Repercusiones

Abel Pintos en el Estadio Único de La Plata
Otro sueño cumplido para Abel Pintos

El sábado, el cantautor presentó una vez más los temas de su disco Abel y sus hits ante treinta mil personas en el Estadio Único de La Plata. El inicio de una nueva etapa de estadios para el exponente del pop y el folklore más convocante de los últimos años, en un recorrido que, aún, parece no tener techo.

Abel Pintos ve los espesores de la luna a través de la inmensa cúpula del Estadio Único de La Plata: en eso alza una mano abierta y sólo queda su voz: su cuerpo, en su traje y su chaleco blancos con ribetes negros, se envuelven en un diálogo secreto delante de alrededor de treinta mil personas en el primer estadio lleno de su vida, el sábado en La Plata. Canta Abel Pintos: “Te voy a decir todo y aunque no lo quieras porque esta es mi manera de decir adiós; a Dios que te bendiga, a Dios que te acompañe, con toda la fortuna y el amor”.

Es “A-dios”, la canción número catorce de la lista en su concierto de dos horas y media en el Estadio Único: a las 22.22 hs., la conexión de Pintos no es sólo para las fanáticas (y también los muchachos) de todas las edades aquí presentes, iluminando la noche con sus celulares y sus gritos, los carteles y las cornetas, el papel picado y la espuma que bañará las gradas cuando todo termine. Hay un vínculo vertical y sideral que el cantante y compositor atesora en esa melodía: en este cielo de miles. “Te pensaré, te sentiré, te extrañaré cada día”, cierra la canción “A-dios”, en el final del repaso de su disco Abel: justo una hora antes, a las 21.20, los cuerpos del estadio comenzarían a latir cuando entonó el “uuoooo, uuoooo” con que inicia, eléctrico, “Aquí te espero”, el primer hit de Abel.

El segundo tema será “Yo ya estuve aquí”, esa melodía del alma sobre despertares, alas y libertad, que traza el tono para el mapeo de sensaciones que inundan todo el disco Abel. “¡Qué pasa en La Plata esta noche!”, agita Abel abrazado a su guitarra celeste delante de sus compañeros: el sostén de su sonido pop -enchufado y acústico- son las guitarras, el charango, los ritmos y la visión de Marcelo Predacino; su hermano Ariel Pintos en más guitarras y coros, y Alfredo Hernández en piano, teclados y programaciones; las baterías de Claudio Di Cicco y las líneas de bajo de Norberto Córdoba.

Y todos ellos hacen sus coros para Abel Pintos, el cantautor con ecos de folklore y presencias constantes de pop de alta densidad más convocante de estos años.  “Llegó la noche que esperábamos. Se cumple el sueño que hace tanto tiempo se soñó: no tengo otra que cosa que decirles gracias por darme la oportunidad de vivir esta noche inolvidable”, dice engrosando la voz bajo los reflectores y los reflejos de los smartphones: “Ojalá que estén cómodos, porque este concierto va a ser verdaderamente muy largo”. “Vendrán muchas canciones, y… ¡a gozarla, nena!”. Pasan “Tanto amor”, “Lo que soy”, la evocativa “Arder en libertad”, la rápida “De solo vivir”, y el resto de las baladas trazan el sendero, el tono, durante toda la primera hora que cobija el Único.

Es cierto: varias canciones de Pintos -de este tiempo y de discos pasados- traen recuerdos melódicos a otras obras, de Sabina a Cerati, de Calamaro a Peteco Carabajal. Pero su voz despliega la diferencia: hay un nuevo espesor, en obras como “El mar”. Antes de ella dirá, envuelto en ovaciones y calores mientras la temperatura desciende con rapidez: “Hay recuerdos hermosos, positivos, felices, y otros que no lo son tanto pero que son parte de nuestra vida. Cuando podemos compartir esas emociones e imágenes, aquellas muy felices crecen y, las que no, podemos llevarlas delante de una forma más amable”.

