Más de 15 mil personas asistieron al parque y disfrutaron al máximo de una jornada especial, que tuvo un inmenso e inigualable cierre con la actuación de un magnífico Abel Pintos, quien se llevó una ovación difícil de superar.

El evento tuvo su apertura tradicional con el Ballet Querencias Pampeanas de Henderson, a lo que le siguió la entonación del Himno Nacional a cargo del Coro Ensamble Vocal, la entrada de Nuestra Virgen de Luján y la bendición del Cura Párroco Alejandro Guidobaldi, para, luego, comenzar con cada uno de los números artísticos.

Hay que darle un espacio importante a la presentación de Miguel Ángel Cherutti, en consecuencia de que, con su humor e imitaciones musicales, supo meterse en el bolsillo a la multitud que rodeó el escenario Felisa Meaca y, sin dudas, cumplió y sobrepasó ampliamente las expectativas que se generaron por su llegada a la fiesta deroense.

Por su parte, los artistas locales volvieron a demostrar su relevancia, dado que el salazarense Néstor Barbero, quien se presentaba por primera vez en un festival de esta magnitud, se llevó un sinfín de aplausos por exponer su voz y el Ballet Peñi-Huén tuvo nuevamente la aceptación y el reconocimiento de la gente en su vigésima cuarta demostración en el marco fortinero.

Otro de los conjuntos que tuvo presencia local y que sorprendió gratamente fue Los Chacareros, quienes llegaron de General Villegas para ponerle el toque folclórico a la velada.

A su vez, hay que destacar la primera pasada de las once aspirantes a Fortinera Deroense 2015, quienes le pusieron belleza al espectáculo y dejaron en claro que la tarea para los jurados no va a ser nada fácil a la hora de la elección del domingo, que será uno de los platos principales del evento.

Para lo último quedó lo más esperado, desde el día en el que se pusieron a la venta las localidades se preveía que el encuentro era más que deseado y hoy fue la noche de esa concreción, la noche que todos los que estuvieron en el predio fortinero siempre van a recordar, sí, Abel Pintos en Daireaux.

El artista más convocante de la Argentina lo dijo, él no se olvidó de las oportunidades anteriores en las que visitó esta ciudad y con el show que brindó pareció dejar todo, lo máximo de sí mismo, para agradecer el calor, el cariño, la admiración, la emoción, la algarabía y la resonante fiesta que los espectadores armaron para recibirlo.