Reportajes 2007

Personajes | Abel Pintos (23)

“Mi canción ayudó a Cristina espiritualmente”

Referente del nuevo folclore, es de Bahía Blanca y su tema “Sentidos” fue el hit de la campaña presidencial.

Por Juan Ignacio Penlowskyj


Los sueños que tenemos como objetivos nada tienen que ver con lo fortuito, son como una premonición de lo que se puede alcanzar si cada uno sigue ese camino´
 

Tiene piernas de basquetbolista y aunque nació en Bahía Blanca, al igual que la estrella de la NBA, Emanuel Ginóbili, jamás soñó con vivir de este deporte. Desde que tiene uso de razón, el mundo del autor y compositor Abel Pintos es el folclore. Pero no el tradicional: sin perder el respeto por las tradiciones él hace canciones más “aggiornadas”, porque sostiene que todo género musical debe evolucionar. Soltero, no le atrae ir a bailar a la disco ni subir al escenario vestido con bombacha de gaucho, poncho y botas de cuero, como hubiera deseado su padre.

Influenciado por los fanáticos del rock, como su hermano mayor, Abel prefiere enfrentar al público con jean, camisa o remera, y zapatillas. Un estilo y un look informal que le viene dando satisfacciones y buenos dividendos. No por nada, en una década de carrera, el ahijado artístico de León Gieco –y fan de Nirvana, Metallica y Pink Floyd– grabó seis discos (el último, “La Llave”, tiene 14 temas de su puño y letra); se consagró en el Festival de Folclore de Cosquín y obtuvo un premio Carlos Gardel y un Francisco Canaro, instituido por Sadaic, además de dos Gaviota de Plata en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile.

Todo comenzó a los 13 años en su Ingeniero White natal, a 10 kilómetros de Bahía Blanca por una “travesura”. Acostumbraba acompañar a su padre en las peñas folclóricas, se topó con Raúl Lavié, de gira por la zona, y olvidándose por unos segundos de su timidez, le entregó un casete. Semanas después, ese demo llegó a manos de Gieco, que enamorado de su voz le produjo el material con el que debutó.

En apenas treinta días y como por arte de magia, pasó de ser un intérprete aficionado, a estampar su firma en la oficina de Sony Music. “Los sueños no son más que una visión de algo que quiere estar sucediendo si es que cada uno lo busca. Nada tienen que ver con lo fortuito. Los sueños que tenemos como objetivos son como una premonición de lo que se puede alcanzar”, asegura sentado al borde de la piscina del Marriot Plaza Hotel Buenos Aires.

Noticias: En estos años, ¿te pusiste a pensar qué hubiera sido de tu vida si ese demo no habría caído en manos de Lavié?

Abel Pintos: No lo pensé, porque se dio muy natural y hasta, si se me permite, en forma “suertuda” o como quieran llamarla.

Noticias: ¿Tu destino estaba marcado?

Pintos: Exacto. Además, decidí abrazar la carrera en la época en la que estaba cursando la escuela secundaria. No tenía idea de hacer otra cosa. Soñaba con ser músico.

Noticias: Ya la tenías clara…

Pintos: Es que a los 6 años escuché por primera vez a Mercedes Sosa y quedé fascinado. A esa edad, sabía lo que quería de mi vida. A diferencia de otros chicos, quería cantar y viajar.

Noticias: ¿Querías llegar a ser famoso como ella?

Pintos: Desde luego.

Noticias: A tan corta edad, muy pocos tiene tanta convicción…

Pintos: Es que, siendo tan pequeño, Mercedes despertó demasiadas cosas en mí. Creo que eso fue lo que me impulsó a dedicarme a la música.

Noticias: ¿Habías visto a la Negra en persona?

Pintos: Recién a los 11 años. Hasta esa edad, el contacto había sido musical.

Noticias: ¿Trataste de acercarte a ella?

Pintos: Pude hacerlo en un festival que se hizo en Puán.

Noticias: ¿En qué circunstancia?

Pintos: Yo había tocado un viernes, día de los artistas locales y regionales; ella, en cambio, estaba por hacerlo dos días después. Por ende, no podía perderme ese momento. Apenas empezó el show, la gente de la comisión vio que me acerqué al borde del escenario y me largué a llorar.

Noticias: Ya ponías en práctica tus artimañas para estar cerca…

Pintos: (carcajada). Esta gente no tuvo mejor idea que pasarme detrás del escenario. Mientras pugnaba por subir, un integrante me dijo: “No te preocupes, porque ahora vamos a decir por el micrófono que te perdiste”. Entre lágrimas, respondí: “Estoy llorando así por Mercedes Sosa”. Entonces, me dejaron estar al borde del escenario. Al término del recital, ella, que me había visto llorar todo el tiempo, me abrazó y me llevó hasta su auto.

Noticias: Siempre estás con las valijas hechas, pero ¿dónde está tu mundo?

Pintos: Tengo mi cama y mi ropero en Capital Federal desde hace cinco años.

Noticias: ¿Te costó la adaptación en suelo porteño?

Pintos: Al principio, me costó aprender a manejarme y hasta le tuve miedo. Pero cuando logré adaptarme, me sentí cómodo.

Noticias: Siempre decís que sos ecléctico y hacés música ecléctica. ¿Esta definición no te trae problemas con los folcloristas y rockeros?