Suspira Abel, buscando aire en medio de los gritos: “En todos los conciertos hay momentos y canciones muy especiales. Yo tengo la suerte de compartir casi todos los días de mi vida mis propias emociones con miles de personas, como ustedes esta noche Las que son felices y las que no”. Más gritos y bravos: “Por eso es este uno de los momentos más especiales del concierto”. Es el lento fluir de la canción “El mar”, para la cual se dispone de espaldas a Abel el guitarrista y arreglador Guillo Espel, dirigiendo a los violines de Elías Gurevich, Grace Medina, Kristine Bara, y el cello de Pedro Carabajal. “Sabrás que aún cuento los días, y como estés, donde estés, estás en mi vida. / que soy cruel con mis errores, eso lo sabes muy bien, muy bien me conoces. / Pero nunca sabrás lo que duele tu nombre, no pierdo la fe, y te sigo esperando…”.

Horas después del concierto, Guillo Espel respira ese instante en diálogo con Boletín Folklore: “Estoy por entero feliz de arreglar las cuerdas de ‘Abel’ y haberlas dirigido en Único, el sábado” cuenta. “Abel me da plena libertad estética para mi trabajo, y se dispone con lo mejor de sí para que cada elemento del concierto se transforme en un hecho artístico sin fisuras. Disfruto de su profesionalismo, su amistad, y del espacio virtuoso que él es capaz de generar”.

En estas melodías de amor y de dolor, de conexiones de sangre y de identidad: las seis canciones que quedan de Abel antes de que reexplore la trama de sus clásicos. ¿Cómo expresar lo que se vivirá en la segunda parte de la noche del Único? Las respuestas son aplausos, vaivenes de cuerpos femeninos y masculinos cuando él alza la voz dolida o encantada diciendo “A-dios”, y entra en catarsis con el solo de piano Alfredo Hernández vistiendo “Mi error”: “Aunque me arrepienta de mi error, no voy a curarme esta herida, que yo mismo abrí con un puñal en mi memoria, y sangrará el resto de mi vida. / Aunque me arrepienta de mi error ya no puedo verte más, amor”.

Desvelo

En este cielo de Abel Pintos el folklore se insinúa por tramos selectos en La Plata: a las 22.30, cuando el frío obliga a mover los cuerpos, ofrece su mix de zambas con piano y guitarras “Sólo canto por vos/ Quisiera”. Y la voz es un dulce clamor agudo que conduele corazones como antesala de las bases electrónicas de “Sueño dorado”, al son de las formas geométricas -del mismo tono- en las pantallas.

Como al principio, pero riéndose de sí, Pintos se mueve como una marioneta de un punto al otro del mega-escenario y desarma su pose (ahora lleva una camisa y un jean) al recorrer “Sin principio ni final” y la imbatible “La llave”. El juego será, de aquí al final, entre las ofrendas de su voz a la luna y las letras completadas a la par por los aullidos del estadio: “Quien pudiera”, “Flores en el río” y “No me olvides”. ¿Quién canta aquí, Abel o los demás? Ellos, ellas, corean: “Si cada despedida es una roca sobre el mar, en este corazón hay muchas piedras. / No voy a arrepentirme de decirte la verdad, ¡cambiaaaste con tu amor mi vida enteraaaa!”.

“Una canción que amo”, confiesa Pintos antes de entonar “Todo está en vos”, y el primer cover será “Hallelujah”, encendido de rock. Otro clima preanuncia Abel Pintos con su guitarra de cuerdas de metal, cuando tararea: “Por una gota de tu voz, en el desierto de mi corazón. / Por encontrarte una vez más, abro el cielo de par en par…”.

Mientras repiten ese motivo las miles, él dibuja arriba su “ooooh, oooh” y luego corta el furor diciendo: “Tienen que saber que hasta acá llegó esta noche”. “Nooo”, retruca el estadio. “Me dicen de acá atrás que la lista llegó a su fin. No obstante, todavía no nos vamos a ir porque ¡este es el momento mover las cachas!”. Así llegan los tiempos de la cumbia “Incomparable, en mix con “Buenos amores”.

Luego agita “Crónica”, en la que revive sus desvelos por cada plaza del país en la cual acumula números: “Voy girando sin parar, del campo a la ciudad… ”. Ellas y ellos completan: “De las montañas a las luces del mar, sintiendo sin dolor resacas del amor que no me matan, me hacen ser feliz / soñando sin parar el tiempo de llegar, si cada día despierto en un lugar distinto para mí / ¡qué forma de vivir!”. Y Abel goza: “Gracias al cielo te llevo junto a mí… Los llevo junto a mí, a ustedes, muchachitos y muchachitas, ¡muchísimas gracias!”.

