Reportajes 2012 II

“No me encierro en ningún género musical” (Revista El Federal) 

A los 28 años se consolida como un artista libre, con un estilo propio en donde confluyen varios géneros y un tratamiento desprejuiciado de ellos. Estrena un disco con aires electrónicos de sus temas clásicos y habla de todo: el folklore, el cruce de ritmos, su estrategia para vender discos y sus ganas de escribir un libro.

Victoria Bazán sube a la camioneta de papá y apoya sus tres añitos a pata ancha. No pone condiciones usuales para el paseo. Ni caramelos ni juguetes ni globos coloridos. Tiene una ante la cual no declina, sino rompiendo en llanto: sólo pasea con papá si en el estéreo suena Aventura o Cactus, sus canciones favoritas. “Poné Abel, papu”, le pide Vicky a papá Víctor, quien, derretido, sube el volumen y tararea con ella alguna de las canciones de Abel Pintos, un artista que atravesó diagonalmente generaciones y géneros hasta hacer nacer eso que puede conocerse como el “estilo Abel”. 

Todo está en vos. Llega con la cabeza hundida en una capucha, el paso apurado y el ceño apretado por una garúa que se congela en el aire de Buenos Aires y tarda en caer, como en una escenografía de película londinense. Puntual, simpático, pide un sándwich que se pierde en un matorral de hojas verdes que lo acompañan y, mientras bebe licuado de frutilla, naranja y jengibre con azúcar, habla. Porque Abel Pintos, además de cantar con fervor, habla con fervor. “Estoy cumpliendo 15 años de carrera discográfica y, al mismo tiempo, estoy en pleno crecimiento. Eso me genera una situación muy armónica: tengo el aplomo del que vivió muchas cosas y la inquietud del que sabe que todavía adolece de mucho conocimiento. No soy un adolescente en la vida, pero sí en la música. Este disco significa parar la pelota. El éxito que fue creciendo disco tras disco se fue dando de manera paulatina, a medida que yo me iba desarrollando como persona y como artista”, suelta.
Con “Reevolución”, su disco más popular, su convocatoria se reafirmó en una geografía popular: su nombre se hizo número puesto en los festivales y sumó público al que ya tenía. “Para ellos hicimos un resumen de estos 15 años. Pero no quería un disco de catálogo, sino un trabajo que marque un crecimiento.” Habla de “Sueño Dorado”, bautizado con el nombre de la primera canción que Abel escribió. “Tendríamos que haber hecho un disco doble para meter todas las canciones que signifiquen mucho para mí y para mi público. Quisimos
hacer un balance para el público nuevo y, al mismo tiempo, aportar canciones para los que me siguen.” 

Con principio y sin final. Es difícil saber si éste que lo tiene andando por el país es el mejor momento de su carrera. No porque no se sepa qué hay detrás, sino porque Abel es un artista sin techo y entonces uno corre el riesgo de repetir el lugar común dentro de un tiempo. Es, eso sí, un momento de rica cosecha. Porque hubo semillas sembradas. 
El sueño de todo compositor es algo similar al suceso que lo tuvo como protagonista hace unos años. En La Rioja, una provincia que siempre lo recibe con butacas llenas y alto fervor. Abel cantó Tu voz. Y la gente también; más fuerte que él. “Me quedé helado: fue muy fuerte esa sensación, tanto que la volví a cantar en el mismo show. Ahí nació una costumbre: una canción fundamental de mis discos, abren y cierran el concierto.” 
-¿En dónde está lo popular? ¿Se lo puede palpar en que la gente cante tus canciones?
-Lo popular está en que uno pueda crear canciones y generar una música que identifique a la parte del pueblo que elige acompañarte en tu música, porque yo creo que todos los músicos son populares. 
-Pero es un acto íntimo la composición, un momento en que uno se arranca algo sin mirar a la gente, sin saber si eso va a ser realmente compartido.
-Está bien, pero todo lo que sucede en el mundo, lo bueno y lo malo, es mucho. Pero las raíces son pocas. Los músicos diversificamos de manera diferente. Yo canto al amor desde mi lugar y vos desde el tuyo. Pero ambos cantamos al amor. Nace de un impulso íntimo la canción, pero también nace desde ese lugar en que nos conectamos todos más allá de las diferencias. En los conciertos, me emociona que durante dos horas miles de personas que no nos conocemos podamos conectarnos con las mismas historias, con las mismas canciones. 
-Es un punto común, misterioso.
-Es un punto sobre el cual se diserta mucho en las canciones, en los poemas, en el arte en general, en la religión, en la espiritualidad. Pero me parece interesante que no se pueda llegar al origen.

Crece desde el pie. Se recuerda de niño escuchando a Ignacio Copani, a Johny Tolengo, a Roberto Carlos, a Carlitos Balá.
Escucha Foo Fighters, José Luis Perales, TV on the Radio, Joaquín Sabina, Zero Seven, Joan Manuel Serrat. “No hay ningún género musical que
no me guste. Soy un tipo muy pasional y desde ese lugar hago mi música. Todo corre paralelo a lo que esté viviendo. En algún momento de la vida, cuando tenga más historias que contar que preguntas por responderme, tal vez mis discos sean más parecidos entre sí, como los de Perales. Hasta que llegue ese momento, van a ser muy distintos uno del otro. Por eso el tema de los géneros me tiene sin cuidado no me encierro en ninguno de ellos.” 
Música escucha todo el tiempo, casi siempre en su teléfono móvil. Aprovecha los tiempos en los hoteles y compra discos por Internet: tiene una biblioteca. “Voy en búsqueda de cosas nuevas. Mi hermano -Ariel, guitarrista de la banda, socio en las canciones- me hace conocer mucha música o Fabricio Rodríguez (armoniquista, líder de la banda Mr. Mojo), un amigo, que también me pasa música.”
La explicación a tamaña apertura está en la patria de todos: la infancia. Sus hermanos, 8 y 11 años mayores que él iban a recitales cuando Abel no había empezado a afeitarse. Ese fue el primer golpe de suerte; de ellos bebió In Utero, de Nirvana, escuchó canciones de Metallica casi hasta romper los vidrios de la casa. Pero también se conectaba con la tierra. Su padre, que tocó la percusión en un disco suyo, cantaba folklore. Cuando creció el perfil se le definió: conoció a Mercedes Sosa. “Ahí se me terminó de abrir el mundo, porque encontré emocionalmente lo que escuchaba en todos los géneros: una síntesis de todo”. Descubrió que podía enloquecer con un sólo de la viola de Metallica o emocionarse con Un son para Cándido Portinari. “Ahí descubrí el amor por la música”, revela. A los 9 años le dijo a sus padres que si escuchar a Mercedes lo hacía feliz, ese era su mundo. Pero antes debió andar un camino. Papá vendía transformadores y disyuntores en la calle y su madre, además de ama de casa, limpiaba en casas de familia. Sus hermanos trabajaban en una empresa de transporte y entonces Abel se quedaba todo el día solo en casa y los padres querían para él una ocupación. La altura lo obligaba al básquet, la habilidad al fútbol. Pero mamá no tardó en saber que el niño no tenía su fuerte en el deporte. “Yo quiero cantar”, se plantó. Fueron al conservatorio, pero la opción no era viable: una familia de clase media no lo podía pagar. Entonces encontró un coro gratuito. Y empezó. 
-El tuyo es un género propio que sintetiza el eclecticismo, pero tiene una esencia personal, ¿creés que tu forma puede animar a otros a componer desde un completo desprejuicio? 
-No creo que sea a partir de mí. El folklore siempre permitió eso: tuvo muchos momentos de renovación. Hace 40 años cuando irrumpió Cuchi Leguizamón o Daniel Toro hacían algo distinto a lo que se escuchaba en ese momento y hoy la música de ellos es tradicional. Lo mismo pasó con Raúl Carnota, Chango Farías Gómez, Peteco Carabajal.

Abel lee libros en papel. “No soporto leer en pantalla.” Estudia guitarra, lee varios libros al mismo tiempo, sin distinguir entre cuento y novela y entre ensayo y literatura. En la sobremesa lee un cuento, pero también lee mientras viaja. Le gustaría haber escrito “Mi planta de naranja lima”, del brasileño José Mauro de Vasconcelos, el primero que leyó en su vida, que lee una y otra vez y vuelve a emocionarse. “Es el más certero a nivel emocional”. La misma emoción que provocan sus palabras, su voz y su música en los tres años de Victoria.

Abel Pintos: Uno es parte de una fiesta que es de la gente 

Abel asegura que los festivales siempre le dan posibilidad de tocar por primera vez para mucha gente, y eso lo estimula.

“Estar entre los números centrales, en cualquier festival, es un verdadero privilegio –explica Abel Pintos al teléfono desde Malargüe–. Para los organizadores de festivales es siempre complicado administrar los tiempos de cada artista, sobre todo cuando está la tevé. Vivo con mucha felicidad la popularidad que me permite disponer de más tiempo con el público, pero más allá de eso siempre fue un placer y un honor ser parte de los festivales de la Argentina, independientemente del tiempo”. Sin embargo, Abel agrega que poder contar con más espacio le permite ofrecer “un show mejor articulado, poner en juego distintos climas y llevar al público lo más cerca posible de una situación de concierto”.

