Diciembre 2008
Reportaje a Abel Pintos en La Fiesta Nacional Del Gaucho
Por María Josefina Melón
Minutos después de la medianoche del último domingo, Abel Pintos tocó los primeros acordes de lo que sería un recital inolvidable para los espectadores que asistieron a la primera noche de la Fiesta Nacional del Gaucho. Noche de presentaciones: la de las bellas aspirantes a Flor del Pago, y la de un indiscutible valor argentino, el señor Abel Pintos.
El espectáculo fue un éxito total. Tras dos horas de duración y los bises, el público seguía coreando Abel, Abel, Abel...
Si bien estaban satisfechos, el carisma, la versatilidad y la energía de Abel es tan fuerte y contagiosa, que querían seguir escuchando la voz de Pintos.
Su presencia ameritaba el hecho de saber de él, por eso le preguntamos…
¿Qué se siente llevar tu folclore a prácticamente, todo el interior del país y de la manera en qué lo haces?
La música folclórica no tiene un tiempo ni una forma determinada, porque el folclore por definición puede identificar a una cultura y a una sociedad, entonces me emociona que la forma que yo tengo de expresar y de concebir esta música pueda acercar de alguna manera a las personas al género. En realidad, es necesario o importante poder acercarse al género fuera de lo musical, por esta cuestión de que es importante por lo menos tener en claro de qué se tratan las raíces que tienen nuestra cultura y de qué se tratan las cosas que con el paso del tiempo van siendo parte de nuestra cultura. Basándome en el concepto puro del folclore, para mí son tan folclóricos Las Palmeras como Los Chalchaleros, y esto lo digo porque ambos, desde la música que interpretan, identifican a gran parte de la población de este país. Lo folclórico tiene que ver con lo popular y lo popular es lo que identifica a todos, entonces, para nosotros salir de gira por todo el país es muy importante; primero porque para nosotros es una emoción enorme y, segundo, porque esto es música popular y nos abarca a todos vivamos dónde vivamos.
¿Qué expectativas tenías al presentarte en esta Fiesta y qué te pareció la respuesta del público?
Las expectativas que se generan son las mismas cada vez que vamos un lugar después de haber tocado, y sobre todo si ha pasado mucho tiempo como en este caso. A pesar de que cuando llegamos a un lugar estamos poco tiempo y o sea sólo dos horas arriba del escenario, igual nos enteramos lo que sucedió en el lugar. Sinceramente no esperaba encontrarme con una infraestructura así, y la verdad es que me llena de orgullo haber llegado a la previa de un festival que es muy importante para la provincia, pero que está hecho en un lugar donde la gente hace todo a pulmón y entonces está buenísimo! … entonces digo “pucha”, que se le ponga tanta importancia en infraestructura, por la producción, el lugar dónde se hace, la comodidad de la gente, el sonido, las luces y el escenario que son buenísimos, ayudan a que todos los artistas que van a venir puedan dar un show que va más allá de lo musical y que tiene que ver también con lo audiovisual. Y eso está buenísimo y es muy importante para la salud del público que paga una entrada y que quiere disfrutar de lo mejor y para la salud de la Fiesta que va a mantener su prestigio durante muchos años mientras continúe así.
De chico… ¿Te imaginabas que tu futuro iba a ser de esta manera?
En realidad, yo soñé muchas cosas de todas las que viví y las desee mucho, pero también –y esto lo dejo como mensaje- quiero decirles a todos que yo puse toda mi energía, toda mi fuerza y mi trabajo para concretar esos sueños que tuve y que pude cumplir. Pero también quiero decirles que teniendo fe y fuerzas y creyendo en la vida y en Dios, la vida y Dios nos terminan dando muchas más cosas que ni nosotros nos podríamos imaginar. Cuando yo empecé soñaba con cantar canciones y grabar discos, no soñaba con todo lo que me ha sucedido hasta ahora, con mucha gente cantando mis canciones, no soñaba lo del Teatro Opera… pude realizar muchos sueños, pero la vida y Dios me regalaron otros que yo, no se si hubiera tenido la capacidad de imaginármelos. Por eso es muy importante que todos sepan que es así, que hay que tener fe y que hay que trabajar y luchar por lo que uno quiere, en algún momento va a dar sus frutos y seguramente con muchas cosas más que uno ni se imagina.
Concluida la entrevista, ya lejos del sonido encantador de su guitarra y su voz, cuando el silencio se instaló en el predio, los que tuvimos el placer de escucharlo, nos quedamos admirados de su carisma y su personalidad en apariencia sencilla, pero con un potencial artístico que nos hacía aplaudir su ya añorada presencia.
María Josefina Melón wwww.fiestadelgaucho.org.ar
ABEL PINTOS: “Mi discoteca está colmada de álbumes de rock”
Firmemente identificado con el folklore, Abel Pintos revela un costado rockero hasta ahora desconocido, además de anunciar que el 21 y 22 de noviembre regresa al teatro Opera. Enterate de todo en esta entrevista.
Tras la calurosa recepción obtenida en mayo pasado con motivo de la presentación oficial de La llave en el teatro Opera, Abel Pintos se apresta a cerrar un 2008 inolvidable y consagratorio. Una exitosa gira por el interior del país, la recepción de varios premios y los numerosos mensajes dejados en su página web oficial (www.abelpintos.com) por parte de su creciente legión de seguidores dieron cuenta que su sexto álbum de estudio había calado muy profundamente en el público.
Como un modo de agradecer esas señales de apoyo y además festejar el décimo aniversario de su disco debut, Para cantar he nacido, el ahijado artístico de León Gieco volverá a la tradicional sala de la calle Corrientes los días 21 y 22 de noviembre para compartir sus historias entre huaynos, chacareras, zambas, tonadas y demás ritmos autóctonos.
Con apenas veinticuatro años, este destacado artista oriundo de Bahía Blanca atraviesa probablemente su mejor momento profesional. Y en eso mucho tuvo que ver la decisión de lanzarse a componer sus propias canciones, función que le hizo ganar en coraje y carácter. De estas cuestiones y de un background rockero que quizás pocos conocían se despachó en este encuentro con 10Música.
¿Te esperabas una repercusión semejante a la de mayo pasado en tu debut en el teatro Opera?
Aunque sea una frase muy trillada, debo decir que las expectativas se superaron muy ampliamente. Fue la primera vez que me presenté en un teatro tan grande e importante de Buenos Aires y además con tanta exposición. Esos mismos días, enfrente, en el Gran Rex, tocó Jorge Drexler, un músico que admiro y al que suelo ir a ver, entonces toda esa situación generó en mí muchas cosas. Fueron dos funciones a full, con entradas que se agotaron una semana antes, pero no pudimos seguir agregando fechas porque ya estaba pautada la gira por el interior. Así que estos dos nuevos shows son una respuesta a todos aquellos que a través de mails me pidieron regresar al Opera, además de estar enfocados en otro acontecimiento muy importante para mí, que es el festejo por los diez años de mi primer disco.
¿Cómo ves hoy a “La llave” a un año de su lanzamiento?
Es un disco que me sorprendió desde el principio porque, a diferencia de los anteriores, lo compuse íntegramente estando de gira. Lo cual es muy difícil porque estar lejos de tu casa te remueve muchos sentimientos y en cuanto a la grabación en sí, la hicimos tocando todos juntos al mismo tiempo, como un show en vivo, lo que le dio otra energía. Además, a los dos meses recibió un Premio Gardel y un mes más tarde el Premio Consagración en Cosquín. Después vino lo del Opera, grabé dos clips y una larga gira por el interior del país con entradas siempre agotadas. Es increíble todo lo que aún está pasando con este disco.
¿Cuánto cambió tu carrera desde que te lanzaste de lleno a componer, a expresar musicalmente tus ideas y sentimientos?
Cambió mucho en todo sentido. Principalmente en lo interpretativo. No tiene nada que ver interpretar una canción hermosísima de otro a una tuya. Componer me disparó la creatividad enormemente; desde que empecé con la composición me metí más que nunca en la producción, porque cuando el tema es tuyo comenzás a fantasear más respecto a cómo querés que suene, el audio, el paneo, las voces y qué instrumentos van y cuáles no. A su vez, todo ese ejercicio me impulsó a interesarme más por el lado estético de mi carrera, desde la tapa del disco hasta la puesta en escena de los shows y la vestimenta. Siempre fui un tipo con ideas muy firmes pero componer canciones me hizo mucho más corajudo: no hay nada más lindo que salir a defender tus propios temas.
¿Creés que entre los aspectos que tu público más admira de vos figura el hecho de que, amén de alguna que otra balada romántica, siempre te mantenés fiel a tus raíces folklóricas sin volcarte plenamente a lo melódico como otros colegas tuyos?
Respeto a los que del folklore pasan a otro género porque es una búsqueda saludable y todos tienen la libertad de hacerlo. Es obvio que esa decisión genera un impacto en el público y muchos pueden dejar de escucharte pero, a la vez, podés llegar a oídos de mucha otra gente interesada en ese estilo nuevo. En mi caso, creo que lo que marcó la diferencia con mis trabajos anteriores es que ahora las canciones las compongo yo. Me parece que había mucha gente, en especial los más jóvenes, que, aún respetando los clásicos del folklore que sigo cantando, estaban necesitando escuchar algo nuevo, con letras que reflejen su realidad o con las que puedan sentirse más identificados.