¿Qué le queda a un show en el que ya está todo cantado y gritado? ¿Qué de lo ya contado falta nombrar? El aire de bachata “Aventura”, a tono con las radios comerciales, da paso a los primeros adioses de Abel invocando a Dios, a “la buena suerte” y a “que la Virgen los proteja con su manto”, antes del cierre formal con “Tiempo”. A capella la voz repite las frases, en intensidad creciente pero ya con huellas de cansancio, para luego desvanecer el ruido: aplausos, cielos, noche, “Abeeel, abeeel”. Y nada más…

¿A dónde está Abel? En la respiración y el baile que le queda para los bises. En “El Antigal”, que va a entonar como si fuera la última vez, aletargando las frases o quebrando su voz, como si jugara a captar a Liliana Herrero. No hay adjetivos sino espesores para contarlo, incluso en sus exageraciones, en sus tiempos ralentados, en sus pausas antes de cada agudo: “El antigal” cobra nuevas formas en la versión del Único -la afinación al límite- que el cantor regala en La Plata: grito, dolor, cielo, piedras en su voz. El silencio delante será completo y, por eso, tras engordar el aire y abrirse de los aplausos, Abel Pintos dice: “El silencio realmente conmueve, muchas gracias”.

Serán los bises con “Bella flor” y sube la rabia rockera para esta noche de amores declarados y de coros, por cientos, diciendo su nombre: llegan “Reevolución” y suena una vez más el pegadizo “uuoooo, uuoooo” de “Aquí te espero”. .Pero ya no le pertenece: apenas termina de cantar y los músicos saludan y se abrazan, esos cientos de miles coreando espontáneamente “uuoooo, uuoooo”. Una y otra vez en diez, veinte segundos bajo la luna. Y, justo entonces, Abel Pintos llora.

Fuente: Boletin Folklore


Abel Pintos la rompio en La Plata



El cantante se presentó el sábado ante unas 30 mil personas en el Estadio único, en un espectáculo que tenía las localidades agotadas desde hace varios meses. Durante el show interpretó los temas de su noveno disco "Abel" y repasó los principales éxitos de sus 15 años de carrera.

Abel Pintos se presentó en el escenario a las 21.20 -vestido con un traje blanco con ribetes en negro brillante, camisa negra y zapatos en blanco y negro- ante un público munido de cornetas, papel picado, globos y espuma que no paró de expresarse mientras sonaban los primeros acordes de "Aquí te espero".

"¿Qué pasa La Plata esta noche?" fueron las primeras palabras del taquillero cantautor forjado en el folclore y el estadio estalló en aplausos y ovaciones, y luego se sucedió la cadena de temas de su último CD.

Con "Ya estuve aquí", el artista nacido en la ciudad de Bahía Blanca se paró frente a su público y emocionado agradeció el recibimiento y dijo: "llegó la noche que esperábamos. Se cumple el sueño que hace tanto tiempo se soñó, no tengo otra que cosa que decirles gracias por permitir que esto suceda y darme la posibilidad de vivir esta noche inolvidable".

El reciente ganador del premio Gardel de Oro anunció: "Ojalá que estén cómodos porque este concierto va a ser muy largo. Vamos a cantar muchas canciones ¡A gozarla nena!", y de su reciente producción cantó entre otros temas "Tanto amor", "Arder en libertad", " Que te vaya bien" y " A-Dios".

El músico, que agotó las localidades a pocos días de anunciar su espectáculo en la ciudad de las diagonales, continuó con sus éxitos bajo un cielo estrellado y con luna de testigo que tuvo uno de sus puntos altos con "El mar".

Al terminar el tema, la luz se centró en los músicos invitados: Elias Gurevich, Grace Medina, Kristine Bara (violines) y Pedro Carabajal (cello) bajo la dirección de Guillo Espel.

Otro momento especial fue cuando el anfitrión, de 30 años, les dedicó un tema a sus fanáticas: "va para las que viajan desde distintos puntos del país y se hacen notar con sus remeras, banderas, siempre les voy a agradecer ese gesto tan significativo para mí; esta canción la escribí hace un tiempo con la ilusión de que alguna vez se convierta en la voz de todos nosotros" y entonó "Caminante".