Tras un 2012 que lo afirmó definitivamente, con un disco en el que repasa su discografía con nuevas versiones y un ritmo vertiginoso de presentaciones en vivo, Pintos es sin dudas uno de los artistas más taquilleros de la temporada, pero además uno de los más personales. Acaso por eso es de los más esperados en esta edición de Jesús María.

–¿Qúe presentarás de tu disco “Sueño dorado”?

–Normalmente en las fiestas populares y los festivales suelo hacer un repaso de mis discos y Sueño dorado es un repaso de 15 años de carrera discográfica que se cumplieron el año pasado, por lo que conceptualmente podría estar todo. Cada uno de mis discos tiene un carácter determinado, independientemente de que haya continuidades e hilos conductores que han ido delineando mi estilo. Por eso, a la hora de presentar distintos momentos de discos variados, se acentúa la necesidad de marcar climas y espacios distintos.

–¿Qué te gusta más de los festivales?

–El carácter del público. La gente está en un relax total y no vino sólo a escucharte a vos. En todo caso uno es parte de una fiesta que es de la gente. Uno es el forastero. No es como cuando tocas en un teatro, que la gente vino a escucharte a vos.

–Igual hay mucha que te sigue y esta noche irá al festival por vos.

–Sí, es cierto, pero también hay mucha que ni sabe que estoy. Lo lindo de los festivales es que te dan la posibilidad de tocar por primera vez para mucha gente. Eso me estimula muchísimo.

–¿Qué virtud resaltarías de Jesús María?

–Es uno de los grandes festivales del país y tiene mucha mística. No es que uno va a tocar sólo a un festival multitudinario que se transmite por TV. Uno va a una fiesta que es parte de la historia de la música popular argentina. Jesús María está por cumplir 50 años: medio siglo de músicos populares argentinos. Es una escuela, yo crecí escuchando Jesús María.

Pintos cuenta que el año pasado hizo dos giras de conciertos paralelas, por lo que para este anuncia, después del trajín festivalero del verano, una pausa creativa. “En 2012 por un lado tocamos en festivales y fiestas populares el repertorio de Reevolución –explica– y por el otro presentábamos Sueño dorado en teatros y estadios. Hicimos 150 conciertos en un año y además sabíamos que nos esperaba una temporada intensa de festivales. Y así es: a fines de marzo serán 50 los conciertos del verano. Por eso desde un comienzo dijimos que entre abril y agosto no saldremos a tocaren vivo. Tomaré un descanso y empezaré a preparar un nuevo disco que saldrá en octubre”.

 

 

 

Abel esta de regreso


Abel habla de su próximo álbum, del Barloa, de los vinos mendocinos y de su contacto virtual con sus fans, a quienes les sorteará cada libro que termine de leer 

 

- ¿Y te han gustado algunos vinos mendocinos? 

- No soy un catador muy específico pero he probado muchos vinos mendocinos, especialmente el malbec y he visitado varias bodegas. 

- ¿Cómo te preparás para una gira de 50 conciertos en tres meses? 

- Hago una preparación física previa, una especie de concentración (risas). Son muchos conciertos en pocos meses y los encaro con muchas expectativas porque, entre otras cosas, vamos este año a visitar varios lugares por primera vez y a volver a otras ciudades que hace tiempo que no visito y en las cuales tengo recuerdos muy lindos. 

- Después del súper cover "Cactus", de Cerati, ¿te picó el bicho para reversionar otro tema de rock? 

- Hay muchas canciones que me gustan del rock como para poder interpretar alguna vez, sin embargo siempre digo que no me gusta hacer una versión simplemente por hacerla. A veces siento que otra canción de otros autores podría complementar mejor el concepto de alguno de mis álbumes, eso ocurrió con "Cactus". Tengo una larga lista de temas de otros autores que estoy seguro que el tiempo los va a acomodar solos cuando haga falta. 

-¿Y cómo viene el próximo disco? 

-Estoy escribiendo las canciones, estoy pensando en el diseño de producción, también en el concepto del audio. También estoy pensándolo para sacarlo de gira, porque todos estos elementos conforman un todo, están siempre muy relacionados. Por otro lado, hasta ahora sé que lo vamos a editar este año aunque no creo que sea antes de octubre. 

-Te vi en un video subido en un famoso blog socialista de Chávez. ¿Qué tanto te sorprende el alcance de Internet para ampliar y proyectarse? 

-El fenómeno de Internet me genera una sensación de libertad muy grande en el sentido de que siento que todos los artistas del mundo tenemos la posibilidad de llegar de forma más inmediata a lugares impensables. Siento que hoy más que nunca es muy posible llegar al mundo entero, hablando del tema de la difusión, específicamente. Esto no quiere decir que esté de acuerdo con la descarga ilegal de música, pero sí creo que internet es una herramienta de difusión muy importante, incluso una herramienta de venta, pero siempre dentro de los marcos legales y el respeto de todos los que participan en el proceso de producción de un disco o de un espectáculo. 

Dicho oportunamente, Abel es uno de los cantantes jóvenes que más interacción tiene actualmente con sus seguidores en las redes sociales. Diariamente sube tanto a Facebook como a cuenta de Twitter, expresiones de su pensamiento, sus ocurrencias durante las giras, recomienda libros y aplicaciones y comenta sus gustos y sus canciones. Hace unos días, ha prometido sortearle a sus fans los últimos tres libros que ha terminado de leer: "La montaña mágica" de Thomas Mann y dos de Haruki Murakami; "De qué hablo cuando hablo de correr" y "Tokio blues". 

-¿Cómo se te ocurrió eso de que estás sorteando libros? 

-Leo mucho y creamos un hashtag en Twitter llamado "literaturasi", donde un grupo de personas subimos las frases de los libros que estamos leyendo que más impresión nos causa. Y se me ocurrió que, siendo una persona que no se apega demasiado a las cosas materiales, decidí que cuando termine de leer un libro lo iba a regalar por internet. En realidad, todavía no he sorteando ninguno porque quiero encontrar una forma, un sistema, que ayude a la persona como incentivo a la lectura. El objetivo es impulsar la lectura. De allí a entregar en los próximos días los libros de Thomas Mann y de Haruki Murakami. 

-¿Cómo surgió la idea de cantar con tu padrino en la Costa Atlántica?

-En realidad León y yo trabajamos en la misma productora, "Dharma Producciones" y le habíamos propuesto hacer una fecha en la Costa Atlántica por separado y terminamos al final programando una juntos. Hace mucho tiempo que no compartíamos un mismo escenario y nos pareció que estaba bueno esta vez. Él viene con un disco súper interesante y yo con un momento especial. Tenemos un lazo de cariño muy profundo.

Abel Pintos: "Los jóvenes de Argentina tenemos mucho para decir"

 

El cantautor Abel Pintos fue reconocido este martes por el Concejo Municipal de Bariloche como Huésped de Honor de la Ciudad. En un acto realizado en el Teatro La Baita en el que participaron el secretario de Turismo municipal, Fabián Szewczuk; la presidenta del Concejo Deliberante, María E. Martini y la directora del Teatro Paula Fenoglio, el artista recibió la distinción por su "trayectoria y aporte cultural a nuestro país".

"Pienso que una de las cosas más importante en mi música es la oportunidad de poder compartir con el público todo lo que me sucede. La música es para mí la posibilidad de canalizar mis emociones y mis experiencias. Entonces, tener la oportunidad de compartir eso, me hace inmensamente feliz”, destacó el músico al recibir la distinción.

"Tengo muchos motivos por los cuales sentirme agradecido con todos ustedes. Desde mi primera visita a Bariloche a los 14 años siempre fueron muy amables y generosos al recibirme. Mi relación con el público local ha crecido de una manera paulatina así como yo he ido creciendo en mi vida y en mi carrera", dijo.

"Los jóvenes de Argentina tenemos mucho para decir y mucho para dar a través de nuestra música. Más que un reconocimiento personal, interpreto esto como un reconocimiento generacional", explicó Abel.

El músico reconoció que lo une una relación muy especial con Bariloche porque tiene familiares y amigos en la ciudad, y porque desde niño vivió algunos años muy cerca, en la ciudad de Cutral Co.

Abel Pintos se presentó anoche en el Teatro La Baita y cerrará su paso por la ciudad este martes presentando su último disco “Sueño Dorado” con localidades totalmente agotadas.

 

Abel Pintos: “Mi popularidad en Bahía fue creciendo con cada disco”

 

La humildad es el tesoro de los grandes. Con una sonrisa y envolviendo el ambiente de paz, nos recibió Abel Pintos, el artista bahiense que triunfa en todo el país.

La sencillez de muchacho de barrio parece no haber desaparecido de su esencia. Se pudo apreciar desde el instante en que llegó al lobby del hotel y saludó uno por uno a los presentes. Incluso ante el pedido de autógrafo de una madre junto a sus hijos antes que hiciéramos la entrevista.