¿Con qué artista desearías cantar, considerando que ya lo hiciste con grandes figuras como Mercedes Sosa, León Gieco, Teresa Parodi y Raly Barrionuevo?
De Argentina me gustaría cantar con Pedro Aznar, David Lebón y Ricardo Mollo. Y del exterior, con Rubén Blades y Marc Anthony. A todos los admiro profundamente. Y como algo inalcanzable, por distancias e idioma, sería un placer cantar con Chris Cornell.
¿Es cierto que detrás de tu fachada folklórica se esconde un rockero de aquellos?
(Risas). Es verdad. Mi discoteca está colmada de álbumes de rock’n roll que heredé de mis hermanos mayores y disfruto muchísimo. Escucho Guns N´Roses, Nirvana, Megadeth, Metallica, Queen, Sepultura y con toda esa base generé mis propios gustos. Así me hice fanático de A.N.I.M.A.L., Almafuerte, Pantera, Linkin Park y Limp Bizkit.
Ah, pero te gusta el rock bien duro y extremo…
Sí, mucho. Pero soy muy ecléctico También me encanta Pink Floyd y cosas más calmas.
¿Tu reciente participación en la segunda parte del álbum tributo a León Gieco junto a músicos de D-Mente e Infierno 18 puede significar una apertura hacia el rock en tu carrera?
Yo siempre coqueteo con varios estilos en mis discos porque me gusta escuchar de todo. Es probable que en el próximo haya un acercamiento al rock, porque así como yo disfruto cantando y escuchando folklore y también rock, es muy probable que a los chicos que me siguen les pase lo mismo. No haría un disco enteramente de rock, de cumbia ni de salsa porque no me siento con la misma autoridad ni la experiencia que tengo para cantar folklore y por una cuestión de respeto. Cada estilo requiere un oficio. A mí me gusta sentirme parte de ellos pero también está bueno mantenerse en el lugar donde uno cree que gesta cosas buenas.
Gabriel Hernando
http://www.10musica.com/notas/102070-abel-pintos-mi-discoteca-esta-colmada-albumes-rock-
Abel Pintos espera conservar su “capacidad creativa”
Buenos Aires. El joven compositor y cantante folclórico Abel Pintos desea que perdure en él una “calidad y capacidad creativa determinada”, más allá de que sea buena o mala para quien la recibe, dado que ese es uno de los motores de su felicidad.
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El cantante folclórico, de 24 años, desea que siga en él una “calidad y capacidad creativa determinada”, más allá de que sea buena o mala para quien la recibe, dado que ese es uno de los motores de su felicidad. El joven compositor sacó este año su nuevo disco llamado “La Llave”, que ha tenido gran repercusión y está cerca de ser de “oro”, y que según él mismo señaló: “superó todas nuestras expectativas”. |
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“Espero poder conservar esa capacidad creativa, que me conecta con mi espiritualidad y me permiten ser feliz”, expresó Pintos en diálogo con la agencia Noticias Argentinas.
A los 24 años Abel Pintos está consolidado como uno de los jóvenes valores de la música popular argentina, y así encarará sus dos presentaciones en el Teatro Opera de la calle Corrientes, el próximo viernes 21 y sábado 22, a partir de las 21.30.
En el mismo hará un repertorio “con todas las canciones que el público siempre pide y quiere escuchar”, ya que estos últimos shows del año en Buenos Aires “serán un gran festejo”.
Este año Pintos sacó su disco “La Llave”, que ha tenido gran repercusión y está cerca de ser de “oro”, y que según él mismo señaló: “superó las expectativas de todos, incluso la de nosotros mismos”.
“La verdad que fue un año maravilloso con el disco y ahora el volver al Opera (se presentó con dos llenos totales en mayo pasado), es como que estamos dejando que el disco nos lleve a donde él quiere”, agregó.
Al ser consultado sobre el crecimiento profesional y humano que ha experimentado en estos años, y que le dan una madurez autoral y de interpretación significativas, Abel Pintos explicó que eso se debe en gran parte “a la tranquilidad con la que uno va haciendo las cosas”.
Para el autor de temas como “La Llave”, “Bella flor” o “A veces pasa”, “el tiempo es el que ubica las cosas en el momento que tienen que ser. Todo tiene un proceso de maduración. Si yo viviera todo ahora, en 10 años, cuando tenga 34, sería un viejo, porque para mí no se es viejo por la edad, sino porque esa persona no tiene nada más que conseguir o lograr”.
Ahijado musical de León Gieco y uno de los intérpretes más reconocidos por Mercedes Sosa, Abel Pintos reconoció que como artista “uno es muy vulnerable a lo que ocurre alrededor e influye en lo que uno hace y la manera en que expresa sus emociones”.
Pintos dice que valora personas como el colombiano Juanes o el propio Diego Torres, quienes le dieron un crecimiento a sus carreras, sin perder la escencia de lo que son y dejando un claro mensaje de su propuesta.
“Si a mí me pasaran ahora todas las cosas que le pasaron a Diego Torres, no cabería en mí, porque no estoy preparado, pero por la vida misma, no por la cuestión profesional”, indicó.
En cuanto a cómo ve el folclore actual, Pintos comentó que existen “muchos valores nuevos, aquellos que siguen manteniendo su vigencia, y una renovación interesante”.
“Hay para todos los gustos, desde los más tradicionales, como el Chaqueño Palavecino, a gente como Raly Barrionuevo, Los Nocheros, o los chicos de Canto 4, que demuestran que el género se mantiene vivo”, enfatizó.
http://www.elciudadano.net/NOTAS/nota.php?nombre=ULT-15-11-2008-024
CONFIESO QUE HE VIAJADO: ABEL PINTOS
Por allá en el viejo Norte.
Una exploración de lugares y paisajes por el camino de los Quilmes en Tafí del Valle y Cafayate. El descubrimiento de las historias y los acontecimientos que definen el pasado de estas geografías.
Abel Pintos es cantante folclórico. El 21 y 22 de este mes presentará "La llave" en el Teatro Opera, a las 21.30.
Mi carrera, en estos diez años, me ha llevado a muchos lugares de nuestro extenso país. En su inmensidad de variantes he podido vivir todo tipo de emociones, y he podido sentir la expresión de la vida natural en su plenitud. Como también exclamar en más de una oportunidad que esa fuerza a la que por lo menos yo le doy por nombre Dios ha hecho sentir su gloria en la creación de tan bellos paisajes.
Así también, he aprendido mucho sobre nuestra historia a través de los rastros que nuestros antepasados dejaron como señal de su paso por esta tierra. Señales y marcas de cómo vivieron y de los rastros que dejaron los acontecimientos históricos.
Es el caso de las ruinas de los indios Quilmes, ubicadas en el trayecto entre las ciudades de Tafí del Valle (Tucumán) y Cafayate (Salta). Se trata de un lugar cargado de una energía tan fuerte que emociona, desde el paisaje que se trata de un sitio árido, con montes imponentes y vegetación seca, hasta todo lo que se relaciona con el turismo histórico cultural.
Los Quilmes, me explicaron, eran un pueblo amerindio, de la etnia diaguita. En su lengua, cacán, kilme significa "entre cerros". Estos pobladores se establecieron en los Valles Calchaquíes aproximadamente a fines del siglo XV. Su principal ciudadela (en ruinas) se ubica en el extremo oeste de la provincia de Tucumán.
Allí ocurrió la llamada guerra de los cien años, que tuvo como resultado la victoria de los colonizadores, los mismos que más tarde trasladaron a la población originaria de a pie hasta la zona bonaerense donde hoy se encuentra la cuidad de Quilmes. En estos notables paisajes estos hombres protagonizaron un siglo de guerra resistiendo al invasor español que llegó en 1561 a usurpar el terruño. De allí "calchaquí", epónimo con el que los españoles bautizaron el lugar referido a Kalchakí, el jefe que nunca pudieron vencer. Cien años después, cuando las ciudades fundadas por los invasores terminaron de cercarlos, fueron vencidos (1655).
Cuando tuve la oportunidad de encontrarme allí, en el año 1999, existía un hotel donde además había información turística del lugar y donde uno podía hacerse de artesanías locales, que era atendido por descendientes directos de los pobladores originales del lugar, que de hecho, vivían en la zona y mantenían muchas de las costumbres en su modo de vida cotidiano.
Durante aquel verano el clima se desarrollaba con temperaturas muy altas que se hacían sentir pero que no se sufrían por ser seco el aire del lugar.
Yo tenía 15 años cuando me encontré maravillándome y aprendiendo muchísimo en esa visita (aprendiendo, al punto que cuando regresé a mi Ingeniero White querido rendí un examen de historia con toda esta información en forma de trabajo práctico con muchísimo éxito) con todos mis músicos y parte de mi familia. Todos lo disfrutamos, quiero decir con esto que es una experiencia para vivir en forma familiar, individual o con amistades por igual.