Promediando la hora de show y entre risas y piruetas, el artista anunció el cierre del encuentro, sus seguidoras -que sabían que a la fiesta le quedaba un largo camino- comenzaron a ovacionarlo, lanzaron espuma, levantaron sus banderas y el grito se generalizó en todo el estadio.

Abel realizó un cambio de vestuario y con tres zambas comenzó la segunda parte del espectáculo que prosiguió con "Sueño dorado", "Sin principio ni final", "La llave", "Quien pudiera", "Flores en el río" y el clásico "No me olvides".

Amenazando otra vez con el fin de fiesta, comentó: "la lista llegó a su fin, no obstante, todavía no nos vamos a ir porque este es el momento de mover las cachas" y arremetió con "Todo esta en vos", "Tu voz", "Crónica", "Aventura" y "Tiempo", que cumplieron largamente con su cometido.

Fuente: Telam

 

30 mil personas lo vieron

Abel Pintos hizo explotar el estadio Único de la Plata

Abel Pintos confirmó una vez más que es el artista argentino más convocante del momento y que su carrera va en continuo crecimiento.

El bahiense, de 30 años, demostró nuevamente por qué es el artista argentino que más creció en los últimos años, llegando a conseguir además dos Gardel de Oro.   "Vamos a gozarla nena", dijo ante un estadio "Único" platense que ya había agotado las locales en junio pasado, ni bien salieron las entradas a la venta.  

El crecimiento del chico que alguna vez deslumbró a León Gieco se hizo evidente con el correr de los años, con una forma detrabajo segura y constante, que ve los resultados en este presenteplagado de éxito. 

  En el medio está la capacidad autoral e interpretativa del propio Abel, ya erigido en un artista que domina el escenario, ya sea desde su voz o desde la complicidad con el fiel público -en su mayoría mujeres- que lo sigue.   La banda que desde hace tiempo está junto a él es uno de los pilares en el cual se apoya su crecimiento, con su hermano Ariel en guitarras y coros; Marcelo Predacino, guitarra, charango y coros; Alfredo "Freddy" Hernández, en teclados y coros; Claudio Di Cicco, batería y percusión, y Norberto Córdoba en bajo, teclados y coros.   Para el esperado show del estadio platense, que le abre la puerta a Pintos para iniciar un camino en donde este tipo de formato comenzará a ganar espacio en el resto del país, el cantautor paseó por todo su último álbum "Abel", en el mismo orden en el que fue grabado.  

Pero también luego recorrió parte de sus 15 años de carrera, con íconos de su discografía como "La Llave", "No me olvides" y "Sin principio ni final".   El silencio presagió la explosión, el aplauso y el griterío, luego que Abel Pintos cantó una versión increíble de "El Antigal", casi a capela y en donde dejó manifiesta la madurezinterpretativa que alcanzó.   "Su silencio y respeto es muy importante", le dijo Pintos al auditorio tras el tema compuesto por el salteño Ariel Petrocelli, con música de Daniel Toro, mientras él y varios de los miles que estaban en el estadio, secaban sus lágrimas de emoción.  

"Gracias por permitirme vivir esta noche hermosa de mi vida. Se cumple el sueño que hemos soñado", expresó extasiado ante lamultitud que le retribuyó la gratitud con una verdadera fiesta de cotillón y respeto.   Durante dos horas y 15 minutos, Abel Pintos se rió, emocionó, compartió y hasta se mostró histriónico, con el público y con sus propias sensaciones, llegando a crear climas que variaron desde la fiesta popular hasta el intimismo más puro, en el que cada espectador podía sentir que el interprete le estaba  cantandosólo a él.  

La estética que el propio Abel muestra condice con su música, que puede ir desde una zamba bien tradicional hasta sus últimas composiciones más baladísticas o el también "hit", "Aventura", de corte netamente centroamericano, más bien de bachata.   Pintos sabe que está en la "cresta de la ola", pero tanto él como el equipo de trabajo que lo apuntala, no quieren acelerar los tiempos, y por eso el estadio "Único", fue eso, único, pese a que ante la gran demanda podrían haberse agregado más fechas. 