Simulando aquella vez que el pequeño Abel se acercaba a Raúl Lavié para expresarle su admiración y acercarle una demostración de su talento; un niño de 10 años que pedía una firma aprovechó la oportunidad de tener delante a su ídolo y le cantó, como si se encontrara en un casting, una parte del tema Ojos de cielo. Emocionado por la muestra de afecto, Abel Pintos y el niño se estrecharon en un abrazo. Como premio, el cantante bahiense lo invitó a la prueba de sonido. ¿Se habrá sentido del otro lado del mostrador? ¿Habrá recordado sus inicios? Sin dudas un gesto de grandeza.

"Siempre estuve deseoso de presentar un disco en Bahía. Vine a tocar muchas veces pero no en el marco de la presentación. Por eso, esta vez va a ser muy especial, estoy muy feliz. Este trabajo repasa los 15 años de mi carrera discográfica. Venir a mi ciudad y contar mis comienzos y mi actualidad con el público que me vio nacer, es fundamental", dijo Abel Pintos, en diálogo con LB24.

Otra situación curiosa, esta vez luego de la entrevista, fue el acercamiento de la Comisión Directiva del Club Villa Mitre. Es de público conocimiento la devoción del artista por este equipo. De hecho ha expresado en más de una oportunidad que cuando está de gira sigue los partidos del Tricolor por Internet.

A raíz de esto, le regalaron una camiseta con su nombre y un banderín. Aunque la parte más emotiva para el cantante fue la entrega de un carnet de socio honorario del club. Los directivos le agradecieron por nombrar al club en toda oportunidad que se le presenta, y él, gustoso, dijo: “¿Cómo no lo voy a mencionar? Si es el club de mis amores”.

"El cuidado y el estudio son mi forma de vida"

 

En una charla a solas con Puntanoticias, el destacado cantante y compositor whitense brindó detalles de su gira y sus comienzos.

"El público se muestra muy abierto con el álbum, hasta el momento llevamos 35 presentaciones en todo el país y siempre a sala llena", contó el cantante sobre la gira desde comenzó el pasado 16 de julio, presentando su último trabajo.

-¿En que momento de tu carrera llegas a Bahía?
"Llego en un momento muy importante para mí porque siento que ya aprendí muchas cosas, ya me curtí, pero siempre pienso que estoy creciendo".

Tras su paso por La Pampa, el último miércoles, y una extensa gira, nos contó cómo ve nuestro país, "El Argentino se dio cuenta cerca del año 2001, que no hay modelo político y económico que nos vaya a salvar, sino que somos nosotros mismos los que nos vamos a salvar levantándonos todos los días a laburar".

-¿Por qué a los 9 años una guitarra y no una pelota de fútbol o básquet?
"El deporte no me generó emocionalmente lo que me generó la música. Desde chico escuchaba a Mercedes Sosa y era feliz haciéndolo". 


El álbum "Sueño Dorado" tiene como corte de difusión "Cactus", tema compuesto por Gustavo Cerati. "Hacia mucho tiempo que no interpretaba una canción que sea el primer corte de difusión, muchas veces el público piensa que son mías, pero son de otras personas y las hago porque me han marcado a lo largo de mi trayectoria", reconoció.

 

Fuente: http://www.puntanoticias.com.ar

 

De visita por su casa

De Ingeniero White, Abel Pintos se fue a los 14 de vida. Tres más adelante se iba de Bahía Blanca y se instalaba en Buenos Aires para dedicarse, de lleno, a una carrera profesional que le valió ser revelación en el Festival de Cosquín, en el de Viña del Mar y ganarse un premio Gardel, si sólo de títulos se habla.
-- ¿Qué dejaste atrás y que te llevaste?
-- No dejé demasiado porque tengo muy presente a Bahía, donde viven parte de mi familia y amigos. Estoy muy al corriente de lo que ocurre allí a nivel social, cultural, deportivo... De gira, cuando tengo Internet, escucho los partidos de Villa Mitre. A ese nivel. Estoy muy ligado emocional y mentalmente.
-- Artísticamente, no te hemos podido disfrutar tanto.
-- Es cierto. Y ya planteé en mi productora la necesidad de revertir esa situación a partir de este concierto, porque además tengo proyectos culturales que espero poder desarrollar allí.
"Llevar... llevo conmigo todo lo que aprendí en mi niñez y que pude enriquecer con el paso del tiempo".
-- ¿Sos el artista que soñaste a los 13?
-- Viví mucho de lo que soñé, pero la vida es preciosa porque nos da mucho más de lo que podemos o nos atrevemos a imaginar.
"En Bahía, cuando recién empezaba, soñaba mucho. No sabía de qué forma ni en qué momento se iban a ir cumpliendo esas expectativas. Y cuando sucedieron, tuvieron una extra con la que jamás fantaseé.
"Soñaba con editar discos, pero no planeé ocho en 15 años; con hacer giras, pero nunca con siete Opera agotados; con llenar un estadio de fútbol y lo hice hace poco en Tucumán. Pero todo, esa noche, excedió lo imaginado. Esa es la magia de la realidad".
-- ¿Cómo es tu día?
-- Siempre, de una manera u otra, se vincula con la música, ya sea que cante, componga, trabaje en la computadora, estudie guitarra, piano, vocalice; lea o escuche canciones de la vieja escuela y de la vanguardia, porque me nutro mucho de todo. Lo hago todos los días de mi vida, no porque tenga que entregar un trabajo, sino porque es lo que me sale, lo que quiero hacer.
"La música es mi trabajo, porque es lo que hago cada día; y es mi carrera porque estudio para esto. Pero por sobre todo y esencialmente, es el destino y la forma de vida que elegí".

Efectos especiales
-- ¿Encontraste tu sonido?
-- Encontré la forma de seleccionar el audio que necesito para transmitir, de la manera más certera posible, lo que siento.
"El sonido de un artista va cambiando con los años, incluso disco a disco. Entonces, mi sonido irá cambiando. Pero a partir de lo aprendido siempre tendré elementos para ir por el camino más certero para revelar emociones".
-- ¿Te escuchás?
-- Me escucho adentro: qué quiero decir y cómo. Después elijo un sonido para eso. Reevolución , el disco anterior, fue muy pasional y usé una técnica mucho más agresiva desde el sonido. Sueño dorado es más emotivo, por eso, desde cierta suavidad, recorre todo el registro que yo pueda alcanzar.
-- ¿"El Antigal" a capella resume esas alternativas?
-- En El Antigal me mostré a mí mismo como instrumento. Trabajo los pianos, la media voz, la voz fuerte, los sonidos en la cabeza, la boca, la garganta, el pecho; mucho de lo que soy capaz de desarrollar.
-- Más las emociones...
-- Esencial. Sin emoción no hay sonido que a uno lo recorra.


Lugares de conmoción
-- ¿Cómo fue grabar en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes y por qué allí?
-- La elección fue bastante natural. Queríamos hacer un dvd en un ambiente natural, pero teníamos que encontrar una locación que técnicamente nos lo permitiera. Yo conocía el lugar, había quedado impactado con su energía y paisaje, lo propuse y los ingenieros de sonido hicieron el scouting del terreno y dio que era posible.
"Lo lindo de la experiencia fue que este disco, por el hecho de recorrer parte de estos 15 años de carrera, ya se planteaba conmocionante para mí. Todas esas emociones se potenciaron con la mística del sitio".
-- ¿Podrías grabar un disco en Bahía Blanca?
-- ¡Claro que podría! Me gustaría hacerlo y lo he pensado. De todos modos, si hacerlo en un estudio es complejo, mucho más a cielo abierto.
-- Si no dieran los escenarios para un registro en vivo, al menos contás con lugares increíbles para fotografiar en un videoclip, ¿cuáles elegirías?
-- Buscaría aquellos que fueron claves para mi vida artística: la Biblioteca Rivadavia, el Teatro de Ingeniero White, en mi colegio, en el salitral, en el Puerto, en la esquina donde se montaba el escenario de la Fiesta del Camarón y el Langostino, en la Plaza Rivadavia. Tengo que esperar a que se produzca una ocasión especial, como fueron estos 15 años.
-- Siendo tan detallista, ¿cómo hacés la selección de repertorio para tus discos?
-- Cierto: soy detallista, y muy meticuloso en la selección de canciones a interpretar, mías o de otros. Hay quienes seleccionan 40 canciones y van descartando hasta dejar doce más lindas para grabar. Yo siempre elegí o compuse doce de doce.
"No grabo temas porque me parece que puedan llegar a funcionar desde otro lugar que no sea el emocional. No grabo nada que no quiera y que no forme parte esencial de la parte de mi vida que estoy transitando o que acabo de cumplir".