Mucha información sobre nuestros antecesores y su vida, obra y lucha y un entorno natural sorprendente hacen de este lugar un recuerdo imborrable de la memoria y el alma de quien lo visita.
http://www.clarin.com/suplementos/viajes/2008/11/16/v-01803706.htm
Setiembre 2008
ENTREVISTA / CANTAUTOR
Abel Pintos: "Coqueteo con el rock, pero lo mío es el folclore"
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El joven intérprete vuelve a San Juan para presentar La Llave; y también aquellos temas -buena parte de su propia cosecha- que lo sentaron a la mesa chica del folclore nacional. |
Todavía tibia la Consagración en Cosquín de este año y celebrando una década desde la salida de su primer disco; Abel Pintos (24) vuelve a San Juan para presentar La Llave; y también aquellos temas -buena parte de su propia cosecha- que lo sentaron a la mesa chica del folclore nacional. Pero esta vez su público será distinto al que usualmente lo ve en los grandes festivales del país. Es que el joven artista subirá a escena el próximo domingo, en la Fiesta de la Juventud que organiza el gobierno provincial.
"Tengo la mejor onda con los chicos, así que creo que nos vamos a divertir mucho", dice en diálogo con DIARIO DE CUYO el joven cantautor. que en febrero pasado estuvo en la fiesta de Ullum y en 2007 fue figura de la Fiesta del Sol.
- ¿Ese "power" casi rockero que tenés sirve para enganchar público al folclore? - Y, es muy probable que un chico de 17 se sienta más identificado conmigo que con Los Chalchaleros; y no porque yo sea mejor ni muchísimo menos, sino por una cuestión generacional...
- Y siendo fan de Nirvana, Pink Floyd y The Door ¿No se te dio por virar al rock?
- No, yo coqueteo con el rock, es un romance maravilloso, uso sus influencias, pero lo mío es el folclore.
- Y cada vez es más marcada tu veta de compositor...
- Con La Llave decidí hacer una carrera de autor-compositor. Escribo para otros músicos (NdeR: Los Nocheros,Gieco y Alazanes son algunos de los que grabaron temas suyos) y le dedico un tiempo muy importante.
- Es un rubro que suele ser difícil para los jóvenes, en cuanto a aceptación...
- La verdad es que yo empecé a componer para mí, pero luego un montón de músicos me honraron invitándome a componer para ellos. Y como fui intérprete mucho tiempo, sé lo que se busca un intérprete...
- ¿Qué busca?
- Una de las cosas fundamentales es que tengo una concepción muy amplia del amor, que es uno de los temas a los que se le suele cantar muchísimo, en todos los géneros. Yo concibo el amor hacia una mujer, a mis padres, a mis amigos, a la vida; y esto de hablar de algo tan universal permite que un músico pueda identificarse con mis letras.
- ¿El futuro te acerca al papel y te aleja de los escenarios?
- ¡Para nada! Compongo fundamentalmente para entregarlo a través de mi música. Y después tomo otros proyectos...
- ¿Cuánto influyó en tu éxito aquel "boom" del folclore joven?
- Para mí nunca existió. No creo que hubiera un "boom" porque faltaba gente joven que hiciera buen folclore, y de golpe salieron 3 o 4. Lo que faltaban eran espacios. Pasa ahora con el tango; conozco miles de chicos que cantan súper bien, pero los productores prefieren contratar a un tipo de 70 años que canta los mismos tangos hace 45; a uno de 20 que hace cosas nuevas. La renovación del género no depende de los artistas, que siempre hay, sino de las oportunidades...
- ¿Y entonces cuál fue tu pasaporte a las grandes ligas?
- León Gieco, fundamental; y Piti, su productor. León mi brindó sus multitudinarios escenarios y Piti su chapa de productor. Ellos abrieron la gran puerta para que yo pudiera buscar mi propio espacio...
- Lo conseguiste...
- Lo estoy consiguiendo, porque hasta que no termine de madurar como persona, mi carrera no va a terminar de madurar. Mi estilo se va a consolidar el día que mis canciones dejen de hablar de lo que sueño o busco y pasen a contar mis experiencias. Y después de todo, encontrar un estilo para continuar la carrera es como casarse...
- ¿Cómo es eso?
- (Risas) Y, es para toda la vida, así que hay que estar seguro de lo que elegís. Yo tengo expectativas de seguir tocando hasta los 70 años, así que si encuentro mi estilo a los 40, más vale que esté contento con eso, porque me van a quedar 30 años juntos.
- ¿No te reconocés hoy como uno de los íconos del folclore?
- No con esas palabras, me sonaría un poco soberbio. Sí reconozco y me emociona que se me de el lugar que se me da. Que todas las generaciones consideren mi música es un halago enorme.
- Eso se vio en Cosquín este año...
- Y lo viví con mucha felicidad. Fue la única vez que disfruté de Cosquín aparte de la primera vez que estuve...
- ¿Por qué?
- Porque siempre me generó mucha presión. No la comisión ni el público, es una cuestión personal, qué se yo. Pero este año subí decidido a disfrutarlo, creo que se transmitió y por eso pasó todo lo que pasó. Esa es la base de todo.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=303571
Abel Pintos "Estoy buscando mi estilo"
El músico se presentará esta noche en el Teatro Plaza.
Abel Pintos llega con puntualidad a la entrevista. Saluda y acepta nada más que un vaso con agua. Sus ojos se encienden y está atento a todo. Se prepara. Empieza a desglosar sus conceptos con palabras medidas, pensadas, sin dejar que nada se escape.
El joven músico se presentará esta noche, a las 22, en el Teatro Plaza de Godoy Cruz. Allí mostrará los temas de “La llave”, su más reciente producción y también paseará por esas canciones que lo han llevado a ser uno de los intérpretes más populares del panorama folclórico actual. Antes de esa presentación dialogó largo y tendido con MDZ.
-¿Cómo te llevás con Internet?
-Bien, pero me limito a mi casilla de correo y mi página web. El e-mail me sirve como elemento de trabajo ya lo que más atención le presto es a la página porque ahí puedo hacer cosas. Tengo un lugar que se llama“Buenas Nuevas” y ahí voy cargando un montón de cosas, como las fotos que saco yo, con mi cámara, en los distintos conciertos. Además, ese lugar sirve para dar mucha info a mis seguidores. También tengo otro lugar donde hablo de las distintas problemáticas mundiales, como por ejemplo el abuso de menores. La verdad es que la página anda muy bien porque ya pasamos las 400 mil visitas.
-Pero usás tu página casi como un blog…
-Me sirve para descargar toda esa adrenalina que me genera la actuación. Ahí cargo todo lo que tengo ganas.
-¿Tenés Facebook o Myspace?
-No, todavía no me pongo a crear esos espacios y además no me llevo bien con esas cosas. Internet es un medio de comunicación muy importante y lo uso como tal.
-¿Tenés notebook?
Si, y la llevo de gira para procesar fotos o ver algunas páginas. También la uso para distracción personal, como con los juegos.
-¿A qué jugás?
-Los Sims es un jueguito que me puede, pero prefiero no meterme mucho porque me envicio. También juego al fútbol y a las carreras de autos. También uso la notebook para ver muchas películas.
-¿Tenés reproductor de MP3?
-Si, tengo un iPod que lo uso más que nada para llevar materiales, maquetas, como transporte de almacenamiento pero lo que más uso es un discman.
-Bien tradicional…
-Me encanta llevar mis discos.
-¿Y qué llevás si o si?
-El álbum negro de Metallica, el unplugged de Nirvana y “Mundo” de Rubén Blades.
-¿Y tu teléfono es del alta tecnología o sos tradicional?
-Tengo un Blackberry y me encanta. Ahí recibo mis correos y me gusta cargarle cosas.
-Entonces sos un chico bastante comunicado.
-Es primordial para mí.
-¿Alguna vez se te ocurrió incluir en alguna canción tuya esta terminología que nos ofrecen las nuevas tecnologías?
-Creo que las nuevas tecnologías nos ofrecen palabras que cada día son más difíciles de pronunciar. No se cómo pronunciar Messenger o fotolog y como son palabras inglesas –la mayoría- no tienen mucho que ver con la romántica que pueden tener las palabras en español. Por eso me cuesta incluirlas pero si compusiera una canción más informal, en una de esas aparecen estos términos.
-Puede que cuentes una historia de amor de una fan hacia vos vía e-mail o Messenger…
-Puede ser que algún día pueda contar una historia como esa. La verdad, se que estas cosas y estas palabras son moneda corriente que circulan por todo el mundo pero también vivo en la Argentina y se que hay muchos lugares, donde yo voy a tocar, donde la gente no sabe qué es Internet. Por eso, trato de ser cuidadoso en eso. Basar la historia de una canción en algo que no represente a la mayoría del público se me vuelve complicado.
-Mencionaste a Metallica, a Nirvana, sos compinche de Andrés Giménez y a veces hacés cosas con D-Mente, ¿no se te cruzó alguna vez virar hacia el rock and roll?
-No porque no vivo como si viven los que son rockeros. Me gusta producir cosas para algunos grupos de amigos y colaborar de vez en cuando, pero no está en mi idea girar hacia el rock. Coqueteo con el rock, uso sus influencias pero ese estilo de vida no me va. Mi forma de pensar y de ver las cosas no es esencialmente rockera.
-¿Pero tus shows son cada vez más fuertes?