Pintos: No. Me siento muy respetado por la gente a la que conozco. El tema es que, en todos los órdenes de la vida, trato de ser lo más objetivo posible. No se trata de que me considere un músico ecléctico, sino de que soy un músico que hace folclore.

Noticias: Pero se te ha criticado…

Pintos: Los que me han criticado son las generaciones anteriores a la mía, que están muy arraigadas a sus tradiciones y a sus costumbres generacionales. Yo tengo otras.

Noticias: Una canción de tu anterior disco, “Sentidos”, fue utilizada en la campaña presidencial por Cristina Fernández. ¿Qué sentiste?

Pintos: Es un sentimiento bastante dividido. Me generó emoción que la gente la haya cantado, pero me importó un bledo si era un presidente o un cartonero.

Noticias: ¿Se acercó el equipo de campaña para pedirte autorización?

Pintos: No, pero tampoco era necesario.

Noticias: ¿Qué relación tenés con Pepe Albistur, el secretario de Medios de la Nación?

Pintos: Ninguna.

Noticias: Pero, a comienzos del 2007, tocaste en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. ¿Quién te contrató?

Pintos: Toqué en el lugar que toda mi vida vi en las revistas. Las gestiones las hizo León Gieco a través de la productora. Nadie se comunicó conmigo.

Noticias: ¿Conocés a la Presidenta?

Pintos: Sé que Cristina, mejor dicho, doña Cristina, porque si digo sólo su nombre suena muy amigable y no la conozco, tiene mis discos y me contaron que mi canción la ayudaba a sobrellevar los momentos duros de la campaña electoral. Me dijeron que la ayudaba espiritualmente. Eso es una emoción muy grande, porque cala en lo más profundo de una persona.

Noticias: ¿Simpatizás con el Gobierno?

Pintos: Mi bandera política la levanto en el cuarto oscuro el día de la votación. Nos enteramos la urna y yo.

Revista Noticias

Abel está avanzando de a poquito. Está dando sus pasos, pisando fuerte y ganando el corazón de la gente. Será porque, como dijo Atahualpa Yupanqui, se canta con la vida. Y eso es lo que Abel brinda a su público cada vez que sube a un escenario, la vida.

BIOGRAFIA

Abel Federico Pintos nació un 11 de mayo de 1985 en la localidad de Ingeniero White, provincia de Buenos Aires y tenía apenas 13 años se convirtió en una de las voces más prometedoras del folclore argentino. Comenzó con la música a los 7 años cuando debió cantar en un homenaje a José de San Martín que se realizó en un acto escolar de su colegio. Entre el público se encontraba el delegado de la municipalidad, que luego de maravillarse con su voz, lo invitó para cantar en la conmemoración de los 100 años de la localidad de Ingeniero White. En esa fiesta comunal realizó tres temas: uno de Víctor Heredia, otro de León Gieco, y el tercero de Horacio Guaraní. Luego de esta actuación comenzaron las invitaciones, y así, sin quererlo, empezó su carrera artística.

Sus avances profesionales se dieron a través de una larga cadena de coincidencias: Raúl Lavié, viajó a Bahía Blanca a un programa llamado "Tango en la Bahía", y ahí lo escuchó cantar. Ese día, Abel tenía un cassette con algunos temas grabados e inmediatamente se lo dio al cantante de tangos quien por su parte se lo pasó a Pity Iñurrigarro, su actual representante que se lo acercó a León Gieco. Lo demás, es historia sabida, grabó el disco debut y la gente lo aplaudió. Firmó contrato con Sony Music y en 1997 editó su primer trabajo, producido por Gieco quien además de productor, Gieco es una especie de modelo artístico para este talento adolescente quien ve en León una feliz combinación entre el rock nacional y el folklore. "Para cantar he nacido" se llamó la placa que fue grabada durante el mes de marzo en los estudios ION. Consta de 18 canciones de autores reconocidos como Horacio Banegas, Carlos Carabajal, Peteco Carabajal, Raúl Carnota, Atahualpa Yupanqui, Cesar Isella, Bebe Ponti, entre otros. Su primer corte de difusión llevó el nombre de su álbum: "Para cantar he nacido", con el que consiguió galardones de los Festivales Folclóricos más importantes del país. Durante el transcurso del 38 Festival de Cosquín, Abel tuvo la posibilidad de presentarse tres veces en el escenario mayor. La primera fue el día 25 de enero donde interpretó tres temas de su primer trabajo discográfico. El primero fue "Cuando Llegue El Alba" que hizo a dúo con León Gieco, el segundo fue "El 180", para luego culminar con el que fue su corte de difusión. La respuesta de la gente fue excelente, a tal punto que fue invitado, por los organizadores del festival, a participar nuevamente los días 31 de enero y 1 de febrero, día en que recibió la "Mención especial" otorgada por la comisión de folklore y el Cosquín de Oro 1998, entregado por S.A.D.I.C. a los artistas noveles.