En revolución
-- ¿Qué etapa precedió a "Sueño dorado"?
-- Un tiempo de balances. Estoy disfrutando de una armonía hermosa. Después de 15 años de carrera, me siento curtido. Aprendí, anduve, viví y es muy feliz saber que ya no soy ningún adolescente, que soy un adulto aunque todavía adolezco de mucho conocimiento. Bueno, en algún punto sigo siendo un adolescente que necesita muchos más escenarios para seguir madurando.
-- ¡Los han habido de golpe con la concentración de festivales en verano!
-- Sí. Y me sucedió hasta hace cuatro años que en enero, febrero y marzo tenía 15 recitales por mes. Desde entonces, el ritmo es alto y continuo.
-- ¿Se te exige la voz?
-- De ninguna manera. Pero tengo que estudiar y cuidarme mucho. El cuerpo, todo, responde también a la mente y al espíritu. Por eso busco que los tres sentidos estén en armonía. Soy muy atento a eso, muy responsable de mis órdenes internos.
-- ¿Qué rol juega en esa calma la cercanía de la familia y de un hermano que trabaja con vos?
-- ¡Es muy cómodo! Con Ariel nos conocemos mucho, emocional, personal y musicalmente. Trabajamos juntos muchas cosas desde la raíz porque nos entendemos muy bien. Ante una idea que necesito desarrollar en un riff, Ariel tarda muy poco en resolverla.
-- Conociéndose tanto, ¿han hablado de esta visita a su antigua casa?
-- En realidad no lo hablamos mucho y ¡volvemos los dos! Y porque yo también lo conozco, sé que a él también le cala muy profundo este regreso. En Bahía y la región, él tuvo proyectos musicales anteriores a mí, con su banda de rock y el blues, con colegas que aún viven allí. Curtió mucho ese escenario musical, mucho antes de plegarse a mi proyecto.
"Yo sé que este regreso a casa es muy significativo para él. Tanto como para mí".

Enfoque
Evolución en cuerpo y alma
Frente a un talentoso. Allí nos ubica el desafío de un cantante de pura cepa bahiense, ganador de espacios en la vidriera mayor por su marcada evolución.
¿Cómo habremos de conceptuar el avance a partir de su calidad, destinataria de grabaciones que almacenan reacciones para madurar en luz y color la riqueza de su don creador?
¿Cómo habremos de adivinar que en Abel Pintos se magnifica la realidad que surge en el transporte de sensaciones, mientras tiene vigencia el lenguaje del espíritu?
Simplemente lo haremos con la predisposición a vivir ese estado musical y dejar que la capacidad del alma aparezca en el tratamiento profundo de sus temas.
Su obra en música y palabras tal vez no alcanza para brindar por ella. El brindis debe ser mayor cuando afloran y se sublevan los tonos, capturando los filos emocionales para llegar a la generación de canciones y disfrutar de ellas paseando el placer, desde una nota sola al conglomerado del paladar artístico.
Lo hemos visto y oído. Lo hemos aplaudido. Nos asociamos a su plataforma, dosificada para distribuir sus trabajos.
¿Que nuestro tratamiento no deja de lado la figura menuda de aquel jovencito que alguna vez llegó a nuestra redacción enarbolando un pequeño casete donde guardaba Para cantar he nacido? Es la verdad.
Cualquier recorrido retrospectivo nos volverá a esa imagen del pequeño, locuaz y casi atrevido pibe bahiense. ¡Vaya recuerdo y su efecto!
Estamos celebrando y saludando otra vez la presencia en su casa. Gusto en hacerlo, recibiéndolo con la expresión bien doméstica de "¿cómo va todo Abel?" o para cambiar un rato de charla pura sostenida, por títulos ganados a su encuadre pop o la desesperación del ritmo, cuando entre charlas y sonrisas se abra camino alguna que otra chacarera.
No vale más aquello de que "¿es o no folklore?" No parece justo el ser selectivo. En todo caso, la canalización de la música admite la expresión romántica, la manifestación moderna apoyada en recetas técnicas o la belleza interior de la zamba jactándose de su poder emocional.
Mientras tanto, Abel está y convoca. En cualquier punto de nuestra geografía. Allí será saludado con el abrazo o el aplauso. En ambas expresiones, disfrutará seguramente de melodías cuya clasificación estará elaborada a gusto del consumidor.
No podría ser de otra manera. Estamos en presencia de Abel Pintos en pleno crecimiento.

 

Abel Pintos: el sueño dorado, cumplido

 

Cuando para algunos intérpretes quince años parecerían un número agotador en cuestión de giras y álbumes, en una era donde la maquinaria creativa también se pone a prueba frente a un mercado de estrellas efímeras que aparecen y desaparecen de la noche a la mañana en los rankings, no cabe duda que Abel Pintos es una excepción. 

Ese flaquito de 13 años que apadrinado primero por Raúl Lavié y después por León Gieco llamó la atención con su primer opus "Para cantar he nacido". Era en aquellos años una ráfaga de aire fresco, la voz de una nueva generación que fusionaba rock nacional y folclore. 

Laborioso, sistemático, cuidadoso de su entorno privado, aunque siempre abierto y generoso con sus fans, Abel publicó siete álbumes y ya dio varias veces la vuelta al mundo en territorios recorridos y de un tiempo a esta parte, se animó a grabar sus propias canciones y siguió creciendo. 

El 11 de mayo Pintos cumplió 28 años y está lejos de repetirse a sí mismo. De hecho, en su octavo álbum doble CD + DVD, "Sueño dorado" - Disco de Oro a una semana de su lanzamiento y Disco de Platino dos meses después-, no sólo seleccionó las canciones que a su gusto personal reflejan su trayectoria en sus escenarios y su relación con su público, sino que las reformuló con nuevos sonidos, las aggiornó con plataformas electrónicas e hipnóticas percusiones. Entre ellas dos covers notables: "Cactus" de Cerati y "El antigal", una de las zambas más interesantes de Facundo Toro y del poeta Ariel Petrocelli, cantada a capela, tema que cierra con broche de oro un disco que parece diseñado como una ofrenda de agradecimiento a la Pachamama, como un ritual para decirle gracias por estos quince años. Y lo ha dejado bien claro en su DVD: las doce canciones fueron grabadas en vivo durante un espectacular amanecer en la ciudad sagrada de los indios quilmes, en el corazón de los Valles Calchaquíes y contó con la colaboración de los mismos descendientes indígenas. Además, en un breve documental como bonus track, el mismo Abel le explica a sus seguidores el por qué de su selección de temas. 

Según las reseñas de algunos de sus recorridos actuales por el país, Abel Pintos desarrollará, más o menos, temas como "Quien pudiera", "El beso", "La llave", "Sueño dorado", "Flores en el río", "Bailando con tu sombra", "Ofrezco", "Sin principio ni final", "Hasta aquí", "Tiempo", "El antigal", "Solo soy una canción", "Aventura" , "Solo", "Zamba para olvidarte", "Canción de cuna", "Cactus", "No le olvides" y "Todo está en vos", entre otros. 

- ¿Podrías contarnos una anécdota sobre tu experiencia en la ciudad sagrada de los quilmes? 
- Conocí el lugar hace 15 años, en medio de mi segunda gira nacional. Quedé impactado con la mística del lugar, producto de la carga histórica que tiene, sobre todo la energía que habita allí. Nunca volví hasta mayo de este año para grabar este disco. Sentí una emoción tan inmensa como la inmensidad de ese lugar. 

- Co-produjiste tu propio DVD, ¿repetirías este rol en otros proyectos ajenos, dentro o fuera de la música? 
Abel Pintos: ¡Si! Estoy aprendiendo mucho desde hace algunos discos atrás todo lo que refiere a producción me divierte mucho y me gustaría llevarlo adelante otras veces en mi carrera y con otros artistas. 

- ¿Por qué estas y no otras canciones, para esta selección? ¿Cuál fue el concepto o la historia para recortar tus propias canciones? 
- Quise hacer un buen balance entre canciones que se volvieron muy populares como por ejemplo, "Todo esta en vos" o "La llave" y otras que no fueron tan difundidas en su momento pero son muy significativas en estos 15 años de carrera discográfica como "Sueño dorado" que es la primer canción que escribí. No quise hacer, ni lejos, un "Grandes éxitos", en realidad quise repasar y contar esta historia. 

- ¿Cómo llegó a esta colección "Cactus", de Cerati? 
- Con algunas versiones quería graficar mis primeros años como intérprete y busqué canciones que hiciera tiempo tuviera ganas de grabar. "El antigal" y "Cactus" eran dos de las tantas que forman mi larga lista de canciones a interpretar alguna vez e identifican muy bien sentires míos en este momento de mi vida y mi carrera. 

- De a poco te estás acercando a la TV - con el tema de la "Dueña", por ejemplo -. ¿Hay planes futuros de incursionar en el actuación? 
- Es una expresión del arte que me atrae mucho, no existe ningún proyecto inmediato y me gustaría estudiar antes de hacer alguna vez algo. 

-
 ¿"Sueño dorado" es el disco que siempre tuviste la intuición de hacer, de filmar? 
- Es un disco muy especial sin dudas. Por su significado y por la forma y el lugar que elegimos para hacerlo. 

- ¿Tras 15 años de carrera se te ha ocurrido no hacer música? ¿Dedicarte a otra cosa? 
- Nunca. Esta es mi vida literalmente por sobre todo: es mi trabajo, mi carrera, pero esencialmente mi forma de vivir.

 

 

Abel Pintos realizará su primer Megaconcierto en Tucumán

 

Nació un 11 de mayo del año 1984 en Bahía Blanca. A los 6 años ya participaba de talleres de folklore en la escuela primaria. Apenas con 13 años y Apadrinado por León Gieco subió por primera vez al escenario mayor de Cosquín en 1998 y desde aquella vez no paró. A diez años de su debut artístico Cosquín lo consagró. Ganó además numerosos premios entre ellos Gaviota de Plata en el año 2003 en Viña del Mar (Chile) por su interpretación de “Bailando con Tu sombra”.