-Es lógico. La fuerza está muy ligada al rock pero en realidad yo siento que la tecnología ha crecido tanto que el folclore también se siente más power. Es algo natural. No tienen la misma fuerza de volumen tres guitarras y un bombo tomados por micrófonos de aire que una banda con batería, bajo y guitarras, como puede ser mi banda. Por cierto, con todos esos instrumentos eléctricos, sueno muy fuerte. Si mirás la actualidad, Coldplay hoy suena más fuerte de lo que sonaba Whitesnake hace veinte años atrás y Coldplay no es una banda heavy metal. La tecnología nos hace sonar más fuertes y es cierto que mis shows son cada vez más fuertes, pero se basa puramente en el hecho que estoy buscando mi estilo y me gustaría que se emparente mucho con la fuerza.
-Llevás diez años de carrera oficial y me decís que seguís buscando tu estilo. ¿Hubo cosas de las que te arrepentís de haber hecho por estar a la búsqueda de ese estilo?
- No porque lo que hice lo disfruté. Esa búsqueda no va a terminar hasta que yo no termine de asentarme como persona. Hice muchas cosas que me sirvieron y otras que no, y a esas cosas las tomo como experiencia. Creo que el día que empiece a escribir sobre hechos en los que ya tengo experiencia es porque estaré en un punto de estabilidad de mi vida. Obvio que hay cosas que no las haría más pero no me arrepiento de haberlas hecho.
-Para la mayoría de los músicos, su mejor disco es el que viene; para vos, el mejor sería dentro de dos o tres discos más…
-…no se. Me gustaría que con el tiempo se llegue a la conclusión que cada disco representó fielmente cada etapa de mi vida. Madonna logró eso: con cada disco marcó una etapa de su vida.
-Empezaste de muy chico. Recuerdo haberte visto en el Teatro Independencia, hace diez años, con León Gieco y Antonio Tormo. ¿Cómo hacés para que la gente no siga viendo a ese chico que canta y te vea como un artista adulto?
-Es difícil. Entiendo que una parte del público que hoy me acompaña me ha visto crecer y eso genera cierta relación “familiar”. Esos que me vieron desde chiquito me tienen otra estima diferente del que recién me conoce. No me quejo de esas cosas porque me pasa lo mismo con mi mamá: puedo llegar a tener cuarenta años y siempre voy a ser su “nene”. Muchas veces disfruto de esa gente que me sigue desde chico y me brinda un ambiente familiar.
-Me diste pie para preguntarte algo: lo tuyo es muy familiar. Viajás con tus padres y tu hermano toca con vos y es tu productor musical. ¿Cómo lo llevás?
-No se… Siempre nos hemos llevado bien familiarmente pero creo que se debe a que siempre yo propuse y ellos también propusieron. La verdad es que me siento muy acompañado por mis afectos y mientras eso siga bien lo voy a disfrutar. Nunca sentí presiones sino todo lo contrario. Hubo acompañamiento y consejos y cada uno de nosotros sabe qué papel juega en esta historia. Ahí creo que radica la armonía.
-“La llave” es un muy buen disco. ¿Lo disfrutás?
-Mucho. Lo escucho casi todos los días, cuando salgo a correr y lo disfruto. Creo que está bien hecho y cuando en el show escuchás estas canciones que se suman a las del disco anterior, es muy fuerte. Por ahora lo disfruto más allá que ya estoy trabajando en el que viene.
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-Vamos al final. ¿Cuánto te molestó o cánto te gusto que Cristina Fernández de Kirchner usara la canción “Tu voz” en su campaña presidencial?
-No me molestó en lo más mínimo. Me generó una emoción muy grande saber que una persona que está frente a un desafío tan importante como es llegar a ser presidente de tu país, con tanta presión, halla elegido una canción mía a modo de incentivo o de reposo. Me enteré por gente cercana a la Presidenta que eligió ese tema porque le gusta y es raro que la usara para ese momento porque el tema habla de lo que se extraña a una personas y se contenta con sólo escuchar su voz en ele teléfono. No es una canción que hable de la esperanza, del trabajo, del futuro… Y por eso me gustó que la eligiera como un gusto personal. Es emocionante que tanta gente haya escuchado mi canción.
-¿Conociste a la Presidenta?
-No.
-¿Pero la menos te dio buenos dividendos en los derechos de autor?
-Ni ahí porque era usada en actos públicos y no pagan. Cuando me pidieron la autorización para usarla la di y te juro que nunca pensé en los derechos de autor como también establecí que no iba a hacer nada en la campaña. Si querían mi canción, que la usaran. Y así lo hicieron.
http://www.mdzol.com/mdz/nota/68454-Estoy-buscando-mi-estilo/
La platea
Una llave que abre caminos
Abel Pintos presentará su último trabajo discográfico en el teatro Plaza. Antes, habló con La Platea.
Natalia Moyano
nmoyano@ciudadanodiario.com.ar
MÚSICA Con los pies bien plantados sobre la tierra y con la mente bien en claro que la música es su carrera en la vida, el cantante Abel Pintos dialogó con La Platea en su arribo a Mendoza para presentar su nuevo trabajo discográfico llamado “La llave”, un disco que lo ha consagrado entre los más grandes artistas del folklore alternativo y cómo él asegura una llave a la apertura de nuevos caminos, deseos y ambiciones.
—¿De qué trata “La llave”?
—Es mi tercer disco como autor y compositor, un disco en el que decido tomar esta etapa de la composición como carrera definitiva, no como etapa, justamente. Las canciones son bastante autorreferenciales, salvo dos y tiene que ver con que a mí me enseñaron que para crecer hay que hacerlo desde las raíces. Para crecer en esto que he decidido tomar como una carrera busqué en mis raíces lo que tenía que ver con lo espiritual y lo emocional y lo plasmé en las canciones.
—¿Qué te lleva a embarcarte en esto de meterte de lleno en la autoría y composición?
—Esta necesidad comenzó como una etapa y tuve el placer y gusto de hacer dos discos: “Sentido” y “Reflejo real”, que además de ser discos bisagras en mi carrera, contienen canciones que se hicieron muy populares y que me dieron un reconocimiento inmediato como autor y compositor, por parte del público, de mis colegas que empezaron a pedirme que compusiera para sus discos y de la prensa. Hoy me encuentro componiendo música para otros grupos folclóricos y de rock, y también para cine y TV. Decidí tomarlo como una carrera para desarrollarme en ella y que deje de ser una etapa para convertirse en un futuro.
—¿La llave a qué es este disco?
—Justamente a todo eso. Venía siendo intérprete y comencé a hacer mis propias canciones, después empecé a agrandar mis horizontes, en dos años voy a editar un libro que estoy terminando de escribir. Esto me ha abierto muchos caminos, deseos y ambiciones y ahora todo se me ha amplificado.
—¿Y cómo hacés con 10 años en la música para que la profesión no te agobie?
—Yo pienso y siento que me queda mucho por aprender. Y si bien han pasado 10 años en la música sigo creciendo y desarrollándome, además como persona. Mientras eso siga sucediendo voy a ser un aprendiz de muchas cosas. ¡Si aprendo, descubro y no me aburro!
El show
Esta noche, Abel Pintos desplegará su voz en el teatro Plaza, a partir de las 22. Las entradas se consiguen en la boletería del teatro.
Agosto 2008
"León fue casi un padre para mí"
Recuerda qué tan estimulante fue el apoyo de Gieco en sus primeros años. Y analiza si es probable un nuevo estallido del folklore joven.
Abel Pintos saltó a la consideración popular en la edición 1998 del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, ocasión en la que fue presentado por León Gieco.
El máximo prócer del rock & folk nacional ahora invita al cantor sureño a su peña de Juniors (el viernes, desde las 22), lo que deja en claro que se trata de un padrinazgo de largo alcance.
Ahora bien, ¿qué recordará Abel de su debut coscoíno, del que ya nos separan 10 años? “Lo recuerdo con mucha emoción y como una oportunidad única”, revela.
Luego precisa: “A León lo conocí en diciembre de 1997, cuando empezamos a trabajar mi disco. A su vez, él estaba terminando de grabar el de Antonio Tormo. Así que Antonio y yo estábamos en la misma situación. Recuerdo que lo primero que hicimos juntos fue ir a un programa de Santo Biasatti. No era un noticiero, era más de interés general, llevaba músicos en vivo. Santo recorrió la vida de León y ahí nomás, él presentó los proyectos que tenía para el siguiente año. Recuerdo haber compartido camarín con Antonio y tener las mismas expectativas e incertidumbres. Antonio tenía 84 años, yo 14, pero estábamos en la misma situación y unidos por la misma persona: León Gieco”.
En el flashback, a Abel Pintos se le filtra la revelación de que llegó a tener una relación casi familiar con Gieco. “Llegué a Cosquín con la sensación de que León era casi un padre. Una relación de amistad tan profunda, que rozaba lo familiar. En fin, León y Antonio Tormo, dos tipos muy grandes, pero sencillos, venían enseñándome valores que iban más allá de lo musical. Eso hizo las cosas más fáciles en Cosquín”.
Ser joven hoy. Abel Pintos representa la pata más valiosa en términos estéticos del triángulo que completaron la impetuosa Soledad y el edulcorado Luciano Pereyra. Los vértices de un folklore joven entusiasta, que agitaba banderas de tradición cuando ésta parecía sepultada.