El primero de marzo de 1998, estuvo en el cierre del Buenos Aires Vivo II, espectáculo organizado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, compartiendo nuevamente el escenario con León Gieco, interpretando junto a él "Cuando Llegue El Alba" y "Para Cantar He Nacido", deslumbrando una vez más a los espectadores. Después de haber obtenido el Disco de Oro con su primer álbum, volvió a editar otro trabajo: "Todos los días un poco" donde mezcló temas clásicos del cancionero popular con composiciones propias que permitieron apreciar la espectacular voz de este joven artista. Los temas más destacados son: "Cuando nadie"(Horacio Guaraní), "La Tucumanita" (Atahualpa Yupanqui), "La Sacha Pera" (Cuti Carabajal), "Tonada de un viejo amor" (Eduardo Falú), "Todos los días un poco" (León Gieco) y el toque humorístico de una chacarera de Horacio Fontova, "Que viva la chacarera". El primer corte de difusión, "Ojos de cielo", pertenece a Víctor Heredia, y se grabó en una versión gregoriana con la participación especial del Coro Kennedy. La fuerza que puso al interpretar las canciones mostró todo el talento que con sus 15 años promete un futuro brillante. Durante el verano 2000 se presentó en los festivales populares más importantes del interior del país, incluyendo Cosquín 2000 y el festival de Jesús María, también en la provincia de Córdoba. En el 2001 llegó "Cosas del corazón", con una estética renovada, contó con la producción musical de Martín Carrizo (ex ANIMAL y Gustavo Cerati) para Sony Music y fue grabado en su estudio de Palermo Viejo. Participaron artistas como Mercedes Sosa, León Gieco, Domingo Cura, Andrés Giménez y músicos de la talla de Carlos Buono en bandoneón. El primer corte de difusión, “Luna Llena”, cuenta con un videoclip dirigido por Santiago Pueyrredón que fue realizado en Punta del Este en el cual la imagen de Abel se destaca de principio a fin entre colores y paisaje natural y que fuera nominado para los Premios Carlos Gardel de este año así como su álbum “Cosas del Corazón” y el propio Abel en el rubro “Mejor Cantante masculino de Folklore”. Entre sus últimas actuaciones, obtuvo destacada Mención en el Festival de Jesús María (Córdoba) y el Premio Consagración 2002 y 2003 del Festival de Baradero (Buenos Aires). Luego de un largo silencio discográfico, es el momento de presentar “Sentidos”, compuesto casi íntegramente por el propio Abel, con una invitada especial y arreglos que lo convierten en un álbum para todos los gustos que incluye ritmos variados, su joven poesía y la energía de su voz. * Ganó la Edición 2004 del Festival de Viña del Mar en el rubro Folklore, obteniendo el Gaviota y Premio como Mejor Canción y como Mejor Intérprete. En la historia del Festival de Viña, solo 4 veces se premió doblemente a un artista (3 de ellos fueron chilenos y el 4to. es Abel Pintos). Discografía: (2007) La Llave (2006) Reflejo Real (2004) Sentidos (2001) Cosas Del Corazón (1999) Todos Los Días Un Poco (1998) Para Cantar He Nacido Abel pintos opina: Abel, el compositor “…No tengo grandes metas en mi carrera -confesó finalmente-. Sé que estoy ocupando un espacio dentro del canto popular y mientras tanto seguiré buscando nuevas letras, componiendo y llevando adelante el concepto de música que siento y creo. En mis discos se pueden dar la mano sin inconvenientes, un huayno, una zamba, una chacarera y una balada, a eso aspiro…”

La nueva generación de folkloristas ”Antes parecía que el folklore era como beber alcohol: si eras menor de 18 no podías. Era raro tocar en un festival si tenías menos de 18 o 16 años. Ahora que hay mucha gente joven cantando, los chicos se empiezan a animar más porque entienden que hay un par de edad o estilo, y se dicen: “me interesa ir a eso”. Yo me siento muy respaldado por todos: desde Soledad y Luciano, como también por Los Nocheros y Los Tekis. Aunque haya estilos muy distintos, se logró llegar a muchos seguidores”. El premio en la última edición de Viña del Mar "Estuvo buenísimo. De hecho, en todos los recitales toco Bailando con tu sombra (alelí) y se genera algo muy especial en el ambiente. Me sigo emocionando del mismo modo. Fue increíble todo lo que pasó en Viña. Fue traer por primera vez la doble premiación a la Argentina. En 30 años este doble premio sólo se dio tres veces: dos a compositores y autores chilenos y una vez a Víctor Heredia y a mí. Y porque además es un público difícil, pero sabe hacerte sentir gran cariño. Me sentí muy cómodo”. Una agenda a pleno “Ahora vamos a seguir presentando el disco Sentidos por todo el país. En octubre lo tocaremos en Capital. En un par de semanas sale el segundo corte acompañado por un videoclip. Para octubre, lanzaremos el tercer corte. Con esos tres cortes vamos a hacer toda la temporada de festivales de verano. Cuando volvamos cerramos en Capital para pensar ya en el próximo disco. Y tengo muchos temas escritos: a un grupo de Tandil, Alazanes, les di un tema. Los estoy mostrando todo el tiempo en vivo”. De maestros y colegas: León Gieco: “Fue una suerte haberlo conocido, es una escuela impagable”. Teresa Parodi: “Antes de ser cantante era docente. Hoy para mi es una docente”. Víctor Heredia: “Es como Teresa y León. Una escuela impagable. Me dio muchos consejos cuando empecé a componer”. Soledad y Luciano: "Tengo una buena relación con ellos. Pero de 60 conciertos que hago al año, me lo cruzo 20 veces a León. El contacto es más fluido. A Soledad y Luciano me los crucé 2 veces. No llega a ser muy fuerte la relación, no llegamos a la amistad, aunque yo los respeto mucho y me gusta lo que hacen”. Crítica: Neuquén 2006 - Hay música para un largo rato. El concierto que brindó Abel Pintos el sábado en el Casino Magic demostró por qué sigue siendo uno de los cantantes jóvenes más importantes. Desde el corazón. Así se sintieron muchas de las canciones compuestas por Abel Pintos para «Reflejo real», su más reciente trabajo discográfico. El recital permitió conocer los temas que se incluyeron en su última placa. Pintos fue aplaudido cuando repasó las canciones que lo consagraron con su público. Hace unos años, algo curioso ocurría en el mundo del folklore. En él, los nombres de los artistas parecían quedar relegados a quienes venían pisando los escenarios desde los inicios de míticos festivales de la música de “nuestra tierra”, y cualquier novel talento que se asomara en este panorama era acribillado con la ponderada etiqueta de “sólo es un producto más, fruto de una campaña de márketing”.