  "Me hicieron inmensamente feliz", les dijo antes de irse Abel Pintos a sus seguidores, quienes, como en un himno pagano, lo despidieron con el tarareo de su tema "Aquí te espero", en clara invitación para volver a encontrarse, en un tiempo no muy lejano.

Fuente:NA
 

 



El sueño dorado del pibe
 

Ante 30 mil personas, el joven cantautor demostró que el circuito de estadios no le queda grande

 

 

La noche del sábado se prestó ideal con un cielo despejado con algunas pocas estrellas jugueteando entre las estructuras del techo del Estadio Unico todavía no recuperado del último temporal. A las 21.20 se apagaron las luces y los flashes comenzaron su juego de pestañeo convirtiéndose en los grandes protagonistas.

Elegantemente trajeado, y con una sonrisa que no se le borró de la cara durante toda la velada, Abel Pintos irrumpió en escena con su guitarra azul tocando las melodías de “Aquí te espero”, uno de sus más flamantes hits. El show había comenzado y con él, en paralelo, también comenzó el de las chicas con sus gritos desaforados que no se dejaron de escuchar durante todo el recital.

La excusa de este encuentro platense era el cierre de la gira “Abel”, tour de presentación de su último disco, además de un punto de inflexión en su carrera. En La Plata, el bahiense debutaba en el circuito de estadios y no le fue nada mal. Alrededor de 30 mil personas lo acompañaron en lo que él mismo definió como su “sueño cumplido”.

Globos, coloridos carteles con mensajes románticos, papel picado y espuma no faltaron entre el público familiar que copó las instalaciones de 25 y 32 desde temprano, convirtiendo al Estadio Unico en una verdadera fiesta de celebración musical. Emocionado, y después de haber entonado “Ya estuve aquí” y “Tanto amor”, Abel tomó la palabra y, tras agradecer, pidió a los espectadores que disfruten del show sentados para que todos pudieran ver sin inconvenientes. Dicho y hecho.

Con una banda que sonó sin fisuras, Pintos no dejó de mover su esbelto cuerpo, sobre todo sus brazos, expresándose con movimientos delicados, cual bailarín de danza clásica para el deleite de la platea femenina. Recorriendo el escenario de punta a punta, el cantautor siguió repasando el tracklist de su última producción, ganadora al igual que su anterior del Gardel de Oro.

Y así fueron pasando temas como “Arder en Libertad” y “De solo vivir” para luego dar lugar a uno de los momentos más emotivos de la velada con “El Mar”, una canción en la que Abel fue acompañado por un fino cuarteto de cuerdas, con arreglos y dirección de Guillo Espel.

La estética pop que el artista fue adquiriendo en el último tiempo de su carrera quedó plasmada también en las pantallas led que protagonizaron la escenografía, con coloridos y festivos videos que acompañaron con fuerza la puesta en vivo, con imágenes de la naturaleza y formas geométricas, además de otras figuras sicodélicas que contrastaban con la oscuridad de un 8 de noviembre de 2014 que se aproximaba a sus 22 horas.

Envalentonado y visiblemente feliz, y ya sin saco ni chaleco, Pintos remató la primera parte del show con “Alguna vez”, “Que te vaya bien”, “Cuántas veces”, “Libertad”, “Motivos” y “A-Dios”, antes de dar paso a la segunda y última parte en la que se dedicó a recorrer su fecunda y sostenida trayectoria de más de 17 años.

Los sonidos de su origen, con una seguidilla de zambas emotivas, cautivaron al público que lo conoció de la mano del folclore más tradicional, y el bahiense se ganó una gran ovación, no la primera pero sí una de las más emotivas de la noche.

Después sería el turno de “Sueño dorado”, “Sin principio ni final” y cuando entonaba “la noche parece un desierto” de su canción “La Llave” la luna asomó por primera vez sobre el espacio abierto del techo del Estadio y ahí se quedó, espiando, como un elemento más de la puesta escenográfica.

“Quien pudiera”, “Flores en el río”, “No me olvides”, “Todo está en vos” y una explosiva versión de “Halleluja” encaminaba de a poco al final, seguidas de la pegadiza “Tu voz”, en la que el cantautor conmovió a todos sólo con su guitarra para después ser apoyado por su poderosa banda.