Hoy, el debate pasa por pensar si podrían surgir nuevos valores de la música nativa en un contexto dominado de My Space, Facebook y MSN. “Como medios de difusión, son certeros –interpreta–. Soy un convencido de que hay que respetar y salvaguardar las tradiciones. La vestimenta del hombre de campo, el mate, el asado, la jineteada... Pero también hay que aceptar que el tiempo pasa y hay nuevas expresiones sociales y se terminan transformando en tradiciones por lo mucho que se usan e identifican. El mensaje de texto se está metiendo a tal punto en nuestra cultura, que te despiden del laburo desde un MSN o te confirman que te aman (o no). Con el tiempo, todo eso se convertirá en cosas tradicionales de una cultura universal”.
–El rock es más abierto. Catupecu usa el verbo “resetear”. ¿Lo usarías en una zamba?
–No hay un libro que diga que a cada división rítmica le corresponde una determinada temática. Podés escribir sobre lo que quieras, lo que te represente. De todos modos, no usaría el verbo “resetear” porque, particularmente, no me moviliza.
Nada proselitista
El año pasado, la carrera de Abel Pintos vivió un involuntario espaldarazo promocional. Es que la por entonces candidata a la presidencia de la Nación, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, utilizó una canción del joven, de Ingeniero White, en plena campaña.
La obra fue Tu voz y las sensaciones del autor por tales circunstancias son las siguientes: “La usó, aparentemente, porque la hacía sentir bien, no para alentar un mensaje político especial”.
–La Presidenta mostró algunos rasgos no tan favorables... ¿Te inquieta quedar asociado a ella?
–No. La canción fue elegida, y continúa siéndolo, por la sencilla razón de que a ella le gusta y la incentiva espiritualmente, según tengo entendido. Tu voz habla de cuando uno está lejos de alguien e intenta recordarlo a través de su voz. Habla de extrañar alguien que está lejos, apenas eso. No tiene ningún mensaje proselitista. Si mi canción hablara de la igualdad, del trabajo o de la democracia, y ella no hubiera sido consecuente con el mensaje, tendría que haber salido a aclarar qué quise hacer y que no fue compuesta para la campaña. No hizo, ni hace, falta.
http://www2.lavoz.com.ar/08/08/13/secciones/espectaculos/nota.asp?nota_id=230350
Mayo 2008
El ex niño prodigio
Con diez años de carrera, dice que en su momento el éxito no lo mareó. Habla de la solidaridad de los artistas.
Para un cantante, cargar a los 23 años con más de 10 de carrera, no es frecuente. Cuando Abel Pintos llegó a Cosquín, hace una década, su voz, su simpatía, el padrinazgo de León Gieco y la ebullición del folclore, con chicos como Soledad y Luciano Pereyra, le abrían un abanico de posibilidades que lo obligaba a elegir.
¿Cómo se hace, a los 13 años, para no tentarse con el éxito rápido?
Eso depende de lo que uno busca. Yo tenía 13, grababa un disco, pero no buscaba más que eso.
De hecho a vos no te identificaban tanto con el fenómeno de los festivales.
No, pero cuando todo el mundo se enteró de quién era yo, ya era algo conocido en el interior.
Se dio todo de manera gradual.
Es que las cosas tienen que darse con el tiempo. Si hoy pienso en llenar un teatro como el Opera, no puedo ya soñar con llenar Boca. Porque para disfrutarlo tengo que entenderlo. Y eso tiene su tiempo de maduración.
¿Cómo van a ser los conciertos?
Van a estar divididos en dos partes. La primera, dedicada a La llave. La segunda es un repaso de mis CDs anteriores, con temas distintos cada noche.
Muchas canciones de "La llave" llevan implícita una segunda persona. ¿Es siempre la misma?
No. En el CD hablo del amor en todas sus formas. Cuando escribo una canción en la que expreso amor, lo hago de manera universal. Así, la persona que la recibe puede a su vez regalarla a quien quiera, y cuando la canto algo se pone en movimiento. Por eso se dice que una canción puede cambiar el mundo.
Eso está muy conectado con la expectativa que la gente pone en artistas que, como vos, se suman a acciones solidarias. ¿Hasta qué punto un artista lo puede absorber?
Hay que asumir esa demanda con mucha responsabilidad. Pero entendiendo, como me enseñó León, que la solidaridad no pasa por regalar algo. Tenemos que generar algo que se mueva más allá de lo que hagamos.
¿Eso incluye escribir o cantar temas que aborden la problemática social?
Escribo sobre cosas que afectan a mi espíritu. Por ejemplo, hace un tiempo recibí cartas de gente que empezaba elogiando mis shows y que, de la nada, me comentaban que habían sido abusados, o que tenían un sobrino o un hermano que lo eran. Lo tomé como que estaban buscando en mí una voz para decir lo que no se animaban a confesar, por miedo o vergüenza. Así compuse La voz del olvido, que habla de las víctimas de abuso infantil.
Cuando escribís una canción, ¿sabés de antemano si vas a darle un formato folclórico u otro estilo?
Cuando compongo una letra, según lo que diga voy a usar la música como el mejor vestido. pero desde un concepto integral. Hay una idea. Después trato de darle fuerza.
MADURO "SOLIDARIDAD NO SIGNIFICA REGALAR ALGO. HAY QUE GENERAR MOVIMIENTO", DICE.
Abel Pintos, desde la intuición y el alma
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BUENOS AIRES (Télam) -- El cantautor Abel Pintos, en pleno ascenso de su carrera luego de la consagración del último Cosquín, estrenó anoche y repetirá hoy las canciones de su más reciente disco La llave en el porteño teatro Opera.
"Si bien en la primera parte canto todos los temas de mi último álbum, luego seleccioné distintos repertorios porque no quiero que quede afuera ninguna canción significativa de mis 10 años de carrera", adelantó Pintos.
-- ¿Sentís que continuás descubriendo lugares del país más allá de venir recorriéndolo de punta a punta?
-- Me divierte mucho saber que aún estoy descubriendo lugares de un país que creo recorrí entero y sin embargo me llevo sorpresas permanentemente y me hace muy feliz.
-- ¿Qué te lleva a pensar en estos diez años?
-- Me pone contento recordar momentos y saber que en toda vorágine me queda mucho por aprender. Hay cosas que me suenan prematuras y entonces comprendo lo que me está sucediendo y eso me da seguridad y me demuestra que voy por el camino correcto.
-- ¿Considerás que "La llave" cierra un concepto de tres discos en los que empezaste a componer?
-- Con este disco tuve que tomar la decisión de consolidarme totalmente como cantautor desde la intuición y el alma. Pero así como en su momento estudié canto, ahora tengo que estudiar composición para no caer en una repetición.
-- ¿Qué autores realmente admirás?
-- Daniel Toro es alguien que, hablando mal y pronto, me descose el cerebro, me lo abre como una mariposa y me entrega imágenes muy concretas.
"A El antigal no lo conozco pero lo veo; a El principito no lo leí pero siento la pureza que él le da; y en Zamba para olvidarte me imagino a una mujer y a un hombre hablando en un rancho en medio de la nada, porque la soledad que me transmite esa canción es muy clara".
-- ¿Qué planes tenés para el futuro cercano?
-- Seguramente el año próximo hagamos un disco conjunto con Andrés Giménez (líder de la disuelta banda A.N.I.M.A.L.) que es algo que hace rato queremos hacer y la falta de tiempo lo posterga.
-- ¿Sentís que te quedan cosas pendientes?
-- Pendientes no es la palabra, creo que voy cumpliendo los objetivos claros y para adelante. Dentro de uno o dos años quiero editar dos libros, uno de poemas y otro con historias tipo fábulas y también tengo la idea de crear un sello discográfico que ayude a la difusión de tantos artistas que no tienen lugar.
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"No cambiaría mi vida"
Antes de presentar "La llave" en el teatro Ópera y pronto a festejar los 10 años de su primer disco, Abel Pintos repasó su carrera con Ciudad.com.
Joven, simpático, expresivo, carismático y talentoso. Abel Pintos tiene en su haber años de carrera que le hacen honor al cantautor en que se convirtió hoy en día. Pronto a festejar los primeros diez años transcurridos entre la edición de su primer CD -Para cantar he nacido-, y su presente musical, Abel se muestra seguro de lo que hace. Su último disco, La llave, viene acompañado de un gran triunfo: gracias a él, se llevó el galardón a Mejor Álbum Folclore Alternativo en los Premios Gardel 2008. Y para coronar tal alegría, Pintos va a presentar el álbum en el Ópera, el 23 y 24 de mayo.
Con14 canciones de su autoría, Abel cuenta que el camino para hacer sus propias canciones fue más bien natural, y que arrancó a fines del 2003 con dos canciones: Canción que acuna y Sueño Dorado. "Ambos temas los escribí en un momento espiritual muy grande en mi vida, y cuando las terminé sentí la inmensa necesidad de mostrarlas. Se las enseñé a mi productor de ese momento y le dije que me gustaría grabarlas. Él las escuchó y me incentivó para seguir escribiendo, y al final de las 13 canciones de Sentido, compuse 11", cuenta Pintos.
Tu carrera profesional arrancó siendo vos muy chico, ¿Cuándo te diste cuenta que la música había dejado de ser un juego para convertirse en una profesión?
Cuando a empecé a darme cuenta de las presiones que genera cualquier profesión. Empezar a tomar decisiones, crecer y hacerte amigo de cosas como la Afip. Esas cosas son las que más te despabilan con respecto al tipo de crecimiento que tiene tu emprendimiento, y de algún modo empiezan a ser presiones que cargan y abogian mucho. Si podes enfrentarlas y sentís que vale la pena hacerlo, vas encontrando cada vez más el sentido de que lo que haces lo haces porque te gusta y te importa tres carajos el resto del mundo.