En la última década, varias figuras surgieron dentro de este panorama, inaugurando lo que sería un alentador cambio en la situación. Y así fue como lo confirmó Abel Pintos en el recital que dio el sábado por la noche en el Casino Magic, frente a un público de diferentes edades. El concierto. A pesar de la demora en el inicio del recital, la gente que había comprado sus entradas una semana antes charlaba animosamente con quienes las habían adquirido unos minutos antes de ingresar al salón. Todos comentaban qué temas eran los que no debían faltar en el recital y otros tantos, con aires de sabios, insistían que los de la última placa de Abel Pintos eran los mejores de todos. Mientras las agujas del reloj seguían avanzado en su rutinario círculo, las mesas se iban llenando y el ruido de las charlas crecía a medida que pasaba el tiempo. De silencio se vistió el lugar cuando las luces comenzaron a apagarse y dos reflectores iluminaron el escenario. Los músicos probaban los instrumentos, como cuidando que ningún desperfecto se les pasara por alto, mientras el público los acompañaba con aplausos y silbidos. La euforia llegó a su punto más alto cuando el joven al que todos habían ido a ver apareció y, tomando su guitarra, regaló los primeros acordes de la noche. Cuando terminó de cantar los primeros dos temas, Abel se sentó en una silla que le acercó uno de los asistentes y saludó a todos los presentes. Visiblemente emocionado, el cantante recordó que el año pasado había sido su última presentación en Neuquén, una ciudad “muy especial” para él. De niño, Pintos vivió en Cutral Co y la cercanía con la capital provincial le hizo apreciar, no a las dos localidades, sino a toda la región. Un apego que tiñó el recital de un cierto aire de nostalgia del que fue muy difícil desprenderse para algunos. El eje del concierto fue la presentación de las canciones que componen “Reflejo real”, el nuevo material de Abel Pintos, que, a su vez, reafirma su decisión de trabajar con temas propios y no de otros autores ya consagrados. “Ofrezco”, “Huracán”, “Mi error” y “El beso” se mezclaron con clásicos como “Bella flor”, “Quisiera”, “Ojos de cielo” y “El río va”. Estos dos últimos surgieron de la pluma de Víctor Heredia y Teresa Parodi, respectivamente, quienes fueron mencionados con un notable respeto hacia su trabajo en varios tramos de la noche. Una mención aparte se mereció “Si pudiera”, que contó con un particular bis. Fue tal su impacto en el lugar, que los aplausos y los gritos se escucharon varios segundos después, por lo que Pintos se vio obligado a repetir sus primeras estrofas a capella para ser acompañado, luego, por su banda. No se puede dejar en el olvido los movimientos que se sumaron a las poses que el propio Pintos hacía sobre el escenario. Flaco y alto, su figura danzaba entre las palabras con la misma facilidad que el viento entre las flores de una larga pradera. Una postal que cobró una mayor importancia cuando arrojó su sombrero, que lo asemejaba a “Don Ramón”. Un largo rato Una pausa se hizo en la noche. Los músicos se tomaron unos segundos de merecido descanso y un hombre aprovechó esta instancia para decir, con su voz fuerte, “Es bueno este Abel Pintos”. Las carcajadas no se hicieron esperar, y el aludido, algo sorprendido, pidió que le repitieran el comentario. Como si se trataran de unas quinceañeras frente a una estrella de rock de moda entre las adolescentes, dos señoras gritaban y coreaban el nombre del artista. Coreaban cada una de las estrofas y se levantaban de su mesa para aplaudir, como si intentaran que Pintos las viera y las señala para que subieran con él al escenario. Su alegría se vio opacada en algunos momentos porque, como se encargaron de hacer saber a quienes las rodeaban, no entendían como dos hombres, que estaban cerca suyo, no aclamaban cada una de las canciones. Cuando la hora del cierre llegó, el coro “una más y no jodemos más” dijo presente, al igual que la rítmica “Tu voz”. Cuando el cantante se retiró del lugar, una emocionada mujer no dejaba de repetir lo especial que había sido la noche para ella. Abel Pintos supo reunir en un mismo lugar a un público variado y de diferentes edades. Un público que siempre le respondió cuando, en sus tímidos trece años, sacó su primer disco. Un público con el que tiene química y que, como él mismo sabe, reconoce su lealtad hacia su trayectoria, que lo vio crecer y evolucionar. Y mientras esto se mantenga, no será muy apresurado pronosticar que habrá Abel Pintos para un largo rato.

