León Gieco y Abel Pintos se lucieron en Villa María
Apenas el reloj marcó las 21 del domingo, Teresa Parodi inauguró, en el escenario Hernán Figueroa Reyes, la jornada de folklore del Festival de Festivales de Villa María. Con los fuegos artificiales de fondo, la noche arrancó con una tierna interpretación de “De allá ité”, a la que le siguieron “Pedro Canoero”, antes de “Cuando tenga la tierra”, de Ariel Petrocelli y Daniel Toro, “Un son para Portinari”, “Esa musiquita”, “Todo cambia” y “La canción es urgente”. El listado de canciones mostraba un escenario muy distinto al que le había precedido la noche del sábado, que tuvo como figuras principales a Pimpinela, Piñón Fijo y Midachi.
Una noche diferente había comenzado el domingo, y la posta que dejó Parodi después de 40 minutos la tomó Jairo, quien llegó al escenario con homenajes y dedicatorias. El cordobés hizo temas del disco que grabó junto con Daniel Salzano y dedicó a las comunidades qom una emotiva versión de “Antiguos dueños de las flechas”.
A medida que las horas avanzaban, el público se acrecentó tanto en el Anfiteatro como en las peñas que lo rodean. Adentro, las 10 mil plazas se mantuvieron ocupadas desde la mitad del recital de Jairo.
Después de la actuación de este artista subió al escenario Abel Pintos, quien en una sólida actuación, presentó temas de su último disco Reevolución. A pesar de la jornada agitada que le tocó vivir, debido a que unos kilómetros antes de entrar a la ciudad se rompió su micro de gira, Pintos dio un impecable recital que duró alrededor de una hora. El artista subió entusiasmado al escenario y se fue con todos los aplausos.
Pintos dio paso al carnaval jujeño que llegó como siempre de la mano de Los Tekis. La banda tardó bastante en calentar las plateas con sus arengas carnavaleras pero lo logró sobre el final del show, cuando todos esperaban entusiasmados que suba el Chaqueño Palavecino.
Alrededor de las 2 de la mañana, Palavecino hizo su acostumbrado compilado de éxitos que le permitieron interpretar un gran número de canciones en el tiempo que se le estipula para su presentación. El cantante puso a bailar y a cantar al público, festejando que fue declarado huésped de honor de Villa María. En agradecimiento, despertó una gran ovación cuando hizo subir al escenario a algunos artistas locales para cantar con ellos “Amor salvaje”.
Más tarde, el público de pie recibió a León Gieco, quien en todo sentido fue la estrella de la noche. Pasadas las 3:30 de una larga velada, el músico apareció en escena con “Sólo le pido a Dios”, en un homenaje a Mercedes Sosa. Además, recordó junto con su grupo de Las Guitarras del amor a algunos autores como Alfredo Zitarrosa, Antonio Tormo, Jorge Cafrune, Víctor Jara, Violeta Parra y Atahualpa Yupanqui.
El momento rockeado fue cuando apareció Andrés Giménez y su grupo D-Mente, quienes lograron levantar con “El fantasma de Canterville”, “Todos los caballos blancos” y otros temas del set rockero de Gieco a los 10 mil espectadores.
El cierre fue con el humor del cordobés Cacho Buenaventura quien amenizó el final de una madrugada con todo el brillo musical.
La edición 44º del Festival de Festivales comenzó el viernes por la noche con Axel y Luciano Pereyra como figuras principales y se extendió ayer con la noche cuartetera, para la cual se despidió la tradicional Orquesta Estable que dirige el músico local Raúl Soria, y que interviene entre artista y artista interpretando temas del cancionero popular. Hasta la noche del domingo, las jornadas transcurrieron con el estadio completo en un 85% y se esperaba un lleno total para la noche del sábado 26, la última, que tendrá la actuación del mexicano Marco Antonio Solís.
.jpg)
.jpg)
