillamente mi nombre como título no significa que es el disco que más me identifica, sino que tiene más que ver con el concepto global del disco y a las letras en general", explicó Abel Pintos, cuyo trabajo ya alcanzó el doble platino (50 mil unidades).

 

"Hago hincapié en las letras y, lejos de la autoayuda, hago hincapié en que necesitamos en el mundo objetividad y poder mirar las cosas desde afuera para poder comprometernos con los pensamientos, siento que eso es fundamental para el vivir de cada día", manifestó.

 

Abel es el noveno álbum de su carrera, sucesor del CD y DVD Sueño dorado, grabado en vivo en la ciudad sagrada de los indios Quilmes, en Tucumán.

 

El nuevo álbum fue grabado entre agosto y septiembre con la producción del mismo Pintos, junto a sus guitarristas Ariel Pintos y Marcelo Predacino.

 

"No sé si es mi mejor disco —destacó Abel en diálogo con Télam— lo que sí sé es que me comprometí más en el estudio, estuve más pendiente de los sonidos junto con Ariel y Marcelo que saben mucho más que yo, en ese caso puede ser que lo sienta más personal".

 

"Me dediqué a hacer un disco de canciones sin pensar en los géneros musicales. Mi formación musical siempre fue muy ecléctica, desde Mercedes (Sosa) y León (Gieco) hasta A.N.I.M.A.L., la primera formación de mi amigo Andrés Giménez, Metallica, Rubén Blades y Pantera", dijo.

 

"En todos estos años fue el público quien aceptó mis canciones —agregó— y justamente el contenido de las letras apuntan a aceptar distintas circunstancias, cuestiones personales que uno elige, a veces acertadas, otras no, pero todos parten desde un mismo lugar, el corazón".

 

Aquí te esperoYa estuve aquíTanto amorLo que soyArder en libertadDe solo vivirEl mar,Alguna vezQue te vaya bienCuántas vecesLibertadMotivos y A-Dios, son los temas que integran el nuevo trabajo.

 

"Junto a la producción de la cual me comprometí más en esta oportunidad con Ariel (Pintos) y Marcelo (Predacino), no quiero olvidarme de Pablo Durand quien se hizo cargo de la parte artística y el grosso de Guillo Espel a cargo de la dirección de cuerdas, todo muy medido", destacó con entusiasmo.

 

En los últimos tiempos, Pintos obtuvo tres premios Gardel, incluyendo el de Oro (máximo galardón), triple platino por el CD-DVD Sueño dorado, realizó 7 teatros Opera, 5 estadios Luna Park y fue la figura más convocante al recorrer el país y en los festivales más importantes.

 

"En mis comienzos todo me costó mucho, no quiero olvidarme que a los primeros conciertos no iba tanta gente, por eso es que ahora este momento lo tomo con mucha tranquilidad, porque tengo mucho para aprender, muchísimo y eso realmente es lo que me hace feliz", afirmó.

 

Pensando que la presentación de Abel será el próximo año (mayo o junio), el artista adelantó que "tenemos previsto shows de la gira Reevolución-Sueño dorado donde seguro mostraremos alguna de las nuevas canciones por los festivales de temporada y en diciembre vamos a hacer una fecha en Capital también".




 







TODOS UNIDOS POR ABEL


 


 

 




 

 
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Siempre junto a Abel
 



















 




 
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