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PARA CANTAR (Y MÁS) HA NACIDO

Entrevista a Abel Pintos

 

Hace tres meses lanzó su sexto trabajo, La llave, y lo que resta de febrero seguirá  presentándose en el interior del país con este material. Misiones, La Rioja, San Juan serán algunos de los escenarios que lo recibirán. La gira comenzó en 2005 con el lanzamiento de su anterior disco, Reflejo Real, y encontró continuidad con este nuevo éxito.

          Abel Pintos no para. Nada lo detiene porque evidentemente es feliz haciendo lo que le gusta. "Fue muy emotivo llegar a los pueblos y ver a la gente con el disco en la mano y ya sabiendo las canciones a sólo una semana de haber salido a la venta" dice.

           "Igualmente sólo hago un set de cuatro temas y el resto son los temas más conocidos para que la gente se divierta", aclara, ya que el lanzamiento oficial será en mayo en el Teatro Ópera y a partir de ahí comenzará la gira de La llave, exclusivamente, por todo el país.

Su trabajo

            El último disco está compuesto por 14 temas de su autoría, como la placa anterior. Porque Abel no sólo canta, si no que escribe, compone, toca varios instrumentos y siempre está tratando de mejorarse. Constantemente sorprende con alguna vuelta de tuerca a su profesión.

            En julio del año pasado Abel se presentó junto a Andrés Giménez (ex cantante de A.N.I.M.A.L.) en el Auditórium de Mar del Plata con la idea de trasladar a un escenario aquello que hacían seguido cuando se juntaban: cantar. Y así folclore y heavy convivieron una noche con el mayor de los éxitos.

            "Nos dimos cuenta del negocio tarde, porque como fue por gusto que tocamos juntos no lo grabamos y a la semana nos llamaron de cinco compañías para producir el disco en vivo", cuenta y se ríe.

El reconocimiento

            Hace 10 años Abel ganaba, con sólo 13 años, una Mención especial otorgada por la comisión de Folclore del festival de Cosquín. "Hay un mito que los menores de 16 no pueden ganar premios en Cosquín. Pero el público pedía por mí en todas las fechas, llamaban a las radios, a los canales, a los diarios y la organización se vio cuasi obligada a entregarme ese premio". Y agrega: "No me interesa el premio en sí, sino todo lo que hubo detrás de él y toda la movilización de la gente pidiendo un reconocimiento".

          A principio de este mes lo volvieron a premiar en el Festival otorgándole el premio Consagración Cosquín 2008, pero no lo pudo recibir por los compromisos de la gira. En su lugar lo recibió Mercedes Sosa, una de sus grandes maestras de la vida y la profesión. "Pasó algo parecido pero con la gente pidiendo una consagración. Después de tocar seguí con la gira y me contaron amigos míos que todas las noches la gente coreaba mi nombre y las radios reventaban de llamadas. Yo me enteré de gira que me habían premiado", relata.

            Abel cuenta en su haber también con dos Gaviota de Plata 2004 y un premio Carlos Gardel. "Ganar premios es emotivo por el movimiento popular que genera, no soy de aferrarme mucho a los premios", explica.

Sus otros proyectos

            Para este año Abel tiene intenciones de abrir un sello discográfico o, como él lo denomina, "un centro de conexiones". No para que compita en un mercado laboral sino como un espacio para ofrecer la oportunidad a otros músicos que no tengan acceso a  esas determinadas estructuras. "El sello de León (Gieco), hace exactamente eso, poner al servicio de grupos las herramientas para producirlo y los contactos para difundirlo, eso quiero hacer yo", explica.

            Tiene también en mente escribir un libro en uno o dos años. "Es dedicado pura y exclusivamente a mis pares de mi generación que están en un momento de tener que decidir para dónde van a orientar su vida. Y la idea es contar cómo me desarrollé yo trabajando y si a alguien le sirve cómo, por ejemplo, superé la timidez y lo ayuda, bárbaro. Si no, quedará como un libro autobiográfico para mis fans".

            "Si bien esta carrera me hizo perder muchas experiencias emocionales que sí vivieron mis amigos, entendí hace un tiempo que hice un intercambio, porque yo con la música estoy más cerca de poder vivir esas emociones y ellos están más lejos de vivir lo que yo viví en ese tiempo", pone como ejemplo.

            Ese trabajar desde chico le hizo desarrollar una personalidad "súper autocrítica y también extremadamente objetiva". Y a partir de esa objetividad es que pretende plantear los sucesos de su vida y es esa autocrítica la que, dice en broma, "no me va a dejar terminarlo nunca, soy muy criticón".

El folclore

            "El folclore como concepto lejos está de ser un estereotipo para la vestimenta", cuenta. "La gente que yo respeto del folclores si está vestida de campo arriba del escenario la ves así abajo también, generalmente los más grandes, la gente de mi edad que se viste así es por que se criaron en el campo y es común para ellos, pero no es condición indispensable, todas las posturas son respetables", sintetiza.

            Respeta tanto las costumbres del folclore como las de su generación. Abel nació en una ciudad, Ingeniero White, y como cualquier hijo de vecino usa unas zapatillas de lona, remera o jeans. "Defiendo las tradiciones de mi país, pero estamos influenciados por el consumo exterior".