Hace tres meses editó Sueño Dorado, su Octavo álbum, con el que obtuvo el disco de Platino por sus miles de copias vendidas en el país. El próximo de 3 noviembre, finalmente realizará la presentación de éste disco por primera vez en un Estadio (Club Central Córdoba) a partir de las 22:00 horas. Charló a solas con ACV FOLCLORE.


¿Cómo definirías cada disco?

Para cantar he Nacido…

Es el disco debut, en todo disco debut creo que hay expectativas grandes, esta lleno de excesos adrenalínicos, esta lleno de ansiedad, tiene algunas cosas que ahora les presto mas atención, tiene la frescura, no me parece un disco grabado a la ligera, todavía lo sigo disfrutando.

Todos los días un poco…

Es justamente el segundo disco, donde aparece mi primer hit y la primera canción que realmente me comienza a identificar como artista: “Solo le pido a Dios”

Cosas del Corazón…

Este disco tenía un plan promocional buenísimo, el problema fue que se editó el 19 de diciembre de 2001, entonces no se pudo venderse porque el país se paró comercialmente. En realidad, es uno de los discos que más me gusta. Es una bisagra en lo sonoro entre los discos anteriores. Abre la puerta a mi influencia de música centroamericana, el rock y el folclore argentino. Este es el disco que me marca como un tipo ecléctico.

Sentidos…

Es un disco que estuvo cargado de mucho trabajo, mucho deseo, mucha magia, es el primer disco que vuelvo a grabar después de tres años y firmo además con una compañía multinacional; escribo mis primeras canciones, incluyo mi canción que gane en viña del mar (bailando con tu sombra de Victor Heredia)

Reflejo Real…
Empiezo a unir lo que fueron “Cosas del corazón” y “Sentidos” por separados; con la intención de éste camino nuevo de la composición...

La llave…

Es el disco con el que me decido a tomar la composición y la autoría como una carrera y no como una etapa, quiero nutrirme y crecer; desarrollarme dentro de la composición y la autoría. Me alegra mucho la idea de escribir para mí, para otros cantantes, poner música en tiras de televisión, en espectáculos musicales teatrales. Estoy escribiendo un libro de poemas, ojala que algún día lo pueda editar. Ojala que pueda desarrollarme técnicamente paralelamente a mi carrera como interprete y poder ser un gran compositor.

Reevolución
Primero el titulo tiene que ver con la re evolución, con la intención de seguir evolucionando todo el tiempo, independientemente con las cosas que uno viva, a veces cuando tenemos un momento de éxito solemos tener la sensación que ese es nuestro techo, o que ya nos podemos acomodar ahí para el resto de la vida y entonces dejamos de intentar de crear nuevas cosas y, en realidad eso no responde mucho a mi personalidad y siento siempre la necesidad siempre de poder estar creando cosas nuevas, no solamente para mi, para mi música, sino para fundamentalmente para toda la gente que siempre fue tan considerada conmigo desde un principio, entonces el disco platea desde la letra, y desde la intención, eso, de querer seguir evolucionando en cada disco y en cada paso de mi carrera.

"SUEÑO DORADO"

Es un concierto intimista que realizamos en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, Provincia de Tucumán.

El proyecto plasma el crecimiento de toda la banda en un espacio natural como la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, un lugar con mucha mística e historia para contar.

El repertorio es un repaso de las distintas etapas de mi carrera como autor y como intérprete en un set donde se combinan sonidos acústicos, folklóricos y electrónicos. El concierto se realizó al amanecer, mientras el sol teñía el paisaje, en total soledad con mis músicos. El equipo técnico estuvo compuesto por más de 50 personas y la grabación contó con el apoyo de la comunidad indígena de los Quilmes.


¿Con quien te gustaría cantar?
Volver a hacerlo, lo haría con cada uno con los que ya canté. Ahora me gustaría poder cantar con Pedro Aznar, y tengo una ilusión de cantar con Sabina, con Pablo Milanés, hacer una canción con Illapu.

¿Cuál es tu sueño dorado?

Tengo muchos sueños, soy un tipo que vive de sus sueños. Sueño activamente (risas). Siempre digo que sueño con que la vida me siga dando todo lo que me ha dado hasta ahora. Es del único modo que voy a hacer feliz a los que me rodean.

¿Estas de novio?

No.

¿Qué prototipo de mujer te gusta?

No tengo uno… no creo en los prototipos. Hace poco leí una frase que dice: “el destino reparte las cartas y nosotros sólo jugamos la mano”, entonces no creo en los prototipos. La vida te va girando y creo que si te quedas esperando algún prototipo, te podes quedar esperando toda la vida. Uno va agrupándose con personas que te hacen sentir bien y vivís experiencias particulares que el destino te va poniendo.

Ping Pon
Atahualpa Yupanqui
Un maestro

Mercedes Sosa

La voz

Horacio Guaraní

Audaz

Soledad Pastorutti

La fuerza

Los Nocheros

La reivindicación de los grupos vocales

León Greco

Un padre

Víctor Heredia

La palabra de Latinoamérica

Luciano Pereyra

Un hiper cantante de baladas. Muy sensible

Abel Pintos
Alma, porque desde ese lugar trato de vivir y crecer

¿Sos un tipo muy solitario?

Me gusta la soledad cuando yo elijo de su compañía y la disfruto.

¿Cual es el lugar que más te representa de la Argentina?

Toda la argentina me representa porque soy un tipo muy ecléctico. Si me dan a elegir una playa o una montaña, elijo una playa al lado de la montaña. Me gusta el frío, el calor, todos los climas, la selva, todo. Me identifico con Argentina, porque argentina es ecléctica, nuestro folclore mismo es ecléctico. Hay países como México, Italia que cuentan con uno o dos estilos musicales y si te fijas en argentina cuenta casi con un estilo musical por provincia, no debe haber otro país con tantas culturas y tantas tonalidades como el nuestro.

¿Grabarías un Disco de Rock?

No… no!

¿Y cómo te trata la gente del Rock?

Muy bien. Mira, el rock es una música que es muy importante en mis fuentes de influencias y es por eso que utilizo cosas del rock dentro de mi música. Pero es una cuestión conceptual. No se necesita ser un roquero para hacerlo. Yo no soy un roquero. Y no se necesita ser un folclorista para hacer folclore, yo siento el folclore, no hago folclore tradicionalista, hago mi propia versión de folclore, pero lo hago por eso. A lo que me refiero es que hacer un disco de Rock tiene toda una cuestión emocional muy fuerte como en el folclore y como cada genero y, entonces, hay que tener mucho respeto a eso, yo seguramente vaya a seguir utilizando siempre cosas del rock, porque vuelvo a repetirte, es una música de gran influencia para mi, pero no haría un disco de rock porque no soy un roquero, soy de otro género, que a lo mejor coquetea con el rock porque sinceramente es algo que me influye mucho.

¿Cómo vivís la argentina de hoy? ¿Qué opinas del gobierno?

Yo pienso que, respecto a años anteriores, estamos mucho mejor. Pienso también que hay muchas cosas a mejorar. Fundamentalmente la educación y fundamentalmente la Seguridad. Son temas que nos preocupan a todos. Confió en que la gente de este gobierno o del gobierno que sea, confío en que los argentinos, o quienes estén a cargo, van a saber poner lo mejor de sí para poder mejorar estas cosas. Dios quiera que sea así.

Yo nunca me proclamo a favor o en contra de nadie. Yo apuesto a los seres humanos, y espero que los seres humanos que son los que van a terminar teniendo responsabilidad de cargo, e independientemente al partido que respondan hagan bien a la sociedad y al mundo. Entonces yo creo que estamos mejor en muchas cosas y en otras seguimos igual.

¿Que te dejó Mercedes Sosa?

Mi carrera... yo empecé a hacer música por ella. Te aclaro, mi carrera, es mi vida, me dejó algo muy importante para mi vida. Me dejó gran parte de lo que yo puedo vivir, puedo soñar. Es muy importante para mí.

 

Abel Pintos: “No tengo un concepto político partidario”

 

Abel Pintos se siente un privilegiado, todo se fue hilvanando casi providencialmente en su carrera. Hoy, tras presentar su disco y DVD “Sueño dorado” -grabado en la Ciudad Sagrada de los indios quilmes en Tucumán- recuerda nítidamente aquellos días en Ingeniero White, cuando hacía de “che pibe” en el teatro a cambio de que lo dejaran estar en la trastienda para conocer a los artistas, o cuando hacía shows en Bahía Blanca. Hasta que lo llamaron para el festival de Cosquín. Allá fue, para nunca más volver: el canto fue su ruta y su destino.