Desde el principio te ayudaron muchos grandes de la música como Raúl Lavié, León Gieco y Teresa Parodi, ¿consideras a alguno de ellos tu padrino artístico?
Todos fueron y son muy amables conmigo, como todos los músicos que conocí en Argentina. De algún modo me mimaron y me dieron la oportunidad impagable de poder aprender directamente de ellos. Si tengo que considerar a alguno mi padrino, sería León porque él hizo algo inusual: produjo mi disco y después me sacó dos años de gira con él, cuando no era su trabajo ni su obligación. En ese momento la imagen era muy tierna porque es de público conocimiento que León no tiene hijos (sí tiene dos hijas) entonces si no era el hijo, era el ahijado.
Es muy común que en los chicos que empiezan de muy chicos, su familia los acompañe laboralmente. En tu caso tu hermano es productor de dos de tus discos, ¿cómo es trabajar con él?
Es muy cómodo porque nos conocemos profundamente y en todos nos criamos juntos. Aunque hay una diferencia de edad muy grande entre los dos, musicalmente los dos nos criamos juntos. Ariel empezó a encontrar la libertad para crear su propia música en el folclore, y los dos nos desarrollamos con el mismo gusto y los mismos referentes, codo a codo.
¿Qué cosas te arrepentís de no haber vivido por tu carrera y que cosas no cambiarías por nada?
La realidad es que no cambiaría nada. De algún modo siempre sentí que no resigné cosas, sino que hice un trueque. Siempre me lamenté de no haber podido vivir grupalmente una emoción como es un viaje de egresados, pero eso lo cambié por estar tocando en un estadio para 30.000 personas. Viví las emociones desde otro lado, con otro grupo de gente, y que hoy que estoy más grande disfruto que haya sido así. Es un trueque con lo positivo y negativo que tiene intercambiar algo.
Suele pasar en los artistas –por ejemplo Soledad y Luciano Pereyra- que una vez que empiezan a componer, ese crecimiento viene acompañado de un viraje musical: ¿Cómo es en tu caso?
Es que no creo que Soledad, ni Luciano ni yo queramos cambiar nuestros rumbos. Me parece que las cosas tienen que ver con influencias musicales de nuestras crianzas, y con cosas que nos pasaron en la vida después. Por ejemplo Luciano se crió escuchando música melódica, y es muy natural que dentro de la música que él quiera hacer haya gran influencia de lo melódico. Yo me crié con el rock y conocí el folclore con la parte ecléctica de Mercedes Sosa, y de ahí la música que hago.
Su cumplen diez años de tu primer disco, ¿que consejos le darías a alguien que recién está empezando?
Que nunca tienen que perder su objetivo principal ni la naturalidad. Las cosas nunca tienen que dejar de fluir de forma despreocupada, porque sino después las presiones y las cosas que uno empieza a sentir transforman en algo muy hermético. Si se deja de lado lo original para cumplir con pautas para el producto, ya no es tan divertido. Lo bueno es mantener la emoción.
Video:
Mini entrevista en la terraza de ciudad.com
"CADA DÍA EMPIEZO DE NUEVO"
El cantautor consagrado en Cosquín presentará su último CD, “La llave”, este fin de semana en el Teatro Ópera con dos shows que, dice, serán diferentes. Afirma que quiere reinventarse y que le falta mucho por aprender.
Los días viernes 23 y sábado 24, Abel Pintos, actuará en uno de los Teatros más importantes de la calle Corrientes. Aquí nos adelanta detalles y recorre su pasado, su presente y su futuro, con la humildad y la alegría que tienen aquellos que saben hacia dónde van.
¿Cómo te venís preparando para las presentaciones en Buenos Aires?
La verdad es que es una situación especial, porque es la primera vez que vamos a tocar en un lugar donde te obliga a llevar adelante una producción mucho más detallista y desarrollada que en otros lugares.
La última vez cuando tocamos en el ND Ateneo, que es un teatro hermosísimo donde me siento como en mi casa, ya habíamos presentado una puesta de escena más ambiciosa que otras veces. Empezamos a preocuparnos más por la estética, más allá de por cada detalle musical. Pero cuando vas a tocar en el Teatro Ópera, o en cualquiera de la calle Corrientes, la estructura misma del lugar te lleva a estar en un montón de otros detalles y a cuidar mucho más la estética del concierto que en otras ocasiones.
Entonces, lo estoy preparando entre el estrés que te lleva estar de reunión en reunión y estar quemándote la cabeza pensando en cada detalle, y la emoción de estar viviéndolo. Porque, después de todo fue muy soñado todo esto que se va a dar. Así que es una variable constante: generalmente, al principio del día estoy hiper emocionado y al final ya empiezo a sentir estrés. Pero, desde ya y sobre todo, súper feliz de poder hacerlo y con muchísimas expectativas, esperando que el concierto está a la altura de las circunstancias.
“La llave” es tu tercer trabajo consecutivo como compositor.
Sí. El penúltimo disco -“Sentidos”- es el primer disco que tuvo canciones mías, once de los trece temas que tiene son de mi autoría . Tenía ganas de incluir dos canciones que me gustaban mucho y mi productor me impulsó a componer más. Ahí se dio, no lo busqué.
Cuando se venía “Reflejo real”, “Sentidos, había tenido mucho éxito, muchas canciones de ese disco se habían vuelto muy pupulares. Eso me incentivaba y, a la vez, me generaba una responsabilidad: hacer otro disco que cubriera las expectativas del público y la prensa. Entonces empecé a ser más detallista.
“La llave” era decisivo: o era cantautor o volvía a ser intérprete únicamente. Porque tres discos ya acostumbran al público, la prensa y a uno mismo a que las canciones son de uno.
Después de un tercer disco ya no sé si volvería a grabar todo un disco de interpretación. Así que tuve que tomar la desición. Continuar como autor y compositor me requería y me requiere un esfuerzo muy grande. Digamos que “Sentidos” y “Reflejo real” fueron trabajos muy intuitivos en cuanto a la composición. Pero, a partir de ahora, tengo que estudiar más, tener un conocimiento más técnico tanto de la música como de la letra; para no repetirme en conceptos el día de mañana –ni en palabras, ni en armonías- El día de mañana quiero tener la oportunidad de -dentro de mi estilo y carrera- poder ser un músico tan ecléctico como lo es León, como lo es Paul Mc Cartney. No me pongo al nieval compositivo de ellos. Me refiero a que son tipos que, dentro del estilo que han formado, fueron muy eclécticos en su composición. Nunca se “autocopiaron”. Cada disco tiene una cosa distinta, pareciera que se reinventan todo el tiempo. Eso tiene mucho que ver con el don que tienen y con el conocimiento musical y a la hora de escribir. Eso es lo que yo tengo que adqurir ahora: Estudiar, desarrollarme. Es empezar una nueva carrera.
Yo hace diez años que vengo estudiando e intentando desarrollarme cada día como intérprete, estudiando canto y demás. Lo mismo tengo que hacer ahora de acá a diez años para adelante, pero con la teoría y la composición.
Querés no repetirte, sin embargo todo autor, sin querer copiarse, tiende a tener lugares recurrentes
Creo que eso se debe a que todos los que tenemos la oportunidad de escribir, siempre lo vamos a hacer desde una raíz que está adentro nuestro. Entonces justamente ese punto recurrente es el que está adentro de uno mismo y que nos impulsa a escribir. Si los libros se escribieran de puño y letra, uno podría reconocer instantáneamente al autor con sólo verle el estilo de la letra. Quizá ese punto recurrente al que uno regresa es esa raíz, esa letra súper reconocible. Que pase eso también está bueno.
No me refiero a ese tipo de reincidencias, sino a no pegar un hit, suponé “Todo esta en vos”. Lo más probable es que, en otros discos, yo componga otra canción sobre esos ritmos o esa temática de letra. Pero la idea es no volver a componer otro “Todo esta en vos”, como le pasa a muchos músicos. Hoy escucho muchas bandas o contantes que sacan un tema con el que la revientan y en el segundo disco el primer corte de difusión es igual. No sólo con los músicos de ahora, también de muchos años atrás. Ojalá yo tenga la posibilidad de poder desarrollarme y aprender lo suficiente como para no generar eso.
Decís que tenés que empezar de nuevo, pero tenés una década de experiencia. ¿Cuál es la diferencia entre comenzar ahora y hace diez años?
En realidad no hay mucha diferencia. Es cierto que he adquirido mucha experiencia, me he fogueado, me he curtido, me he hecho de abajo y la he peleado. Disfruto muchísimo de todo lo que vivo hoy porque sé lo que me costó conseguirlo. Pero ciertamente cuando a uno le va mejor, las cosas van creciendo en otras dimensiones y esas dimensiones son desconocidas para uno, como este caso de tocar en el Ópera.
Hoy en día estoy pendiente de una cantidad de cosas de las que nunca, en la cantidad de espectáculos que he hecho desde que empecé hasta ahora, estuve pendiente. Entonces estoy parado frente a esas situaciones por primera vez. Como me paré frente a otras situaciones que hoy domino con absoluta facilidad, hace diez años atrás.