Detrás de escena

            Su vida gira en torno de su música. Tanto su familia como sus actividades de tiempo libre tienen relación con ella.  Es feliz trabajando con su familia: "Con nadie me voy a sentir más cómodo ni voy a ser más directo que con ellos". Ariel, el hermano, es el guitarrista del grupo. Produce y compone los temas con Abel. "Yo lo admiro mucho", cuenta. "Mi mamá es la mamá del grupo, asiste a la banda y vende los discos durante el recital en los pueblos donde quizás no hay disquerías y mi papá es uno de los choferes de los colectivos de gira que nos llevan y mis amigos trabajan conmigo", agrega.

            Abel está entrenando para correr a fin de año 42 kilómetros, pero la realidad es que empezó a entrenar para los shows, para poder tener un buen estado físico en las giras. También le gusta leer, pero comenzó por consejo de Víctor Heredia para agrandar su vocabulario para poder escribir las letras, expresar las ideas.

            Evidentemente, todo gira en torno a la música, cualquier emprendimiento está focalizado en optimizar su capacidad como músico. Y los resultados, se pueden encontrar en la calidad todos sus trabajos.

Autor: Romina Sanchez www.livingcultural.com.ar

Abel Pintos, más allá del folclore
 
Con 23 años y diez años de trayectoria, acaba de grabar su sexto disco

Con tan sólo 23 años y una trayectoria profesional de más de una década, durante la que recibió una gran cantidad de premios y editó seis álbumes, Abel Pintos ya tiene su lugar dentro de la música popular argentina y sudamericana, en un camino que recorre inspirado por artistas como Atahualpa Yupanqui, Mario Alvarez Quiroga, León Gieco, Horacio Guarany, Víctor Heredia y Mercedes Sosa, entre otros.

El cantante y compositor, que este viernes llegará al escenario del Coliseo Podestá para presentar temas de su flamante álbum "La llave" que terminó de grabar la semana pasada, recuerda que sus comienzos en la música fueron cuando apenas tenía 11 años e integraba el Coro de Niños de la Cooperativa Obrera Limitada de Bahía Blanca.

"Para mí fue muy fácil la elección por la música y como mi referente fue Mercedes Sosa, tomé de ella esa manera de fusionar distintos estilos porque cuando comencé a escucharla ella estaba en su etapa menos tradicional. Me crié escuchando esa música", dice Abel.

El músico sostiene que escucha "de todo, no creo en el rock nacional e internacional, el rock es uno solo y me gustan bandas como Deep Purple, Deff Lepartd, y otras de esa época. Es que el rock es una fuerte influencia en mi música. Cuando Jaime Dávalos y Eduardo Falú, compusieron 'Tonada de un viejo amor' en el folclore no se hablaba de la mujer, y esa canción que hoy es un clásico, fue revolucionaria en su momento. Por eso lo que hoy hago yo, que tal vez pueda verse innovador para la música popular en la actualidad, podría ser considerado tradicional dentro de 40 años".

EL CAMINO ANDADO

Abel grabó su primer disco a los 14 años ("Para cantar he nacido") y en 1998 participó del Festival de Cosquín donde recibió una Mención Especial y le fue entregado el premio Sadaic de manos de César Isella. Ese año también fue invitado por Víctor Heredia y se presentó como solista la noche previa al cierre de las 9 lunas. Tenía tan solo 15 años y ya había grabado dos discos para una importante compañía: el primero vendió más de 35 mil copias y el segundo, "Todos los días un poco", superó las 15 mil unidades en sólo dos semanas de venta.

Con 17 años y habiendo seleccionado un importante repertorio dio a conocer su tercer disco "Cosas del corazón" con una estética renovada y producción de Martín Carrizo (ex Animal y Gustavo Cerati). En ese disco participaron artistas de la talla de Mercedes Sosa, León Gieco, Domingo Cura, Andrés Giménez y Carlos Buono.

Previo a su lanzamiento de su cuarto trabajo "Sentidos", participó en el Festival de Viña del Mar en Chile donde obtuvo la Gaviota de Plata 2004 como Mejor Intérprete en el rubro folclore. "Sentidos" es un disco con el que recorrió el país y tuvo una buena repercusión en todo el público del interior y Uruguay, y es el primer trabajo con temas de su autoría.

Después llegó "Reflejo Real" que incluye 14 temas compuestos por Abel y fue distinguido como Mejor Album de Folclore Nuevas Formas a comienzos de 2006 y lo presentó con tres conciertos a sala llena en el ND Ateneo de capital federal. A comienzo de este año recibió el premio "Francisco Canaro" de Sadaic como artista revelación.

Con la sencillez y calidez que lo caracterizan, cuenta que el show que brindará en La Plata será muy especial porque es el final de la gira del último disco y la presentación del flamante "La llave", un trabajo con 14 canciones de su autoría.

"El disco estará en la calle el 18 de noviembre y el hilo conductor de los temas es la distancia y cierto anhelo por afectos que están lejos. También incluye canciones sobre la forma de concebir el amor que siento por la gente que amo. Hay una canción que trata sobre el reencuentro entre las almas y, salvo dos temas que son un poco oscuros, el resto del disco es muy luminoso. En cuanto a la sonoridad es el más crudo que hice porque la intención era que diera la sensación de que el que lo escuchara sintiera que estábamos tocando al lado. Por eso es el disco más agresivo sonoramente y hay un poco de todo, desde canciones tradicionales hasta otras más universales", dice este músico que se define como un cantante popular de raíz folclórica.

