Abel Pintos tiene la llave que lo deja entrar al corazón de su público
El cantante nacido en Bahía Blanca regresó el viernes a Mendoza para mostrarse en su mejor momento
Oscar Trapé
trape.oscar@diariouno.net.ar
La cuota de magia en la noche la puso Abel Pintos sobre el escenario del Arena Maipú. El joven cantante nacido en Bahía Blanca -convertido en todo un suceso musical dentro de la música popular nacional– no hizo otra cosa que ratificar el momento de esplendor por el que atraviesa su carrera el viernes a la noche en un Stadium colmado por un poco más de 5.500 personas que
no pararon de ovacionarlo. Bueno, en realidad sus fervientes seguidoras enloquecieron ante la voz de mayor proyección en la escena de la música argentina.
Pasados algunos minutos de las 21.30 el carismático cantante arrancó su espectáculo y aprovechó la situación para hacer un extenso recorrido por su más reciente placa discográfica, titulada simplemente Abel.
En ese instante se pudieron distinguir dos situaciones bien marcadas en la puesta de Pintos y su banda. Por un lado la inestabilidad sonora, una cuestión que aún no se ha podido solucionar en el recinto maipucino.
De todas maneras este inconveniente técnico se fue solucionando con el pasar de los minutos, como suele ocurrir en cada recital que se desarrolla en este recinto.
De todos modos lo que más llamó la atención fueron las proyecciones en las pantallas ubicadas estratégicamente en el escenario, como también los juego de luces. Realmente vale destacar este aspecto porque fue lo que apuntaló a la figura de Abel Pintos, que no paró de moverse durante las casi dos horas de espectáculo.
Puntualmente el cantautor e interprete se comió el escenario, sabiendo utilizar de manera inteligente sus recurso gestuales y su estrecha conexión con sus fanáticos. Esto es solamente lo que produce en el público un artista popular cuando está en lo más alto de su carrera y Abel hace tiempo que viene despertando estas muestras de cariño inagotables de parte de su fiel público.
La segunda parte del show llegó con lo mejor de su repertorio, el mismo que incluyó: La llave, Todo está en vos, Aleluya (tema original del gran León Gieco), Tiempo, Aquí te espero y Cactus (de Gustavo Cerati).
Con una banda que aparte de sonar de sonar afilada, crea texturas sonoras interesantes y el talento vocal que posee Pintos todo se puede lograr, como sucedió el viernes a la noche. La conjunción fue precisa para celebrar la música a lo grande.
Abel Pintos: esa voz que no para de conquistar
Ante más de 5000 personas, el cantautor dio su primer concierto en el Stadium Arena Maipú, donde presentó su disco “Abel”. Una noche de pura emoción y música donde las fanáticas deliraron por el artista del momento.
Lorena Misetich - lmisetich@losandes.com.ar
Después de meses de espera, el día había llegado. El Stadium colmado de mujeres, hombres y niños que lo esperaban con ansiedad.
Las luces y las pantallas gigantes sobre el escenario se encendieron, para que llegara Abel Pintos con su guitarra azul al hombro, y despertara el delirio de la platea femenina.
Pasadas las 21.30 de la noche, el joven cantautor de impecable pantalón blanco con una franja negra a los costados, camisa al tono y bléiser gris comenzó a cantar “Hasta aquí”, tema que forma parte de su última placa “Abel”, y es el tour que lo trajo nuevamente a Mendoza con dos recitales programados.
“Buenas noches, espero que disfruten este concierto. Antes que nada les voy a pedir que sienten y no se suban a las sillas. Ya habrá momento de bailar y saltar”, pidió el joven a sus fanáticas. Y así dio paso a “Tanto amor” con el videoclip de fondo.
Durante la primera etapa del concierto desplegó las nuevas canciones, y el romanticismo fue parte de la atmósfera de la noche. Comunicativo, bailó y arengó al público a disfrutar del momento, tanto como él hacía desde arriba.
Así pasaron “Lo que soy”, “De solo vivir”, “Alguna vez” y “Una estrella fugaz”. “Esta canción es muy especial para mí cantarla en Mendoza, porque unos días después de escribirla la canté aquí en la casa de unos amigos y fue muy bien recibida”, y así comenzó a cantar “Motivos”.
Minutos más tarde llegó uno de los momentos más emocionantes de la cita; con bombo de fondo interpretó “Zamba para el olvido”. La gente lo aplaudió de pie luego de crear un clima cálido, y poner la piel de gallina a más de uno, con su vibrante voz.
Pero la fiesta se sucedía con más música. “Todo está vos”, “Madre tierra, padre sol”, composición de León Gieco y “Te extraño” lo relajaron y les regaló a sus seguidoras el clásico “mueve la colita”; “No saben lo tímido que soy, y lo ridículo que es hacer esto”, dijo simpático para luego deslizar un momento de compromiso social con la frase “No a las drogas y no a la trata de personas”.
El recital estaba en su recta final, y luego del bis con cambio de ropa incluido (vistió una remera negra) llegaron “La llave” y “Aquí te espero”, los últimos acordes que se escucharon en la primera presentación de Abel Pintos con su gira “Abel” en Mendoza.
Durante las dos horas de concierto el cantautor mantuvo protagonismo sobre el escenario. Su banda lo acompañó de excelente manera, y su talento sin tapujos sobresalió con naturalidad, en un show con una puesta impecable, que da cuenta de su salto internacional.
Aunque su esencia es la misma, Abel Pintos creció, se ganó el respeto del público y colegas, y en vivo lo demostró con creces.
Fuente: Los Andes.com.ar