Las amenazas de despedida comenzaron con “Incomparable” y “Crónica” y siguieron con dos de sus más festejadas producciones: “Aventura” y “Tiempo”. Con la banda retirada del escenario, el público no se inmutó porque, conocedor del ritual recitalero, sabía que Abel volvería y así lo hizo, con una desgarradora versión a capela de “El Antigal”. “Su silencio es realmente conmovedor”, agradeció el artista antes de demostrar su compromiso social con un contundente “no a las drogas ni a la trata de personas”.

Para el cierre, el cantautor eligió dos de sus más históricas y bien arriba como “Bella Flor” y “Revolución”, enloqueciendo a sus seguidores, quienes convirtieron al Estadio en una verdadera pista de baile, en la que no faltó cotillón. Todo lo que empieza tiene que terminar y Abel Pintos eligió hacerlo con la misma canción con la que, casi tres horas antes, se presentaba ante los platenses. Un broche de oro para una noche única en la que sus fans le dejaron en claro que “siempre aquí lo van a esperar” .

María Virginia Bruno - El Dia


 

Abel Pintos y el sabor de la primera vez

 

 

Brilló en el Único de La Plata.El cantante debutó en un estadio ante 25 mil personas. Hizo delirar al público, que brindó un espectáculo aparte.

 

Más de una vez, Abel Pintos declaró que en sus recitales el espectáculo no sólo está arriba del escenario, sino también abajo. El sábado por la noche, quedó bien en claro que su recurrente frase no esconde intenciones demagógicas. Porque en el Estadio Unico de La Plata, las 25 mil personas que corearon cada una de sus canciones generaron un show aparte. Con globos, espuma en aerosol, papel picado y, sobre todo, muchas ganas de bailar.

Fue la primera vez de Pintos en una cancha de fútbol. El debut, y no la despedida. Porque la intención del cantante, que lleva dos premios Gardel de Oro consecutivos, es meterse de lleno en 2015 en el circuito de los estadios. Basta de teatros o estadios cerrados. Al menos en la medida de lo posible. "Espero que estén cómodos, porque éste será un concierto largo. El comienzo de un nuevo camino, en el que espero que me acompañen", avisó, en el inicio del recital.

El show comenzó a las 21.20, y se extendió por 2 horas y 35 minutos. Aquí te espero, su hit más reciente, abrió la noche. Continuaron, en orden, los otros doce temas de su último disco. Así, Abel se quitó esa bonita mochila de encima. En una ocasión tan especial de su carrera, dejó en claro sus intenciones de sacarse las ganas de repasar antiguas canciones que ya no suele interpretar en sus shows. Y lo hizo. Antes, claro, dedicó una hora a su nuevo trabajo discográfico.

Del músico con raíces folclóricas quedó poco. Porque ni siquiera cuando cantó la zamba El beso / Quisiera su impronta fue tal. En plena mutación musical, el artista mostró que se siente cómodo en el mundo de los sonidos melódicos, con tintes de rock y pop. Algo buscado y que lo llevó al éxito masivo, evidenciado el sábado por la noche.

El momento más alto del show llegó con Halleluja. "Dicen que es hora de terminar el recital, pero se equivocan. Llegó el momento de mover las cachas", arengó al público, que explotó de inmediato mientras él improvisaba un movimiento de caderas.

Las filas se rompieron. La platea se convirtió en campo. Los globos, otra vez, aparecieron. Y con Tu voz, uno de los clásicos de sus veinte años de carrera, la espuma comenzó a volar una vez más por el aire. Siguieron Tiempo y Aventura, otros dos hits. Y no faltaron Revolución, Sin principio ni final, La llave y Todo está en vos.

En el final, Pintos volvió a cantar Aquí te espero, la misma canción con la que había iniciado el concierto. Y, una vez terminado el tema, se sorprendió con una conmovedora iniciativa de la gente. Mientras él los saludaba, sus seguidores comenzaron a corear otra vez la misma canción, e hicieron lagrimear al cantante, que vivió una noche soñada.

Fuente: Clarin
 

Abel Pintos deleitó a 30 mil personas en el Estadio Único

08/11/2014 22:54 "Gracias por permitirme vivir esta noche hermosa de mi vida. Se cumple el sueño que hemos soñado", expresó extasiado ante la multitud.