Yo considero que cada día en que uno se despierta y se levanta de la cama para empezar sus actividades, está empezando de nuevo. Estoy absolutamente convencido de eso. Me pasa en un detalle tan simple como los ejercicios de aire que tengo que hacer para mantener una técnica vocal determinada. Yo me doy cuenta de que cuando me agarra gripe o angina, una semana después, cuando retomo mis actividades, no soy el mismo, no me siento igual. Estoy volviendo a empezar. Me pasa lo mismo cuando paso quince días de gira y no puedo entrenar ni ir al gimnasio. Cuando vuelvo tengo que empezar de nuevo. Creo que con la mente y espíritu pasa exactamente lo mismo. Hay días en que uno termina hiper mufado y al día siguiente empezás con otra calma. Estás arrancando de nuevo. Eso lo valoro mucho, es reinventarse, renacer. Es lo que busco paralelamente en mi carrera y en mi vida personal.
Se hace una pausa en la conversación. Abel toma con tranquilidad una taza de té. Y al retomar la charla nos cuenta su experiencia de ser Consagración en Cosquín.
Y como si fuera poco también habla de sus planes a futuro, asegura que no cree en la carátula del “Folklore joven” y se describe a sí mismo como una persona espiritual.
"ERA UN ESCENARIO QUE ME PRESIONABA MUCHO"
Como en aquél escondido que dice “quiero ser de nuevo chango”, pero con la adultez y la madurez de hoy, Abel Pintos fue consagrado en el último Festival de Cosquín. Y esto nos cuenta.
Este año, diez años después de haber pisado el escenario “Atahualpa Yupanquí”, fuiste consagración de Cosquín...
Fue muy emotivo por muchas cosas: primero por el gesto –tanto de la gente como de la comisión-, por lo de Mercedes que me emocionó inmensamente –porque ella, sabiendo lo mucho que significa para mí, se ofreció a ir a recibir el premio-, por estar de gira y estar viéndolo por tele, habían pasado diez años, por un montón de cosas.
Y por algo que voy a contar que, al menos para mí, fue hermosísimo.
Cosquín siempre me gustó muchísimo porque es un festival muy importante, pero justamente por la importancia que tiene, es un festival que –tanto a mí como a otros músicos- me generó, muchos años, mucha presión. Entonces muchas veces no lo disfruté. Sí la primera vez poqrue yo era un niño absoluto, entonces me divertía la idea de estar ahí. Cuando uno está hermosamente preso de tanta inocencia, se divierte y no siente las presiones. Empecé a crecer, a sentir de qué se trataba y, ciertamente, el escenario de Cosquín era un lugar que me presionaba mucho.
Cuando me dijeron que este año iba a ir a tocar, pensé en los diez años que habían pasado. Y dije “quiero subirme al escenario y sentirme tan libre como me sentí aquella vez y, si yo puedo lograr esa libertad, voy a setir que estoy creciendo como artista”. Porque los grandes artistas se suben al escenario y, sea el escenario que sea, se sienten como en casa. Los ves caminar por el escenario, con la cantidad de gente que hay, y ellos como si nada. Es muy dífícil de alcanzar ese nivel espiritual o mental. Yo me lo propuse y me dije “si lo logro, voy a sentir que estoy creciendo, que llegué a una nueva etapa. Justamente ésta: que soy un artista, que ya no soy un niño aprendiendo de todo. Me quedan muchas cosas por aprender, por supuesto, y me emociona la idea. Pero me voy a sentir bien”.
Y pareciera que todo el público que estaba presente y lo vio por televisión hubiera sabido que yo pensé eso. Porque me consagraron cuando yo mismo me sentí “cosagrado”, en el sentido de que logré lo que me propuse: la pasé bien, me divertí, caminé como nunca en mi vida. Podés revisar videos de todas las veces que estuve y vas a ver que la primera y la última fueron las únicas dos veces que caminé por el escenario de Cosquín. Porque me sentí libre, como me había sentido de niño. Personalmente, me sentí muy orgulloso de haber podido lograr eso.
Cuando me voy de gira, me entero que me consagran. Entonces fue muy mágico para mí en ese sentido. Pensé “¿se dieron cuenta?, ¿lo escucharon?, ¿le dije a alguien?”. No podía ser tanta conexión. Y eso me emocionó inmensamente. Por eso estoy muy contento por la consagración. No porque considere que sea un artista consagrado, porque faltan muchos años para eso. Pero sí por lo que sentí internamente, por toda esa cuestión que se venía dando en mí tiempo antes de tocar en Cosquín.
En ese sentido, tu interpretación de “El antigal” fue un punto clave de esa conexión con el público.
Justamente “El Antigal” es el punto más alto de mi relex sobre el escenario. Porque es una canción que solía cantar de vez en cuando –así, a capella- pero únicamente en oportunidades en las que me siento tan cómodo como cuando estoy en mi casa descansando; y canto esa canción porque me vuela el cerebro. Es muy divertida para hacer a capella porque tiene muchas idas y vueltas, entonces la canto constantemente en mi intimidad.
Entonces, me sentí tan cómodo en el escenario, que incluí la canción aún sin estar en la lista de temas. De hecho, en la tele pusieron el título de la canción que venía, yo estaba cantando “El antigal” de Daniel Toro y Petrocelli y figuraba “Relejo real” de Abel Pintos. El tema no estaba en la lista. Pero lo sentí de ese modo y tuve que ser, una vez más, sincero conmigo mismo y hacerlo para darle un broche de oro al disfrute. En ese mismo momento es cuando se da el punto más alto de la conexión que luego genera la consagración.
Marina Cavalletti www.folkloreclub.com
"NUNCA CREÍ EN EL RÓTULO DE FOLKLORE JOVEN"
Adelantándose a lo que vendrá en el futuro, pero disfrutando del presente, Abel Pintos trabaja en su próximo material discográfico y en dos libros, apoya a jóvenes artistas y se corre de los viejos rótulos.
Se te escucha con mucha plenitud ¿qué imaginás para los próximos años?
Soy bastante hiperactivo y, para ser sincero, estoy componiendo canciones porque estoy armando tres conceptos distintos para el próximo disco, en el medio del disfrute de “La llave” y del desarrollo. Pero soy hipercativo y no puedo parar de fantasear. Al contrario: cuántas más cosas me hace vivir este disco, más se me dispara la imaginación hacia cosas para lo próximo.
Así, estoy pensando en conceptos distintos para un disco nuevo a medida que voy generando ideas. Estoy escribiendo, con mucha tranquilidad, dos libro, uno de poemas. Espero en dos o tres años editarlos, por una cuestión de gusto personal.
Después estoy absolutamente metido en el desarrollo de este disco, en la gira, en promocionarlo, en mi página web. Renovamos los contenidos semanalmente de las fotos y los videos de los conciertos. Estoy escribiendo crónicas de lo que va pasando en la gira para que la gente pueda estar, más aún, conectada con lo que vivimos nosotros fuera de la escena.
Estoy fantaseando con lo próximo, porque no puedo detenerme, pero también disfrutando muchísimo del desarrollo de este disco, quizá más de lo que disfruté con otros discos anteriores.
Cuando empezaste tu carrera fuiste referente de lo que se llamó “folklore joven” y ahora sos referente de muchos jóvenes ¿cómo vivís ese cambio de rol o de carátula?
Yo nunca creí mucho en las carátulas que hablaban del folklore joven o del nuevo folklore. Para mí el folklore, por definición, lejos está de un artista. Entonces nunca lo entendí muy bien. Yo creo que es más correcto definir como falklore nuevo a los mensajes de texto, que es una forma absolutamente nueva de comunicación; y no lo inventé yo. Recibís mensajes de texto del trabajo, de amigos saludandoté, cadenas de milagros. Ha alcanzado casi el mismo valor que la palabra. Hay declaraciones de amor por mensaje de texto. Me parece más correcto definir como nuevo folklore a un mensaje de texto que a un artista que interprete con un nuevo concepto, si se quiere, el folklore. Pero el folklore por definición es otra cosa: tiene que ver con la razón cultural de una sociedad y con las cosas que nutren la cutura. Somos un país muy ecléctico, estamos nutridos por cientos de naciones. Argentina tiene como ritual folklórico tanto a un asado un domigo como a un almuerzo con pastas. Son dos cosas absolutamente opuestas, sin embargo no dejan de ser tradiciones. Es folklórico tanto el fútbol del domingo como el TC 2000, tanto Los Palmeras como Los Chalchaleros. Son íconos que se van sumando con el tiempo. Las generaciones se van identificando, van identificando a su cultura y a su forma de desarrollarse.
Yo nunca creí en los rótulos de “Nuevo folklore”. No lo vivo de ninguna manera, porque no es más que una carátula. Lo que yo hago lejos está de poder ser caratulado porque así lo quiero generar yo. Por eso no lo vivo de ningún modo en especial.
Sí me emociona muchísimo que haya mucha cantidad de chicos de mi edad -o que rodean a mi generación- que hayan conocido el folklore por haberme escuchado. O que se hayan dado cuenta que el folklore está muy lejos de ser una zamba, una chacarera y un tipo vestido de gaucho, que el folklore puede ser una música más universal y no dejar de respetar por eso al sentido real de lo folklórico, de nuestra tierra y de nuestra identidad.
Generar eso en pares de mi edad o en generaciones cercanas a las mías, me emociona muchísimo.