En el recital que ofrecerá mañana en el Coliseo Podestá estará acompañado por su banda integrada por Ariel Pintos en guitarras y coros, Sebastían Espósito en guitarra y coros, Angel González en bajo y coros, Fredy Hernández, en piano y acordeón a piano y Claudio Di Cicco en batería y percusión.

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Abel Pintos y la llave

“Cuando compongo no me pongo limites”

Correr de canal en canal y de emisora en emisora para promocionar el lanzamiento de un nuevo disco suele ser un trabajo demoledor. Pero en su rostro no hay síntomas de cansancio. “Cuando ganás un premio la gracia no es recibir la estatuilla sino el proceso que hiciste para llegar a eso, como componer las canciones, tomar la decisión de sacar o poner un tema o hacer prensa, como ahora”, aclara Abel Pintos. “Cuando lo logras sos feliz, sonreís y al otro día empezás algo nuevo porque esa es la vida. Hoy yo me levanto, voy al escritorio de mi casa, veo los premios y a lo sumo los agarro para limpiarlos pero nunca me detengo a decir este Gardel lo gané por tal motivo”.

Abel -a los 23 años- acaba de editar el sexto disco de su carrera. La llave es una placa auto referencial que habla de las cosas que lo emocionan y le calan muy hondo. Este, como el anterior Reflejo Real, tiene 14 canciones escritas por él mismo y lo encuentra en un momento de decisiones.

“Mi carrera se desarrolla como mi vida. Todo lo que aprendo en forma personal es lo que me nutre musicalmente”, reconoce. “Con este disco demuestro a todos que la decisión de continuar como autor y compositor está tomada. Cuando yo arranqué mi carrera como intérprete tenía muy distintos objetivos de los que tengo ahora”.

De hecho no te animabas a grabar canciones propias ¿Qué hizo que cambiaras de opinión?
-Tiene que ver con un cambio personal. Cuando era más chico era muy tímido, retraído y hasta rozaba lo soberbio por la timidez. Se me complicaba dar notas y me costaba mucho hablar de mí, sólo quería que me preguntaran de la carrera artística porque había muchas cosas que no entendía.

¿Cómo cuáles?
-La inquietud de tener que mostrar a todos la conexión de mi vida y de mi carrera. Será porque mis músicos referentes siempre fueron eso, hasta que los conocí personalmente. Pero después cambié. Hace años que me encargo de nutrirme espiritualmente dando espacio a las cosas que pasan adentro mío para poder compartirlas. Ahora no tengo problema de hablar del tema que sea y mirar a alguien a los ojos. Eso es lo que uno necesita para poder escribir canciones y mostrarlas porque son ellas las que te desnudan espiritual o intelectualmente.

Vaya si fue un cambio, acá hay muchas letras que hablan de vos…
- Yo quería componer un disco que hiciera mucha referencia a la concepción que tengo del amor en todas sus formas, a las emociones que me genera el público y a las cosas que vivo en las giras con la gente que viaja conmigo.

¿Cómo fueron apareciendo los temas?
-A diferencia de los dos discos anteriores en donde también compuse, para este los cree primero en concepto y después empecé a escribir en base a eso. Pensé primero las cosas que quería decir y después se me hizo muy fácil. De hecho Crónica, De amor y de guerra, Simple canción, Todo y lo que no tengo, fueron temas que ya tenían música pero terminados recién en el estudio. No me costó escribirlas porque ya tenía muy claro lo que quería decir, sólo tenía que encontrar las palabras que mejor reflejaran y ubicarlas del modo que mejor me pereciera a mí.

Hablando de las canciones, La voz del olvido tiene un mensaje muy comprometido…
-Habla del abuso infantil. La escribí porque en una gira de veinte días, cada vez que me ponía a mirar tele, daba la casualidad que alguien la dejaba en un noticiero que mostraba un caso de abuso. Además me di cuenta que en tres meses junté ochenta cartas y diez eran casos de abuso. Entonces entendí que ese mensaje estaba llegando a mí por algo y lo sentí como un grito que pedía ser escuchado.

¿Y De amor y de guerra?
-Ahí quise expresar el mensaje de que las guerras no dejan nada bueno. Hablo de las guerras que tienen que ver específicamente con lo bélico y las que uno no siente la herida en la piel o que no hay armas en el medio pero igual modifican el mundo, como la guerra informática.

Este nuevo trabajo discográfico, que cuenta con invitados como Peteco Carabajal y Raly Barrionuevo, no sólo significa una apertura mayor de los sentimientos del artista sino que también tiene una búsqueda más profunda en el sonido con elementos netamente electrónicos. “El hecho de crear me da la posibilidad de poner todo lo que siento y me pasa. Los dos estilos musicales que me influencian son el rock y la música centroamericana y cuando compongo no me pongo limites”, confiesa Abel Pintos.

Agustín Nanni - Folklore Club

 

Se viene la discográfica propia

 

¿Cómo va la promoción de tu nuevo disco, "La llave"?