 


El cantautor bahiense Abel Pintos confirmó su condición de artista destacado al deleitar esta noche a unas 30 mil personas que colmaron el Estadio Único de La Plata, en un espectáculo que tenía las localidades agotadas desde hace variaos meses.

El artista bahiense, vestido con traje blanco, camisa negra y zapatos bicolor, arrancó su presentación cerca de las 21:30 con "Aquí te espero" y agradeció al público por permitir cumplir su sueño.

"Gracias por permitirme vivir esta noche hermosa de mi vida. Se cumple el sueño que hemos soñado", expresó extasiado ante la multitud

Con su voz melodiosa voz y los cuidadosas baladas, el artista interpretó que se merecía un público relajado en sus sillas, pidió a los parados que se sienten y agredeció ser comprendido "con tanto amor".

"Tanto amor" y "Soy lo que soy" también aparecieron entre las primeras canciones.

Antes del recital, el artista había anticipado que el show es que en la primera parte iba a constar de su nuevo disco, "Abel", que es su noveno trabajo, mientras que planificó para la segunda parte un repaso de sus 15 años de carrera.

"La idea es que experimenten la situación de escuchar en vivo el álbum que escuchan todos los días, con nosotros ahí tocándolo en el mismo orden. La segunda mitad del concierto tiene canciones de repaso de estos 15 años que llevo grabando discos", había señalado.

En mayo pasado, Pintos, de 30 años y una trayectoria que arrancó desde niño, ya había causado sensación con siete Luna Park, el mítico teatro porteño, repletos.

Fue en la presentación oficial del disco "Abel", compuesto por canciones que no tiene el corte típico del folclore, género en el cual comenzó su carrera profesional siendo muy pequeño.

El último disco de Pintos alcanzó a menos de un mes de su lanzamiento -en octubre de 2013- el "Disco Triple de Platino" en ventas. (NA)

Fuente: La Nueva
 

Abel Pintos hizo vibrar el Estadio Único de La Plata

El cantante brindó anoche un recital en el Estadio Único de la ciudad de La Plata donde presentó su último trabajo "Abel", repasó sus éxitos y se dio el lujo de emocionar a miles de fanáticas de todas las edades.

Pintos se presentó en el escenario a las 21.20 -vestido con un traje blanco con ribetes en negro brillante, camisa negra y zapatos en blanco y negro- ante un público munido de cornetas, papel picado, globos y espuma que no paró de expresarse mientras sonaban los primeros acordes de "Aquí te espero".

"¿Qué pasa La Plata esta noche?" fueron las primeras palabras del taquillero cantautor forjado en el folclore y el estadio estalló en aplausos y ovaciones, y luego se sucedió la cadena de temas de su último CD.

Con "Ya estuve aquí", el artista nacido en la ciudad de Bahía Blanca se paró frente a su público y emocionado agradeció el recibimiento y dijo: "llegó la noche que esperábamos. Se cumple el sueño que hace tanto tiempo se soñó, no tengo otra que cosa que decirles gracias por permitir que esto suceda y darme la posibilidad de vivir esta noche inolvidable".

El reciente ganador del premio Gardel de Oro anunció: "Ojalá que estén cómodos porque este concierto va a ser muy largo. Vamos a cantar muchas canciones ¡A gozarla nena!", y de su reciente producción cantó entre otros temas "Tanto amor", "Arder en libertad", " Que te vaya bien" y " A-Dios".

El músico, que agotó las localidades a pocos días de anunciar su espectáculo en la ciudad de las diagonales, continuó con sus éxitos bajo un cielo estrellado y con luna de testigo que tuvo uno de sus puntos altos con "El mar".

Al terminar el tema, la luz se centró en los músicos invitados: Elias Gurevich, Grace Medina, Kristine Bara (violines) y Pedro Carabajal (cello) bajo la dirección de Guillo Espel.

Otro momento especial fue cuando el anfitrión, de 30 años, les dedicó un tema a sus fanáticas: "va para las que viajan desde distintos puntos del país y se hacen notar con sus remeras, banderas, siempre les voy a agradecer ese gesto tan significativo para mí; esta canción la escribí hace un tiempo con la ilusión de que alguna vez se convierta en la voz de todos nosotros" y entonó "Caminante".