Tomando generaciones cercanas a la tuya, participaste como invitado del disco debut de Juan Sebastián Garay.
Sí, grabamos una canción suya que se llama “Estrella”. Lo conocí en Mendoza hace unos años. Lo admiro y lo quiero mucho. Me parece que es un artista increíble, que canta muy bien. Tiene mucho para aprender, como tenemos todos. Tiene un estilo muy particular y me alegra mucho que me haya convocado para participar de su disco. Me honró además porque fuera de mí tiene la participación de artistas increíbles como Mercedes (Sosa). Que alguien me considere a mí, después de invitar a Marcedes, me honra. También me honra participar en su proyecto.
¿Cómo te describirías?
No sé, la verdad, soy bastante espiritual. En el sentido de que todas las decisiones que tomo, mis objetivos, lo que digo o llevo adelante, lo hago desde lo que se genera adentro mío –primero como una intuición- para que después sea un hecho y sea mi realidad. De alguna manera confío en que las cosas hechas desde la convicción, el sentimiento, la intuición siempre van a ser buenas cosas a desarrollar. Porque, mientras uno no sea una persona que tenga ganas de joder a nadie, no tiene porque tener ningún indicio malo dentro de uno. Por ende, no va a generar nada malo.
www.folkloreclub.com
Abel Pintos tiene la llave 06/01/08 - Unirveso Semanal
El cantautor Abel Pintos lanzó su sexto álbum "La llave" en el que de la mano de un cancionero propio construye un disco de "confirmación y apertura", según confiesa el artista. "Encarar este trabajo -reflexionó- sirvió para confirmarme a mí y a todos que este camino como autor y compositor está decidido y que esa decisión abre otra cantidad de caminos que no tenía contemplado cuando era únicamente intérprete".
A poco más de una década de su irrupción en la escena folclórica como una deslumbrante y joven voz que cautivó a grandes de la talla de Mercedes Sosa y León Gieco, el músico bahiense, de 23 años, se mostró convencido de lo que implica haber hecho "La llave".
En declaraciones a Télam, Pintos apuntó: "no sé si considero que esa llave conduce a un lugar cierto pero sí creo en la seguridad que siento caminando hacia esa incertidumbre. No puedo saber exactamente a dónde voy a terminar pero no siento temor al tomar determinados caminos".
Al amparo de una filosofía que se nutre de lo espiritual y que, subrayó varias veces, traduce lo que ocurre en su alma, contó que desde que compuso "Canción que acuna" y "Sueño dorado" (ambas incluidas en la placa "Sentidos", de 2004), "sentí que me contacté con un lugar de mi interior al que nunca había llegado".
"A partir de mis canciones puedo decir algo más fuerte y más certero", redondeó el también hacedor de los álbumes "Para cantar he nacido" (1998), "Todos los días un poco" (1999), "Cosas del corazón" (2001) y "Reflejo real" (2005).
En el mismo sentido, arriesgó: "me di cuenta que componiendo tengo mucha más libertad de experimento y muchas más posibilidades de encontrar un sonido que me identifique para que mi voz tome un color distinto y tenga mayores posibilidades de formar un estilo".
En el reciente CD se cuentan "Todo está en vos", "Dueños del amor", "Sólo canto por vos", "Hasta aquí", "La llave", "Más que mi destino", "Canta", "De amor y de guerra", "La voz del olvido", "Tiempo", "Latidos", "Crónica", "Todo (y lo que tengo)" y "Simple canción".
"'La llave' fue creada igual que hago cada canción, con todo un concepto. En este caso, basado en la espiritualidad para hablar acerca de que soy una persona muy amada y que ama mucho, para escribir sobre la concepción del amor en todas sus formas", dijo.
Consultado acerca de la música que integró a la propuesta, consignó que hizo un disco muy popular y, por lo tanto, afirmo que "lo popular es ecléctico".
"Yo respeto enormemente las raíces y las tradiciones de la música de mi tierra y respeto las costumbres que nacen de la gente de uno y de la generación de uno", señaló.
"Por eso me emociono y llego a las lágrimas con zambas tradicionales, pero también me emociono con vallenatos y con Chris Cornell, el cantante de Soundgarden y Audioslave. Como no puedo renegar de eso es que no me encasillo", agregó.
Al detallar el proceso que engendró el disco, relató que a este disco lo compuso y lo grabó estando en gira, donde vivió cosas muy fuertes a nivel público. "No paro de tocar desde noviembre de 2005. Es un lugar en que me divierto y supero el cansancio con el disfrute", señaló.
El cantante resaltó que de su experiencia en las giras musicales "puedo decir que el folclore es uno de los estilos musicales con más rocanroll y hay muchos folcloristas que son más heavys que los heavys que tienen su video en MTV".
Sin detener su marcha por las rutas argentinas y con el objetivo de que "La llave" llegue en mayo a un teatro de Buenos Aires, Pintos adelantó que en el marco del próximo Festival de Cosquín, va a festejar 10 años de su primera actuación allí de la mano de León Gieco.
Esa presentación no generará balances en un tránsito que busca nuevos objetivos por venir y que, observó, lo emparenta con otros contemporáneos como "Soledad, Luciano Pereyra, Facundo Toro y Raly Barrionuevo, porque en la raíz todos tenemos la misma intención".
"Por ahí me identifico más con Raly porque se conocen más nuestras canciones que nuestras caras", sostuvo antes de diferenciarse de Pereyra: "Yo desde chico escucho Nirvana, Metallica y Pink Floyd además de a Mercedes Sosa, mientras que Luciano escuchaba a su padre cantar folclore y a Alejandro Lerner o a Luis Miguel", comparó
Entrevista con Abel Pintos
De vuelta en Cosquín, a 10 años de la primera vez
El cantante actuará esta noche, en la segunda luna.
Pasaron diez años desde que Abel Pintos subió con apenas 13 años de edad al escenario mayor del Festival Nacional de Folklore en Cosquín. En esa ráfaga de recuerdos, lo único que le vienen son sensaciones o imágenes que arman un cuadro de aquella noche. "Yo no entendía nada, pero me acuerdo que la imagen más fuerte que me quedó de esa presentación es que por todos lados estaba la foto de José Luis Cabezas y había como un aire de cambio en el ambiente y en la gente. Era la primera vez que no estaba Márbiz, había una vuelta de grandes nombres que estaban como olvidados en Cosquín y empezaban a aparecer todos los grupos jóvenes", rememora ese chico alto y flaco, que en todos estos años creció en forma ascendente, grabó seis discos y empezó a cantar sus propios temas compuestos junto a con hermano Ariel.
Esta noche, en la segunda luna del festival, celebrará en Cosquín esa primera vez que se subió a la Próspero Molina. "Cosquín siempre me dio sorpresas. Este concierto será muy especial para mí por todo lo que me pasó en estos años desde aquella primera vez que canté tan chico. Recién estoy empezando a ser consciente de todo lo que me pasó y de lo que significó haber cantado esa noche con León (Gieco)", relata este cantante precoz, que con sólo 23 años parece llegar a la madurez.
Abel está estrenando las canciones de su nuevo disco La llave y esa madurez de las canciones del álbum coincide con la etapa de su vida. "Estoy más crecido, entiendo mejor algunas cosas y puedo saborear más lo que me pasa. Cuando empecé tuve mucha suerte, pero ahora es distinto, porque son muchos años de dedicación y siento que las cosas que voy logrando son por trabajo y esfuerzo."
-¿Cómo surgieron las temáticas del nuevo disco?
-Por un lado quería hablar del amor en sus distintas formas, de las cosas que me pasan en las giras y darme un espacio para dos temas que me quitan el sueño, que son la guerra y el abuso infantil. Me pasó que antes de entrar a grabar el disco recibí muchas cartas de chicos del interior, que me contaban que habían sido abusados sexualmente. De algún modo buscaron una voz que tenga la posibilidad de una llegada masiva porque lo que me decían es que son personas que viven en pueblos y se les hace difícil denunciar a sus abusadores, porque por ahí es un vecino, o incluso alguien de su familia. No tienen cómo escapar.
Crecer de golpe
Abel parece haber dejado la adolescencia atrás. Tiene claro lo que quiere, pero esa fuerza desprejuiciada de su generación le permite abordar temáticas nuevas en su repertorio y, también, ahondar en el cruce musical con otros géneros. El año pasado formó una inesperada dupla con Andrés Giménez (ex cantante de Animal) y se juntaron para un concierto en el Ateneo. "Somos muy amigos y tenemos muchas cosas en común, aunque estamos en rubros distintos. Fue un encuentro natural", desliza Pintos.
El audio de su nuevo disco tampoco discrimina géneros, y entre chacareras de sonidos distorsionados, canciones pop, aires de cumbia y otros ritmos criollos, el sonido de La llave suena como el encuentro de influencias que van de Rubén Blades, pasando por Los Tigres del Norte y desembocando en Raúl Carnota. "Ya no me siento un artista folklórico únicamente. Voy aceptando que me crié escuchando folklore por parte de mi viejo y escuchando rock por parte de mis hermanos. Compongo cosas influenciadas por otros estilos. Quiero demostrar que soy un tipo muy ecléctico porque el folklore también se está diversificando, y creo que en esa mezcla está la fuerza y originalidad de nuestra música popular".
Gabriel Plaza
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