Muy bien, sigo la gira hasta abril por todo el interior del país. Arranqué a fines de diciembre en Santiago el Estero. Me gusta el álbum porque es un tanto ecléctico, espiritual, relacionado con las emociones.

¿Y para cuándo una presentación en Buenos Aires?

Estoy planificando presentarlo en mayo, en una sala importante. Después, será el turno de un proyecto personal al que le pongo muchas fichas: voy a lanzar una suerte de sello discográfico independiente.

Contame un poco más sobre esa idea...

Quiero crear un sello, pero no para editar mis discos, ya que felizmente a mí me los edita el sello Sony BMG. Pero yo pienso en los músicos del interior. En darles una oportunidad. Así como la tuve yo.

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Abel Pintos, apuesta a los sueños y al amor.
El cantautor refleja en su último disco una maduración en su capacidad para componer, en este caso teniendo al amor como eje principal del mismo. El cd, que posee 14 canciones todas compuestas por Pintos, tiene predominancia de folclore, pero también muestra algunos temas con otros matices e incluso una tonada, en donde participan Peteco Carabajal y Raly Barrionuevo.
El cantautor Abel Pintos sabe que los sueños “son importantes para impulsar los deseos”, y en su nuevo disco, titulado “"La Llave”, le canta al amor en disco que lo encuentra ya más sólido y maduro como compositor e intérprete. 
“Los sueños no son más que una visión, de algo que quiere estar sucediendo si es que cada uno lo busca. Nada tienen que ver con lo fortuito. Los sueños que tenemos como objetivos, son como la premonición de lo que se pueda alcanzar si va en ese camino”,afirmó el intérprete folclórico. 
En el disco, el sexto de su carrera y titulado La Llave”, Abel Pintos refleja una maduración en su capacidad para componer, en este caso teniendo al amor como eje principal del mismo. 
El recorrido del disco, que posee 14 canciones todas compuestas por Pintos, tiene predominancia de folclore, pero también muestra algunos temas con otros matices e incluso una tonada, en donde participan Peteco Carabajal y Raly Barrionuevo, llamada “Todo (y lo que no tengo)”, del que también iba a participar el Chaqueño Palavecino, pero no pudo. 
El corte de difusión del álbum es “Todo está en vos” y otro de los temas más comprometidos es justamente “La llave”, y en ambos plantea una relación de amor en donde le canta a lo fue y a la esperanza que será. 
“Doy amor en muchas formas y soy amado por muchas personas. Me sensibiliza ese tema y por ese motivo quería expresarlo en un disco. Mi finalidad no es enamorar a la chica que está debajo del escenario constantemente, sino que ella el día de mañana cuando se enamore de un chico pueda sentirse esas cosas que uno expresa”, afirmó. 
Pintos comentó que él “no etiqueta” el amor, y por ese motivo le gusta  mostrar las variantes que pueden darse en esa materia. 
No obstante tener el folclore como eje principal de su carrera,  Abel Pintos agregó que siempre se sintió muy influenciado “por el rock y el pop”. 
“Yo escucho un disco de Nirvana o de Pink Floyd y me emociona enormemente y me dan ganas de interpretar ese tipo de música. Pero cuando escucho uno de Mercedes Sosa o de Hernán Figueroa Reyes, me emociono hasta las lágrimas. Porque cala muy en lo emocional. Por eso elijo para mi carrera el camino del folclore”, afirmó.
Pintos sostuvo que mucho no le interesa si su disco está en la batea de folclore o en otra, “porque no suelo etiquetar la música”.
“Pretendo ser un músico popular, que la gente pueda ir y escuchar, la canción, la música y la letra y emocionarse. Lo más  seguro es que durante la mayor parte de mi carrera, esas canciones, tengan de base le folclore”, aseveró.  
“En este disco lo primero que pensé fue su concepto. Porque sabía de antemano qué quería decir y cómo. Por eso me fue más fácil componer. Ya que sólo tenía que encontrar las palabras que mejor dijeran las cosas”, afirmó el cantautor, de 23 años. El joven oriundo de la localidad de Médanos, en la provincia de Buenos Aires, sostuvo que el concepto del disco es hablar “a la concepción del amor en todas sus formas” y en ese sentido, comentó que las giras por el interior del país lo marcaron, en el contacto con el público, para poder llevar adelante el disco. 
Al ser consultado sobre si hasta el momento pudo cumplir los objetivos que se había propuesto como artista, Pintos reconoció que si, porque pudo grabar seis discos, muchos de ellos con temas de su autoría y además con la opción de escribir canciones “para los demás, algo que es muy fuerte”.
Pintos comentó que en los shows los fans le entregaron varias cartas, en muchas de las cuales se mencionaban hechos relacionadas con el abuso sexual infantil, y agregó que quiere aportar lo que haga falta para poder combatir ese flagelo.“Quiero aportar lo que pueda para que este tipo de hechos no se repitan y poder ayudar a las víctimas”, comentò Pintos. El intérprete dijo que él no se siente un artista que tenga un compromiso social, sino que muchas veces -desde su posición- puede abrazar causas que hacen a un tema en especial.
  “No me quiero poner como un ejemplo a seguir, ni mucho menos, pero hay temas de los que no hablaría, y son particulares. Quiero hablar de temas más generales a nivel mundial, como abuso de menores o la cuestión del ambiente”, expresó.

 







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