Todo comenzó en el almuerzo en el teatro del pueblo para homenajear a Raúl Lavié. Abel, el mozo de 13 años, asomaba entre las bandejas. “Él es el cantorcito de Bahía”, señalaron los presentes. “Muy chiquito, muy flaquito. No creo”, bromeó Lavié y el niño fue corriendo a buscar su demo. “Ya cantaba en shows y mi viejo me llevaba en un Di Tella 1.500 que se arrancaba a manija”, recuerda Pintos con una carcajada.
Días después firmaba un contrato con Sony, y le pidieron a León Gieco la producción del disco. León aceptó, lo invitó a Cosquín, y luego lo llevó de gira. “Yo fui al festival pensando: voy, canto y vuelvo; y volví a los seis meses, porque de ahí salí a recorrer el país”, se enorgullece el cantante.

Noticias: ¿Cómo vivió ese éxito, a los 13 años?

Abel Pintos: Me divertía mucho. No estoy seguro de haberlo disfrutado, porque creo que para disfrutar algo hay que comprenderlo y hacerlo parte tuyo. Yo era muy niño y pensaba con la misma intensidad en subirme a un escenario, jugar al fútbol o a la escondida. Hoy, en cambio, entiendo cúal es el momento de disfrutar y de descansar para vivir a pleno.

Noticias: ¿La responsabilidad de transitar escenarios le quitó parte de su infancia?
Pintos: No, no siento haber perdido nada, porque no conozco otra vida que no sea esta. Fui un niño fuera de la música y dentro de la música. Y como nunca fui un adolescente de boliches, no dejé de hacer nada por la música.

Noticias: ¿En 15 años de carrera discográfica atravesó alguna crisis?

Pintos: Sí, empecé como solista en Bahía a los 11 años, grabé un casete y vendimos 3.000 copias en un año, era muchísimo. Ahí le dije a mi papá que quería parar un tiempo, porque había empezado a cantar todos los fines de semana en festivales y peñas, había cosas que ya no podía hacer tanto, como jugar a la pelota. Paré seis meses pero extrañaba más los escenarios que el potrero, entonces le dije: bueno, comencemos de nuevo.

Noticias: ¿Cómo nace su amor por la música?

Pintos: Mi papá en sus años de soltería tenía grupos, pero no se dedicó más. El amor por la música se me despertó por Mercedes Sosa. Un día fui a una disquería, tendría 5 años, sonaba un disco de Mercedes y le dije a mi papá que quería el casete de la señora que cantaba. La escuchaba y siempre terminaba en el llanto. Cuando entendí lo que era llorar por emoción, dije: yo quiero hacer esto.

Noticias: En el 2007 con el disco “La llave” estalló la popularidad, ¿cómo repercutió en su cotidianeidad?

Pintos: El disco marcó un quiebre en mi carrera, pero lo fui viviendo gradualmente, y eso me hace muy feliz. Este es un momento muy armónico, estoy muy curtido por las giras, tengo muchas experiencias vividas, soy muy popular, pero estoy en franco crecimiento y tengo mucho por aprender. Es genial, no dejo de sorprenderme con las cosas, pero tampoco me marean.

 

“Siento que todavía me queda mucho por aprender”

 

Los indios Quilmes, una tribu que habitaba las tierras de lo que hoy es la provincia de Tucumán, en los siglos XVI y XVII, se opusieron a la fuerza de los colonizadores españoles y al ser derrotados debieron marcharse más de 1200 kilómetros hasta Buenos Aires, más precisamente a la actual ciudad de Quilmes. Esta tribu todavía se mantiene viva en el espíritu de sus descendientes y en las ruinas de sus construcciones que quedaron de pie. Un lugar con historia al que Abel Pintos eligió para festejar la suya.

“Sueño dorado” se llama el nuevo disco de Abel, que fue grabado en vivo en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, para celebrar sus 15 años de carrera discográfica y que presentará en el Opera (Corrientes 860) en una serie de siete shows que arrancará esta noche.

“Es el disco sucesor de un álbum muy popular como “Reevolución”. La idea es festejar los 15 años de carrera, con un resumen de mi trayectoria”, explica Abel con su humildad y buena onda características.

Por el contexto, la calidad del trabajo y lo que significa, ¿“Sueño dorado” es tu mejor obra? 
_Con cada disco que hago siento que es una gran obra pero no sé si ésta es la mejor que he hecho. Si yo sintiera eso a los 28 años me quedaría muy poco por descubrir. Yo espero que el día que me retire, mi carrera sea mi gran obra y que alguien agarre mis discos y pueda ver distintas escenas de una obra completa.

¿Cómo fue grabar en la Ciudad de los Indios Quilmes? 
_Fue un trabajo muy arduo en el que participaron muchas personas. Tanto en el audio como en la imagen, se cuidó cada detalle. Los productores viajaron días antes de la grabación para analizar la zona y el sonido que se podía obtener en el lugar. Hicieron todos los estudios meteorológicos posibles para ver en qué momento del día convenía grabar.

¿Cómo los recibió la comunidad? 
_Desde un primer momento los lugareños estuvieron muy contentos de que fuéramos y estuvieron muy predispuestos. Trabajaron con nosotros codo a codo en el montaje de la escena. Nosotros pensábamos en grabar a la tarde pero ellos nos dijeron: “El atardecer es lindo, pero el amanecer no lo van a poder creer”.

Con tanto show y gira, ¿podés disfrutar de este momento? 
_Hoy puedo disfrutar mucho por la experiencia que tengo. Me siento muy feliz porque me queda mucho por aprender. Es un momento muy armónico en mi vida porque tengo un grado de experiencia importante y también tengo mucho por conocer. Entonces disfruto de todo lo que vivo.

¿Qué es lo que creés que te falta aprender? 
_Mucho, por un lado quiero terminar mi colegio secundario para poder estudiar Letras. Además, como músico también quiero mejorar mi parte técnica. Hace poco empecé a estudiar piano y guitarra para poder reproducir yo mismo las ideas que tengo. A veces dependo mucho de otros músicos y me gustaría poder sentarme en el piano y crear cuando me inspira algo. También me interesa desarrollarme como productor. Me gustaría tener un estudio propio y conocer un poco más de tecnología. Y por supuesto vivir nuevas experiencias con la música.

La Sole, Los Tekis, Los Nocheros, Jorge Rojas, Luciano Pereyra y Abel Pintos, todos se van a estar 
presentando en Buenos Aires de acá a fin de año. ¿Hay un resurgimiento del folclore? 
_Copamos de una vez por todas la calle Corrientes. Somos músicos muy jóvenes que vamos desarrollando nuestro concepto de la música al mismo tiempo que vamos creciendo. Entonces siempre estamos presentando cosas nuevas y eso va renovando siempre al público.

 

“Hoy me siento en armonía” (Entrevista - Pagina 12)

 

Un disco nuevo que es también un DVD –y que ya obtuvo la bendición del platino– y la perspectiva del reencuentro con su público en un teatro de la calle Corrientes. Bien podría ser la foto en movimiento de quince años de trayectoria, la rendición de cuentas de la búsqueda de un acento propio, la muestra dinámica del instinto que lo llevó por distintas latitudes de la canción, como intérprete y como autor, entre el folklore y el pop, desde lo acústico a lo electrónico. Esta noche, Abel Pintos comenzará la presentación en Buenos Aires de Sueño dorado, el trabajo que grabó en vivo en la Ciudad Sagrada de los Quilmes, en Tucumán, sin público, con la luz natural del amanecer, en HD y con seis cámaras. “Este disco es decisivo –comenta Pintos en diálogo con Página/12–. En el sentido de que fue muy importante para mí hacer un disco que por un lado repasa quince años de carrera discográfica, para un público que ya me acompaña hace tiempo, pero además presenta todas versiones nuevas de esas canciones. Eso entonces le permite al disco crear nuevas expectativas, y de esa manera llegar también a públicos nuevos. Este es un disco de repaso, pero que a su vez me sirvió para seguir creciendo.”

Viernes, sábado, domingo y lunes; y después jueves 27, viernes 28 y domingo 30. Serán siete conciertos en el Teatro Opera (Corrientes 860), en los que Pintos repasará esos distintos momentos de su vida artística que detuvo en el disco. Con él estarán Ariel Pintos y Marcelo Predacino (guitarras), Juan Blas Caballero (bajo, teclados, programación y dirección musical) y Facundo Guevara (percusión). “Vamos a presentar el disco completo, incluso en el mismo orden –explica Pintos–, porque el orden de las canciones en un disco no es aleatorio, tiene que ver con un desarrollo que intenta mantenerte cautivo del primero al último tema, llevándote por diferentes climas. La única diferencia con el concierto en vivo registrado en el DVD y en el disco será que en el medio también cantaré algunas canciones que no pude grabar en el disco por una cuestión de espacio, pero que también son fundamentales en estos quince años.”

Pintos cuenta que el nombre del disco viene de la primera canción que escribió y que por eso le pareció oportuno para una antología actualizada. “‘Sueño dorado’ marcó un momento importante, que fue el de empezar a escribir canciones”, enfatiza. “Eso le dio a mi carrera un giro muy grande, otro carácter. Pude desarrollarme como artista a otra velocidad, con otra intensidad, y por supuesto con muchas más posibilidades que cuando era sólo interprete. Y además me daba la posibilidad de compartir con todo el público, el de antes y el nuevo, esta sensación que yo suelo comentar en público, que no es un sueño cumplido: prefiero pensar en un sueño que se viene cumpliendo, y que se va a seguir cumpliendo hasta el día en que no cante más.”