Promediando la hora de show y entre risas y piruetas, el artista anunció el cierre del encuentro, sus seguidoras -que sabían que a la fiesta le quedaba un largo camino- comenzaron a ovacionarlo, lanzaron espuma, levantaron sus banderas y el grito se generalizó en todo el estadio.

Abel realizó un cambio de vestuario y con tres zambas comenzó la segunda parte del espectáculo que prosiguió con "Sueño dorado", "Sin principio ni final", "La llave", "Quien pudiera", "Flores en el río" y el clásico "No me olvides".

Amenazando otra vez con el fin de fiesta, comentó: "la lista llegó a su fin, no obstante, todavía no nos vamos a ir porque este es el momento de mover las cachas" y arremetió con "Todo esta en vos", "Tu voz", "Crónica", "Aventura" y "Tiempo", que cumplieron largamente con su cometido.

La despedida real, que dejó al publicó ovacionándolo de pie, llegó con la interpretación a capella de "El antigal" y finalmente terminó sus dos horas de concierto con "Bella flor", " Revolución" y "Aquí te espero".

Fuente: Diario Jornada

Abel Pintos hizo explotar el estadio "Único" de La Plata y confirmó por qué es el artista más convocante del momento.

Abel Pintos confirmó una vez más que es el artista argentino más convocante del momento y que su carrera va en continuo crecimiento al hacer vibrar a unas 30 mil personas en el estadio "Único" de La Plata.

El bahiense, de 30 años, demostró nuevamente por qué es el artista argentino que más creció en los últimos años, llegando a conseguir además dos Gardel de Oro. "Vamos a gozarla nena", dijo ante un estadio "Único" platense que ya había agotado las locales en junio pasado, ni bien salieron las entradas a la venta. El crecimiento del chico que alguna vez deslumbró a León Gieco se hizo evidente con el correr de los años, con una forma de trabajo segura y constante, que ve los resultados en este presente plagado de éxito. En el medio está la capacidad autoral e interpretativa del propio Abel, ya erigido en un artista que domina el escenario, ya sea desde su voz o desde la complicidad con el fiel público -en su mayoría mujeres- que lo sigue.
La banda que desde hace tiempo está junto a él es uno de los pilares en el cual se apoya su crecimiento, con su hermano Ariel en guitarras y coros; Marcelo Predacino, guitarra, charango y coros; Alfredo "Freddy" Hernández, en teclados y coros; Claudio Di Cicco, batería y percusión, y Norberto Córdoba en bajo, teclados y coros.

Abel Pintos cantó ante una multitud en el Estadio Único de La Plata 

El cantautor bahiense se presentó anoche ante unas 30 mil personas que colmaron el Estadio Ciudad de La Plata, en un espectáculo que tenía las localidades agotadas desde hace variaos meses. Con traje blanco, camisa negra y zapatos bicolor, el artista bonaerense arrancó su presentación cerca de las 21:30 con "Aquí te espero". Durante el show interpretó los temas de su noveno disco "Abel" y repasó los principales éxitos de sus 15 años de carrera. Para el cierre, Pintos agradeció al público por permitir "cumplir un sueño".
 

Abel Pintos confirmó su condición de artista destacado al deleitar en la noche de este sábado a unas 30 mil personas en la ciudad de La Plata. El recital tuvo lugar en el Estadio Único, donde el cantante bahiense agradeció al público por "permitir cumplir un sueño".

Vestido con traje blanco, camisa negra y zapatos bicolor, Abel Pintos arrancó su presentación cerca de las 21:30 con "Aquí te espero". Según publicó el medio platense Hoy, los temas "Tanto amor" y "Soy lo que soy" también aparecieron entre las primeras canciones.

En la primera parte del show, el artista interpretó los temas de su nuevo disco, "Abel", su noveno trabajo que a menos de un mes de su lanzamiento alcanzó el "Disco Triple de Platino" en ventas. Para la segunda del recital, repasó los hits de sus 15 años de carrera.

"Gracias por permitirme vivir esta noche hermosa de mi vida. Se cumple el sueño que hemos soñado", expresó Abel Pintos ante la multitud que lo acompañó durante toda la noche en un recital que gracias a sus fanáticas, tuvo gran repercusión en las redes sociales.


Fuente: LaNoticia1

 

 



 

 



 

 



 

 


 

 

 
 


 







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Siempre junto a Abel
 



















 




 
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