–¿Por qué eligió grabar este disco en la Ciudad Sagrada de los Quilmes?

–Lo primero que apareció fue la intención de hacer un disco en vivo, y hacerlo de algún modo alternativo por lo menos, intentando que sea lo más moderno o distinto posible. En primer lugar pensamos en hacer un concierto en vivo, en tiempo real pero sin público presente, para volver a la raíz de cantar sin esperar el aplauso, sólo por entregar algo. Al ser mi primer DVD, en lugar de imaginar una puesta en un estadio, elegimos un lugar natural y utilizar toda la luz del sol, y captar el amanecer. Como paisaje queríamos un lugar enorme, de los que hay miles en la Argentina. Propuse éste porque lo conocía, vimos si era apropiado para captar el audio, sí lo era y allá fuimos. Grabamos en una sola jornada, en una sola toma. Es un concierto en tiempo real.

–¿Sintió la carga que esperaba en un lugar así?
–Por eso lo propuse, porque sabía que era un lugar que iba a potenciar lo esencial, que corre más por lo emocional que por lo histórico. Y también terminó enseñándome que quizá la euforia no sea más que el buen tratamiento de las emociones. Sabía que iba a ser así, porque la energía del lugar es increíble, la mística y toda la carga histórica que tiene, y además la carga de energía de un pueblo que por haber sufrido tanto, tantos años, tiene mucha ambición de crecer como pueblo. Pero no desde el resentimiento, sino de crecer desde la memoria. Toda una enseñanza.

–¿Cómo seleccionó las canciones de estos quince años para el disco?

–Fue medio loca la elección, y la verdad, muy simple. Quería grabar algunas de las canciones de las que ya se convirtieron de alguna manera en clásicos para el público que me acompaña, canciones que ya tuvieron su trascendencia. Y también quería canciones que en su momento no fueron muy difundidas, pero que sí son esenciales para contar estos quince años en un repertorio. Por eso “Todo está en vos” es una de las canciones más populares de mi carrera, y “Sueño dorado” no fue tan difundida pero es esencial. Y también son esenciales “Cactus” y “El antigal”, porque no son mías y mis primeros discos fueron como intérprete.

–Usted comenzó su carrera siendo muy chico. ¿Cuáles fueron los pros y los contras, ahora que tiene quince años de perspectiva para evaluarlo?

–Un pro sería que hoy me siento en una armonía muy interesante. Siento el aplomo de quien ya tiene una buena cantidad de experiencia vivida y eso me permite disfrutar de todo lo que está sucediendo, más allá de lo vertiginoso que es. Y también todavía siento una gran inquietud y una gran curiosidad digna de quien se siente adolescente de conocimiento en muchas cosas. Ya no soy un adolescente en edad, pero sí me queda mucho por aprender y eso es muy motivador, sobre todo a la hora de crear. Soy muy joven todavía, pero me siento firme donde estoy parado. Y por ahí una contra, aunque no sé si llamarlo así, es que en los primeros años de mi carrera viví muchas cosas muy grandes pero no las pude disfrutar, porque en ese momento no tenía el valor de las experiencias. Entonces, algunas situaciones me complicaban, me mareaban un poco por no poder entenderlas, y eso no me permitía disfrutarlas. Hoy las veo y las disfruto desde este lugar, pero a la distancia; me hubiera gustado disfrutarlas en el momento, también.

–¿Y cómo se lleva el compositor con el intérprete?

–¡Se llevan perfecto! Porque pude potenciarme. Gracias a Dios, mis canciones trascendieron hacia otros intérpretes. Pero la verdad es que compongo para ser a través de una canción lo que siempre quise ser, en distintos personajes, en mis distintos momentos, estados de ánimo. Compongo muy basado en eso. Por ejemplo, cuando hice Reevolución estaba en una etapa de explorar muchas cosas nuevas desde el estudio de canto, entonces compuse una canción que se llama “Solo”, en la que canto la nota más grave de mi registro y la más aguda en un lapso de tres minutos y medio. Tiene que ver con eso.

 

“El folclore no necesita de un aggiornamento”

 

A poco de iniciar una serie de siete recitales con localidades totalmente agotadas en Buenos Aires, el cantante Abel Pintos aseguró que “el folclore no necesita de un aggiornamento” y descartó que la fusión que hace en sus canciones y en sus interpretaciones sea responsable del buen momento que está viviendo.
“El folclore no necesita de un aggiornamento sino que lo permite, porque es una música muy ecléctica. Somos un crisol de razas como país, tenemos folclore generado acá pero nutrido por muchas culturas de todo el mundo, mezclado con las culturas de nuestras tierras, con las culturas originarias de la Argentina”, analizó Pintos en una entrevista con Reporter.
Reconocido por darle un nuevo sonido al folclore, el joven artista descartó, además, que la fusión que realiza en sus canciones e interpretaciones sea producto de este buen momento que atraviesa.
“No sé si la fusión que hago es la causa del buen momento que estoy viviendo, tal vez tenga que ver, pero no creo que sea lo único”, dijo a Reporter.
Y agregó: “La versión que yo hago de la música folclórica o la visión que tengo de ella y cómo la interpreto tiene que ver más con mi escuela musical, mis referentes son todos músicos muy eclécticos que se iniciaron e hicieron una carrera en un género muy determinado pero, a su vez, indagaron y unieron su música original a otras músicas, como Mercedes Sosa y León Gieco, Pedro Aznar y Rubén Blades”.
“Son todos músicos que, partiendo de un género en particular, también indagaron en la música en general, volviendo a esos géneros en géneros universales. Esa búsqueda que yo vengo no es un toque de distinción, sino que un artista en búsqueda está en cambio constante y eso es favorable a la hora de la música”, resaltó.
Abel Pintos se encuentra actualmente presentando su álbum “Sueño dorado”, un concierto intimista realizado en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, en la provincia de Tucumán.
Se trata de un proyecto que plasma el crecimiento de un gran artista en un espacio natural, un lugar con mucha mística e historia para contar.
El repertorio es una celebración de sus 15 años de trayectoria a través de un repaso de las distintas etapas de su carrera como autor y como intérprete en un set donde se combinan sonidos acústicos, folclóricos y electrónicos. 
“Me gustaría poder cambiar con mis canciones las cosas. Constantemente se cambian cosas con las letras y la música de todos, con cualquier expresión. Todo es influencia y todos somos influencia de todos constantemente, cuando hablamos, cuando nos manejamos”, comentó Pintos, ganador de innumerables premios y galardones.
Sin embargo, según explicó el artista, él tiene “la posibilidad de ser influencia a nivel masivo. Todos influimos en los demás y todos podemos cambiar las realidades proponiendo cosas, no tampoco creyendo que uno tiene la verdad, a prueba y error, también nos hacemos humanos”.
Consultado sobre si ser un referente condiciona, Pintos admitió que para él no es así, ya que “no tengo nada que venderle a nadie ni quiero imponerle nada a nadie, lo que tengo para venderle a alguien son mis discos”.
“No tengo una verdad que imponerle a nadie. Esto me hace muy feliz; tener tanta atención de gente de tantas generaciones distintas sobre las cosas que digo y hago, me hace feliz y me hace sentir muy privilegiado y por eso cuido mucho ese lugar y trabajo mucho y me responsabilizo mucho sobre eso, pero no me genera ninguna presión porque no siento que tenga que contentar a nadie”.
“Siento que quiero dar un mensaje que siento ganas de darlo y disfruto que la gente disfrute el mensaje, quien lo disfrute o no está perfecto. Si hiciera las cosas esperando la aprobación de todos ahí es cuando empiezan las presiones y se hace muy sufrible, porque empiezas a hacer las cosas para los demás y dejas de ser genuino”, concluyó el ganador de una Gaviota de Plata en el Festival de Viña del Mar en 2004.

 

Abel Pintos, toda la intimidad del artista que conquista a la Argentina (Minuto Uno)

 

En el marco del festejo por sus 15 años de carrera, Abel Pintos, el joven cantautor de la voz dulce que enamora al país, recibió a minutouno.com en medio de su gira nacional y habló de sus comienzos, la relación con el público, cómo es su vida cotidiana, los proyectos para el próximo año y develó detalles de cómo será el show que el viernes 21 de septiembre desembarcará en la calle Corrientes.

"Estoy viviendo este momento con mucha felicidad y disfrutándolo mucho. Me encuentro en un momento de mi vida y de mi carrera con una armonía muy interesante y muy importante de haber logrado todas las cosas que viví hasta ahora, porque este disco celebra 15 años de carrera discográfica y todo lo que me queda por aprender. Sentirse así, sentir la firmeza de un valor empírico muy grande y las expectativas de lo todo lo que tengo por aprender aún", expresó Abel Pintos.

"Todo el éxito de los teatros, el disco de platino, la venta que continúa en una vorágine total, es un éxito comercial que me alegra mucho porque es mi trabajo, mi carrera y hay mucha gente trabajando, y todos estos resultados permiten que podamos proyectar un montón de otros trabajos de aquí en adelante. El éxito y esa sensación lo estoy viviendo con mucha felicidad", agregó el cantante.

"Uno cuando comienza en un camino determinado, en cualquier orden de la vida, es parte de su ilusión y fantasía que lo que va a hacer sea exitoso. Hoy tengo siete Óperas agotados hace un mes y es un éxito muy grande para mí y para mucha gente. Pero yo tuve otros momentos de éxitos en mi carrera, que quizás para otros no lo eran. Depende el parámetro de cada uno".

"Yo siempre quise ser feliz con lo hice y sentirme exitoso. Me imaginaba el éxito porque siempre me imagino sentirme bien en cada etapa que camino y encaro. También es cierto que, y lo veo en los conciertos, en el público, que la vida me ha dado siempre mucho más de lo que yo fui capaz de imaginar. Yo alguna vez imaginé grabar un disco, y que sea de oro o de platino, pero jamás imaginé que sea a la semana de oro y a las cinco semanas de platino. Quizás el próximo disco ya salga siendo disco de platino. Pero me refiero a que uno siempre imagina algo, pero se da cuenta cuando se cumple que la vida le adosó un montón de detalles que uno no se hubiera podido imaginar", contó el artista, que se presentará los días 21, 22, 23, 24, 27, 28 y 30 de septiembre en el Teatro Ópera.

De cara a las siete funciones, Pintos detalló cómo se prepara para la serie de shows: "La mejor forma de preparar un concierto es de gira. Por más que esté todo programado en un show es muy necesario el aceite de los conciertos, el fogueo de los escenarios. Venimos de una gira de ‘Sueño Dorado’ con una buena cantidad de presentaciones encima y eso nos permitió vivir ya muchas situaciones distintas y nos hace llegar a funciones tan importantes como las del Ópera, ya con una tranquilidad muy grande, que ya conocemos la dinámica del concierto, ya sabemos lo que funciona y se descartaron cosas y se fueron sumando otras".

El cantante adelantó, además, como será el show con el cual presenta su último trabajo discográfico "Sueño Dorado", que además incluye su primer DVD: "Tocamos todo el disco en vivo, todas las canciones y en el orden del disco. Quiero que la gente con este espectáculo pueda hacer una escucha del disco en vivo realmente, de ese disco que fue grabado en tiempo real como si fuera un recital pero sin gente".

Dentro del último disco, Abel reversionó "Catus", de Gustavo Cerati, y explicó el por qué eligió esa canción para incluir en el álbum: "Cuando uno es autor y decide dejar de lado un espacio para interpretar el tema de otro autor, de alguna manera lo está homenajeando. La intención no fue homenajear a Gustavo Cerati. Elegí una canción que me gusta mucho de un cantante que me gusta mucho y me identifica con el momento que estoy viviendo y el contexto del disco. La textura de la canción tiene que ver con la textura donde se filmó el disco, por eso la elegí".

"Después la prensa y el público lo adoptó como un homenaje y de alguna manera fue un homenaje colectivo por la sensibilidad del momento. Yo no lo hubiera elegido así porque hablar de homenaje, normalmente aunque no siempre es así, me suena a una cuestión póstuma y Gustavo es un músico que está con nosotros, está vivo y peleando en un momento muy particular de la vida, pero está. Y creo que se generó esa especie de homenaje colectivo por lo que se lo extraña en los escenarios y en lo cotidiano", explicó el cantante.

El artista habló también sobre cómo fue variando su estilo: "En la música pasa lo que pasa en la vida, en otros órdenes. Es como si uno por irse de la casa de sus padres deje de ser el mismo, o deje de amar a sus padres. Uno empieza eligiendo un género en particular, porque le gusta o por un cariño normalmente en la niñez o la adolescencia, sobre todo porque es una etapa que es pura influencia. Yo elegí un género, me copaba el rock, la música centroamericana, las baladitas, pero escuché a Mercedes Sosa y encontré en ella la música que me emocionaba. Averiguo quién era, qué hacía y tomo al folclore como eso. Pero a su vez era la época más ecléctica de Mercedes. Yo me crié escuchando a Mercedes cantar folclore y adopté y entendí como folclore a Ariel Ramírez, a Los Chalchaleros, a León Gieco, a Charly García, a Pedro Aznar, a Spinetta e incluso hasta ‘Fragilidad’ de Sting para mí era folclore, porque yo la escuchaba cantada por Mercedes Sosa".

"Yo empecé haciendo ese folclore más tradicionalista, en esa casa de los padres, y empecé a tomar partido propio de la música y empecé a crear mi música desde un punto más ecléctico a ponerle la emoción, los sentimientos. Yo me considero un músico folclórico, yo sigo componiendo canciones de folclore y van a existir toda la vida, pero hago mi propia versión y los chicos que me escuchen a mí van a tomar al folclore de esta forma y el día de mañana van a generar una nueva versión del folclore y para mí el día de mañana será una idea distinta y de vanguardia. El folclore ya tuvo procesos así muchos años antes", agregó.

A la hora de hablar de su público, Pintos cree que "las cosas tienen que ver como vos te las propones. Normalmente la histeria del público la genera el artista. Muchas veces voy a un lugar que se pone intenso y tiene que ver porque la gente sabe que ese momento desde que me bajo del escenario hasta que salgo son los únicos segundos que pueden saludar o sacarse una foto y eso no es histeria, es euforia, que es distinto. Porque después cuando me ven en la calle, o me cruzan en un restaurante es súper cool la situación, es más de amor, es de abrazo, de hablar calmo como si estuvieran hablando con una persona que conocen de toda la vida".

"Mi público está más cerca de la euforia que de la histeria, que es lo que me pasa a mí también, yo no podría pedir que mi público no sea eufórico, porque yo soy un tipo eufórico arriba del escenario; abajo puedo ser más tranquilo. No creo que puedo encasillar a mi público y creo que tiene que ver porque mi música es difícil de encasillar, estoy convencido que el público que un artista tiene responde al accionar del artista y al carácter. Yo por ejemplo arriba del escenario lloro y mi público es llorón como yo, y está bueno y nos morimos de la risa, porque soy de madera bailando y se genera eso que está muy bueno", agregó.

Abel es sencillo, amable y conserva ese acento del interior. Su vida transcurre entre los escenarios desde que era muy chico y su vida gira en torno a su carrera y su amor: la música:"No hago mucho más cosas que lo que me permite hacer la música. Más allá de ser mi trabajo, es mi forma de vida, es mi carrera, estudio esto siempre me preocupo por estudiar y crecer. Además de eso es mi forma de vida y no me encuentro un día sin hacer algo que tenga que ver con la música".

"Me gusta mucho salir a correr, pero en algún punto es por trabajo aeróbico también. Me gusta entrenar en el gimnasio y es para resistir mejor los conciertos y los viajes, me gusta mucho leer desde muy chico y lo relaciono con el hecho de nutrirme de conceptos literarios, leo de todos los géneros, me enseñaron a leer cualquier cosa desde un diario, una revista de casa deportiva o un libro de filosofía, me nutro de todos los dialectos. Me gusta ir al cine y lo hago también cuando voy de gira. Miro muchas películas en el micro, en el cuarto del hotel. No tengo ningún hobby completamente descolgado", contó.

¿Qué música escucha? "Tiene que ver con el momento. Yo musicalizo mis momentos y de la misma forma que mis momentos tienen caracteres distintos la música es distinta.Normalmente a la mañana cuando me despierto suelo escuchar ritmos divertidos, cumbia, salsa, cuarteto, que tengan mensajes de buena onda. Por la tarde o cuando entreno, suelo escuchar rock; cuando me siento a tomar mate en casa solo, siempre escucho un disco de folclore y por la noche algo más tranquilo. Musicalizo mi vida depende el momento".

Sobre el tema del amor en sus canciones, Abel estima que sus termas de desamor no tienen que ver con sus experiencias. "Yo creo que el amor es un sentimiento muy esencial y no creo que se pueda sufrir por amor, sí por el resto de las circunstancias de lo que uno hace con esos sentimientos. Mis canciones hablan de amor y desamor y todas, hasta las más nostálgicas, hablan bien del amor y destacan el punto interesante del amor en esa historia", aseguró.

El cantante también habló sobre su vida privada: "No es que sea celoso de mi vida privada, pero yo no soy de andar mostrando mi vida, la guardo por una sensación propia y además para cubrir a las personas que son parte de mi intimidad. Porque uno entiende las reglas del juego, pero no todos los que están a mi alrededor tienen que entenderlas. Estoy soltero, no estoy en pareja y viviendo las cosas como elijo vivirlas dentro de los parámetros que se puede elegir. Pero estoy en una etapa que elijo vivirla solo".

¿Cuáles son sus proyectos? Cuando termine los Ópera, Abel viajará a Mendoza, donde continuará con la gira de "Sueño Dorado" y los conciertos de "Revolución" por toda la provincia. "Vamos a parar para las Fiestas en diciembre, pero seguimos con la gira hasta marzo. Y el año que viene saldrá el próximo disco en el cual ya estoy trabajando, escribiendo canciones y pensando en el mensaje que voy a querer dar y calculo que en abril lo comenzamos a grabar y a mitad de año ya estará listo", adelantó.





 







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